DEL MIEDO Y EL DESEO
Ana Sharp, autora de " La Magia del Camino Real" (Ed. Rosa de los Tiempos), la responsable de acompañar a Shirley Maclaine por el Camino de Santiago, me dijo cierta noche: "El miedo es un deseo oculto. Inconscientemente, pasamos la vida intentando probar que nuestros padres estaban acertados, porque ellos nos dieron la cosa más importante: el amor. Mas dejaron las marcas de sus propios temores; y nosotros, para no destruir la imagen de personas poderosas que eran, terminamos dejando que estos miedos nos sean transferidos a nosotros.
"Solo perdí el miedo de volar cuando, en la víspera de cierto viaje, pensé para mí misma: tengo este pánico porque mi padre tenía miedo, y yo no puedo aceptar que estuviese equivocado". Es preciso quedarse con las cosas buenas del pasado, mas librarse de los temores irracionales. Hoy, cuando me confronto con cualquier miedo, cambio la palabra por 'deseo' y pregunto: ¿porque estoy deseando esto? Y el miedo/ deseo se aparta normalmente".
DE LA INSISTENCIA
En 1989, yo estaba en los Pirineos, cuando vi en un cartel postal: "Capilla de Gez", decía. Abrí el mapa, noté que estaba cerca del monte Gez, y resolví escalarlo para conocer la iglesia, pues calculé en mi cabeza que la ciudad quedaba en lo alto, del otro lado de la montaña.
Durante horas subí por los caminos más duros posibles. Solo cuando estaba a cien metros de la cima, me di cuenta de dos cosas: a) estaba perdido: b) no había ciudad ninguna en la cima del monte (descubrí más tarde que la capilla quedaba allá en lo bajo).
Me quise morir aquella tarde. ¿De donde saqué la idea de la ciudad? ¿Porqué no desistí cuando vi que no había ninguna carretera?
Las veces que nos ensimismamos con ciertas cosas, solo descubrimos el error demasiado tarde. Por eso es siempre bueno recordar la frase de Goethe: "Nadie consigue engañarnos mejor que nosotros mismos".