Donde Termina El Arco Iris - Ahern Cecelia 32 стр.


Estoy muy orgullosa de Gary. No quiero que Teddy y su supina ignorancia y falta de inteligencia arruinen algo que me ha costado años conseguir.

Rosie: Me muero de ganas de veros bailar juntos. Llevaré la cámara, así si Teddy cambia de parecer, no se habrá perdido del todo la ocasión. ¿Qué vas a ponerte para el concurso?

Ruby: Bueno, eso se estaba convirtiendo en un verdadero problema. Sé que los demás concursantes van a enseñar tanta carne como puedan pero mi idea es taparme cuanto más, mejor. Por desgracia en Upsizes, esa tienda de tallas grandes, no venden vestidos sexys para bailar salsa, ni siquiera de mi talla. Gary tenía el mismo problema. Total que Miss Behave, una vez que se le pasó el enfado por haber sido sustituida, se ofreció a hacernos algo. Dijo que está acostumbrada a «hacer ropa de mujer para personas que no tienen el tipo natural de una mujer». Para mayor preocupación no piensa decirnos qué nos está haciendo. Aunque le he dicho que se olvide del rosa, las gasas y la lycra.

Rosie: ¡Me muero por verlo!

¡Ba'ax ka wa'alikdesde México!

Menuda aventura estamos viviendo. Esperamos que las dos estéis bien y contentas.

Besos, Papá y mamá

Feliz cumpleaños, Toby.

Espero que te guste el coche con control remoto que te he regalado. El tipo de la tienda dijo que los derallyeran los mejores (y también los más caros). Lo compré en Estados Unidos así que supongo que aquí nadie tendrá uno igual. Josh también tiene uno. Fue con lo que tropecé y me hice el esguince en la muñeca. ¡Corren mucho!

En fin, un año más, ya tienes catorce. A lo mejor dentro de otros diez estarás hurgando en los dientes de la gente. Me cuesta entender que quieras ser dentista, pero siempre has sido un chico raro. Me han dicho que Monica Doyle está saliendo con Sean. Mala suerte, amigo.

Katie

De: Toby

Para: Katie

Asunto: Re: Cumpleaños feliz

Gracias por el coche. El domingo voy a llevarlo a esa cosa de baile. Las chicas podéis pintaros las uñas y verlos bailar mientras yo conduzco mi coche por los pasillos.

¡Alohadesde Hawai!

Os he enviado algunas fotos donde salimos con algunas de las personas que hemos conocido en el crucero. Lo pasamos bomba. Ahora seguimos hacia Samoa y Fiji. ¡Qué emoción!

Besos para ti y Katie,

Papá y mamá

¡Ruby y Gary Minelli! ¡Buena suerte!

Iba a decir «mucha mierda», pero no creo que sea lo más apropiado para la ocasión. Vais a estar geniales y no pararemos de animaros.

Besos de Rosie, Katie y Toby

Tiene un mensaje instantáneo de: ROSIE

Rosie: ¡Enhorabuena, reina de la salsa! ¡Estoy muy orgullosa de ti! ¿Sigues radiante de éxito?

Ruby: No estoy segura de qué debo sentir, la verdad. En realidad creo que no tendríamos que ser los ganadores.

Rosie: ¡No seas tonta! Los dos bailasteis de maravilla. Miss Behave hizo un trabajo espléndido con los vestidos. Me sorprendió que fuera tan sobrio tratándose de una de sus creaciones. El negro con lentejuelas quedaba tres chic comparado con todos los demás. Parecían un arco iris colocado de éxtasis. Oye, ganaste en buena ley, puedes estar orgullosa.

Ruby: Pero si ni siquiera hicimos la prueba final…

Rosie: Bueno, no es culpa tuya que la pareja que salía antes se pusiera a practicar los pasos en el pasillo. Cualquiera pudo haber resbalado al pisar el coche a control remoto de Toby. Fue culpa de ellos. Además, el tobillo se le curará con el tiempo. Seguro que el año que viene vuelve para reclamar su título.

Ruby: Sí, pero técnicamente no tendríamos que haber ganado, Rosie. Sólo las dos parejas que llegaron a la final eran las que tenían que disputarse el título. En realidad tendría que haber ganado la segunda pareja que llegó a la final…

Rosie: Sí, pero una vez más tampoco fue culpa tuya. Fue la mujer de morado quien tropezó con el coche de Toby (cómo corre, ¿verdad?) derramando el refresco de Katie y provocó que la mujer de amarillo resbalara al pisarlo y se cayera de espaldas. Eso os calificó automáticamente. No fue culpa vuestra. ¡¡Tendrías que estar encantada!!

Ruby: Bueno, hasta cierto punto lo estoy. Gary y yo vamos a hacer nuestro baile ganador en el espectáculo que tiene Miss Behave en el George.

Rosie: ¡Fantástico! Me alegro mucho por ti, Ruby. ¡Mi amiga la superestrella!

Ruby: Quita, quita, no estaría haciendo nada de esto si no me hubieses regalado el primer talonario de clases cuando cumplí los cuarenta. Muchas gracias, Rosie. Y gracias por animarnos tanto en el concurso. Te oí todo el rato que duró el baile. Y siento mucho que a ti, a Katie y a Toby os echaran del pabellón…

Capítulo 38

Rosie y Katie:

¡Magandang tanghalipodesde las Filipinas!

Salimos del extremo norte de Australia hace unos días. Estuvimos en Brisbane y Sidney: precioso. Pasaremos unos días aquí antes de seguir hacia China.

Os queremos y añoramos,

Papá y mamá

De: Rosie

Para: Alex

Asunto: Bethany la Putilla

Dime, Alex, ¿ya has cortado con ella?

De: Alex

Para: Rosie

Asunto: Métete en tus asuntos

¡Basta, Rosie! ¡Ya te lo diré cuando lo haga!

¡Ni haodesde China!

Sentimos no estar ahí para ayudarte con la mudanza. Os deseamos suerte en el nuevo apartamento. Estamos seguros de que seréis muy felices en vuestro nuevo hogar.

Besos,

Papá y mamá

Rosie: Es un sitio asqueroso, Ruby. Absolutamente asqueroso.

Ruby: Venga, mujer. No será peor que el mío.

Rosie: Es cien veces peor que el tuyo.

Ruby: ¿Existe un sitio así? Bendita seas. ¿Qué lo hace tan espantoso?

Rosie: Veamos, ¿por dónde empiezo? Hmmm… ¿He dicho que es un primer piso que queda encima de un grupo de tiendas entre las que se cuentan un garito de tatuajes y un indio de comida para llevar que ya ha conseguido que toda mi ropa atufe a tikka masala?

Quizá debería describirte el magnífico papel pintado de los setenta con motivos florales en verde y gris que cuelga de las paredes, sin olvidarme de mencionar que hace juego con las cortinas.

Hmmm… En realidad quizá tendría que haber empezado por la moqueta marrón, que tiene unas manchas muy curiosas incrustadas en el tejido, además de quemaduras de cigarrillo y olores muy misteriosos. Algo me dice que lleva ahí unos treinta años y que nunca le han pasado un aspirador. La cocina es tan pequeña que cuando hay dos personas dentro, una tiene que retroceder para que la otra pueda salir. Pero al menos hay agua y el retrete funciona.

No es de extrañar que el alquiler sea tan terriblemente barato: nadie en su sano juicio querría vivir aquí.

Ruby: Tú.

Rosie: Sí, claro, pero no me quedaré mucho tiempo.

Haré magia para ahorrar un pastón y salir pitando de aquí.

Ruby: Y abrir un hotel.

Rosie: Sí.

Ruby: Y vivir en el ático.

Rosie: Sí.

Ruby: Y Kevin puede ser el jefe de cocina.

Rosie: Sí.

Ruby: Y Alex el médico residente para salvar la vida de quienes tú envenenes.

Rosie: Sí.

Ruby: Y tú serás la dueña y directora.

Rosie: Sí.

Ruby: ¿Y qué puedo ser yo?

Rosie: Tú y Gary podríais ser los animadores y bailar salsa hasta caer rendidos.

Ruby: Sería el paraíso. Bueno, Rosie, más vale que pongas el culo en marcha y arranques ese negocio hotelero antes de que todos seamos unos ancianos.

Rosie: Estoy en ello. ¿Cómo está Teddy tras la impresión de que ganarais el concurso de salsa?

Ruby: Bueno, va tirando. Aunque hablando en serio, Rosie, me cuesta mucho aceptar su comportamiento. Cuando se enteró de que habíamos ganado el concurso y que íbamos a actuar en el George faltó el canto de un duro para que explotara. Pero debió de tener un cortocircuito cerebral o algo por el estilo porque el otro día se ofreció a acompañarnos en coche a clase de baile, con lo cual por poco me caigo muerta, y el viernes va a ir al club gay (o en el fondo está orgulloso de mí y de Gary o ya está harto de que me niegue a plancharle las camisas). Aunque eso sí, irá acompañado por un amigo suyo fuerte como un toro para asegurarse de que nadie intenta hacerle cosas raras. Como si algún hombre o mujer fuera a querer intentar hacer algo con él. En fin, ya basta de mí. ¿Qué planes tienes para esta semana?

Rosie: Bueno, empiezo a trabajar a media jornada con los niños que hacen actividades laborales. Tenemos que imprimir las cartas que anuncian las fechas de inicio de las clases para los alumnos de los distintos cursos, meter las cartas en sobres, pegarles los sellos, cerrarlas y enviarlas por correo. Yo no sé a ti, pero a mí me embelesa la idea. Aunque sólo será por unas semanas y en cuanto los niños comiencen las clases me pondré a trabajar a jornada completa.

Aparte de eso estoy intentando que este antro parezca un hogar. Brian el Llorica ha sido de gran ayuda, lo creas o no. Ha alquilado una lijadora por un día y mañana vamos a arrancar esa moqueta apestosa y lijar y pulir el suelo de todas las habitaciones. Me da miedo pensar lo que vamos a encontrarnos debajo. Seguramente unos cuantos cadáveres.

Katie y Toby se lo están pasando en grande arrancando el papel pintado de las paredes (bueno, al menos el que aún está pegado). Vamos a pintar las paredes de blanco porque hasta con una bombilla de un millón de vatios este sitio sigue pareciendo una cueva. Hay que alegrarlo un poco y me he decidido por un estilo minimalista, no porque sea moderna y siga la moda, sino porque en realidad tengo muy pocos muebles. Voy a arrancar las cortinas viejas y las quemaré montando un ritual.

Mi querido hermano Kevin estuvo encantado de venir a Dublín y saquear la casa de Comosellame para recoger el resto de mis pertenencias, las cuales le fueron entregadas sin rechistar, probablemente por miedo a que le vuelvan a romper la nariz. Incluso me ha dado el sofá negro de piel que ya estaba en la casa antes de que me casara con él, pero, qué demonios, me lo he ganado.

Ruby: Por lo que cuentas te va a quedar precioso, Rosie. Un verdadero hogar.

Rosie: Sí, ahora sólo me falta librarme del olor a curry que nos envuelve y que traspasa las paredes de todo el edificio. Se me han pasado las ganas de comer indio para siempre.

Ruby: Vaya, ése es el mejor régimen que he oído en mi vida. Ponte a vivir encima de un restaurante y el olor te hará aborrecer la comida.

Rosie: Me parece que has encontrado un filón.

¡EiJedesde Singapur!

Lo pasamos de maravilla. ¡No queremos volver a casa! Suerte con tu nuevo trabajo, cariño. ¡Pensamos en ti mientras hacemos el vago junto a la piscina! (Es broma.)

Besos,

Papá y mamá

Tiene un mensaje instantáneo de: ALEX

Alex: ¿Tienes un minuto para chatear?

Rosie: No, lo siento, estoy muy ocupada lamiendo sellos.

Alex: Ah, vale. Ya te llamaré más tarde.

Rosie: Era una broma, Alex. La señorita Narizotas Malaliento Casey me ha pedido que monte el primer boletín del curso, así que estoy en la página web de la escuela tratando de averiguar qué ha sucedido o está sucediendo que merezca la pena publicar. Se me ha ocurrido que el artículo principal podría escribirlo sobre mi incorporación al centro.

Alex: ¿Qué tal es el trabajo?

Rosie: Está bien. Llevo unas cuantas semanas aquí, de manera que ya me he amoldado y me va bien. Nada digno de mención.

Alex: Perdona que no te haya dicho nada antes. No me había dado cuenta de que había pasado tanto tiempo. Las semanas pasan volando.

Rosie: No pasa nada. Supuse que andarías liado. Ya me he mudado al apartamento y tal.

Alex: Ostras, es verdad. ¿Cómo es?

Rosie: No está mal. Era una pocilga cuando entré, pero Brian el Llorica me ayudó mucho. Arregló lo que estaba roto y limpió lo que estaba sucio. Como un esclavo perfecto.

Alex: ¿Os lleváis bien, entonces?

Rosie: Mejor. Ahora sólo me vienen ganas de estrangularlo unas diez veces al día.

Alex: Bueno, es un principio. ¿Hay romance a la vista?

Rosie: ¿Qué? ¿Con Brian el Llorica? Tienes que hacerte mirar la cabeza. Ese hombre nació para rascar moho y pulir suelos, nada más.

Alex: Vaya. ¿Hay alguien más en tu vida?

Rosie: Pues sí. Una hija de trece años, un trabajo nuevo y un cajón lleno de facturas. Tengo las manos bastante ocupadas en este momento. Aunque mi vecino me invitó a salir con él el próximo fin de semana.

Alex: ¿Y vas a hacerlo?

Rosie: Primero deja que te hable un poco de él y luego quizá puedas ayudarme a resolver el dilema al que me enfrento. Se llama Sanjay, tiene sesenta años y está casado, vive con su mujer y dos hijos, y es el propietario del chiringuito de comida para llevar que hay debajo de mi casa. Ah, ¿y a que no adivinas dónde me ha invitado a cenar?

Alex: ¿Dónde?

Rosie: A su chiringuito. Dijo que pagaría él.

Alex: ¿Y cuál es el dilema, entonces?

Rosie: Muy gracioso.

Alex: Al menos tienes vecinos simpáticos.

Rosie: Éste no es el mejor ni de lejos. En la puerta de al lado vive el dueño del garito de tatuajes (que también está debajo de mi piso). Tiene el cuerpo cubierto de tatuajes de la cabeza a los pies, una magnífica mata de pelo negro, sedoso y muy largo que lleva recogido en una trenza, y una barba de chivo pulcramente recortada que le enmarca la boca.

Назад Дальше