La Ciencia De La Dieta Mediterránea - Sisson M. Michael 2 стр.


Incluso, algunos estudios han encontrado que una dieta de estilo mediterráneo puede reducir en un 45 por ciento el riesgo de muerte súbita por problemas cardiacos, y de muerte cardíaca en general en un 30 por ciento. Los estudios también demuestran que cuando se compara la presión arterial alta de las personas que consumen más aceite de oliva virgen extra con la de los que consumen aceite de girasol, los que consumen aceite de oliva virgen extra tienen una disminución considerablemente mayor de la presión arterial.

El aceite de oliva produce óxido nítrico, que es más beneficioso para reducir la hipertensión. Se ha demostrado que la dieta mediterránea reduce los riesgos de enfermedades cardiovasculares, principalmente debido a sus impactos positivos en el colesterol. Y no solo los alimentos incluidos en la dieta mediterránea pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, sino que las bebidas que incluye también pueden ayudar.

El vino tinto se ha asociado también con un menor riesgo de enfermedades cardíacas. Sin embargo, la dieta sugiere moderación. Las mujeres y los hombres mayores de 65 años deben limitar su consumo diario a no más de cinco onzas, aproximadamente una copa diaria, mientras que los hombres menores de 65 años pueden consumir más de diez onzas, o dos copas, al día.

Tratamiento o Prevención de la Diabetes

Los estudios también muestran que la dieta mediterránea tiene un componente antiinflamatorio que puede ayudarle a combatir enfermedades crónicas relacionadas con la inflamación, tales como la diabetes tipo 2 y el síndrome metabólico. En sus estudios los investigadores comparan la dieta mediterránea con muchos otros planes de alimentación saludable, incluyendo las dietas veganas, vegetarianas, altas en fibra y bajas en carbohidratos.

En estos estudios, se encuentra que la dieta mediterránea es realmente la dieta más beneficiosa para individuos y pacientes diabéticos con alto nivel de azúcar en la sangre. Según los estudios, el enfoque en alimentos ricos en fibra como las verduras, las frutas, el aceite de oliva y el pescado, y ricos en grasas monoinsaturadas, es lo que hace a la dieta mediterránea tan saludable. Estos alimentos han demostrado que reducen el colesterol en la sangre a las personas con diabetes.

Reemplazar las grasas trans y saturadas por grasas insaturadas ilustra un efecto alentador en la sensibilidad a la insulina de las personas. De acuerdo con la Asociación Americana del Corazón, la dieta mediterránea puede contener más grasa total que la dieta occidental, pero sin embargo sigue siendo más baja en grasas saturadas.

La dieta mediterránea generalmente tiene una proporción de 30/40 por ciento de grasa saludable, 40 por ciento de carbohidratos compuestos, y 20/30 por ciento de proteína de calidad. Puesto que el equilibrio de la dieta mediterránea la hace más bien ideal en términos de mantener el hambre bajo control y de controlar el aumento de peso, es una excelente forma para lograr que su cuerpo mantenga la homeostasis hormonal, y que así se estabilicen sus niveles de insulina.

Mejora del Estado de Ánimo y Protección de la Salud Cognitiva

Comer siguiendo la dieta mediterránea podría ser una forma natural de tratar la enfermedad de Parkinson, la demencia senil, la enfermedad de Alzheimer y de preservar la memoria. Los trastornos cognitivos pueden ocurrir cuando el cerebro no está recibiendo una cantidad adecuada de dopamina, que es un químico esencial necesario para los movimientos corporales adecuados, para el procesamiento del pensamiento, y para regular los estados de ánimo.

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