Los resultados informan que aquellos jóvenes varones que tenÃan altos niveles de hostilidad mostraban mayores niveles de adicción después de los 2 años, convirtiéndose asà en el mejor predictor de esta psicopatologÃa. En cambio, las adolescentes que participaron en el estudio, mostraron que el mejor predictor de la adicción futura se relaciona con padecer un trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
Tanto en chicos como en chicas, no resultaron relevantes los niveles previos de fobia social ni de depresión, a la hora de predecir una futura adicción a las tecnologÃas. El estudio, además, ofrece un dato "revelador" en cuanto que, en sólo 2 años, más del 10% de los participantes se vieron afectados por la adicción a Internet, siendo insignificante la diferencia en el número de casos entre los "adictos" masculinos y femeninos.
De ahà la importancia de estos estudios, que muestran los riesgos de Internet en los jóvenes. Estudios necesarios para poder crear programas especÃficos para prevenirlo, haciendo especial hincapié en la educación, como factor determinante de la autorregulación en el manejo de las nuevas tecnologÃas, esto es, con una correcta educación cabe esperar que el joven sea capaz de usar adecuadamente la tecnologÃa y no abusar de ella.
Además de lo anterior, y en el caso concreto de los jóvenes, esta educación tecnológica debe de ir acompañado de un programa de intervención en cuanto al correcto manejo de la hostilidad, y en las jóvenes en el diagnóstico y tratamiento del trastorno por déficit de atención con hiperactividad, con lo que evitar futuras complicaciones de adicción a Internet.
Los jóvenes pueden estar expuestos a esta ciberadicción, lo siguiente que deberÃamos de conocer serÃa, ¿Es posible detectar la adicción a Internet en jóvenes?
Esto es precisamente lo que tratan de analizar desde la Universidad Payame Noor (Irán) cuyos resultados han sido publicados en la revista cientÃfica International Journal of Behavioral Research & Psychology.
En el estudio participaron trescientos ochenta estudiantes, ciento noventa y cuatro chicas y el resto chicos, todo ellos cursando en el instituto.
Se plantearon tres objetos de estudio, el primero, determinar hasta qué punto los jóvenes estudiantes sufren adicción a Internet, el segundo, comprobar si esa presencia de adicción se relaciona con el nivel de sinceridad que expresa dentro de la familia, y por último si existen diferencias entre género en las dos anteriores.