De esta forma se pretendería eliminar las denominaciones de virus de China o virus de Wuhan, términos que apuntan directamente al foco del origen de la infección.
Una deferencia hacia China que algunos profesionales de la salud denuncian, por no haberse tenido la misma consideración con otras poblaciones como en el caso del Coronavirus del Síndrome Respiratorio de Oriente Medio.
Tal y como se ha podido mostrar en el apartado anterior, a pesar de que se haya dado una denominación oficial de COVID-19, la población ha seguido usando las denominaciones de Virus y especialmente Coronavirus para informarse sobre la sintomatología, medidas de prevención o extensión de la enfermedad, y aunque todavía es pronto para comprender el motivo por el que ha fallado la denominación oficial, hay que tener en cuenta que para crear una marca nueva y conseguir que se adhieran a ella se han de atender a una serie de variables, tal y como se ha analizado desde la Universidad de Taylor (Malasia) (Poon, 2016) con una investigación donde se ha tratado de conocer las motivaciones del éxito de determinadas marcas frente al resto, para ello se seleccionaron una lista de cincuenta productos de uso diario más vendido, de las dos principales empresas comercializadoras, para comprobar los efectos de la marca.
Después de analizar los mensajes, panfletos y publicidad que sobre esas dos marcas se difunden por los medios de comunicación y por las redes, se encontró mediante la aplicación del análisis textual y el método interpretativo, que estas marcas se sustentaban sobre dos pilares para mantener la fidelidad de sus clientes.
El primero de ellos, es la capacidad de generar emociones positivas; y el segundo fue, el de la estética de la honestidad, es decir, parecer que el producto en realidad sirve para lo que indica, manteniendo los estándares de calidad publicitados.
Al respecto indicar que la O.M.S. junto con UNICEF son las agencias internacionales mejor valoradas a nivel mundial según encuesta de WIN/Gallup International (O.N.U., 2014), mostrándose cómo el 72% de los entrevistados tenían buena opinión de estos organismos.
Por lo que se esperaría que los ciudadanos empleasen este término de búsqueda, aunque hay que tener en cuenta que el anuncio de su denominación se produjo el 11 de febrero (ver Ilustración 8), mientras que la preocupación a nivel mundial se inició casi un mes antes, el 20 de enero, lo que ha dado cierta tendencia de búsqueda entre los usuarios que siguen usando los términos Virus o Coronavirus (@CSIC, 2020) (ver Ilustración 9).
Ilustración 9. Tweet Imagen del COVID.19
La adopción de medidas de salud
Uno de los fenómenos más difíciles para la ciudadanía es en cuanto a la adopción de hábitos saludables los cuales requieren de cierto tiempo para entender, comprender y asumir.
A diferencia de otros fenómenos como las modas que son capaces de movilizar a la población, cuando se trata de salud, las autoridades se encuentran en ocasiones con un éxito relativo en cuanto a campañas de toma de conciencia se refiere, tal es así que estas campañas orientadas a recomendar asumir costumbres o hábitos saludables suelen ir acompañadas de prohibiciones e incluso de sanciones para aquellos que no cumplen con lo estipulado.
A pesar de lo cual, a la población le cuesta mucho ver los beneficios a corto plazo y con ello su interés y motivación por la adopción de nuevos hábitos se reduce e incluso no se hace, incumpliendo así las recomendaciones de las autoridades.
Si bien la salud es un aspecto que preocupa a la sociedad, en cuanto a la prevención se refiere, esta no siempre es comprendida y aceptada de la misma forma, sobre todo cuando se trata de adoptar algunas conductas que van contra la costumbre (@MinInteriorAR, 2020) (ver Ilustración 10).
Ilustración 10 Tweet Prohibición de Hábitos
En el caso del COVI-19 se ha solicitado a la población el tener que abandonar algunas costumbres y adoptar otras nuevas, aspecto que al ir en contra de la tendencia de la rutina, ha hecho que a muchos en un primer momento les costase adoptar estas medidas recomendadas.
Esto es debido a que, en ocasiones, a pesar de las indicaciones médicas la población no asume los riesgos para su salud de determinadas conductas, aspecto que ya se ha observado con anterioridad, así una de las actividades de belleza que más han aumentado en los últimos años en determinados países es el bronceado artificial con rayos UVA.
En algunos sitios el estar bronceado ha sido señal de estatus social o de ocio, así, uno puede venir de sus vacaciones moreno, después de haber disfrutado unos días en la playa, mientras que el resto de la oficina mantiene su color, por no haber sido tan afortunado.
Y, al contrario, en otras localizaciones, el estar moreno es señal de no gozar de un estatus social alto, ya que el sol quema la piel de los trabajadores del campo dándole ese color característico, mientras que otros trabajos menos pesados no dejan esa huella en el organismo, pudiéndose así convertir en una señal de diferenciación del estatus económico del consumidor, entre aquellos que se lo pueden permitir y los que no.
En la sociedad occidental actual, predomina la primera aproximación, es decir, las personas se sienten bien consigo mismas exhibiendo un bronceado, algo que requiere de tiempo y en algunos casos dinero.
Para solucionar esta demanda han surgido una serie de establecimientos que cuentan con lámparas de rayos UVA que producen el mismo efecto sobre la piel, tras una o varias sesiones de exposición.
Es decir, mediante este sistema de rayos UVA se consigue la misma apariencia de moreno que si se hubiese ido de vacaciones y disfrutado de un tiempo de relax en la playa tumbado bajo los rayos del sol.
Con lo que a nivel social se pueden obtener los beneficios de la consideración de un mayor estatus económico, simplemente pasando unos minutos dentro de estos aparatos.
A pesar de la popularización de este sistema, en los últimos años se han ido acumulando investigaciones médicas que han encontrado asociaciones entre el uso excesivo de rayos UVA con la aparición de cáncer de piel, es decir, el uso frecuente y sobre todo el abuso por parte de los usuarios de ese tiempo de bronceado, puede provocar enfermedades en la piel, con lo que se está poniendo voluntariamente en riesgo a la salud (@adgs125, 2019) (ver Ilustración 11).
Ilustración 11 Tweet Relación Rayos UVA y Cáncer
Al respecto y para comprobar los riesgos psicológicos del uso de los rayos UVA se ha llevado a cabo una investigación realizada por el Departamento de Dermatología, Facultad de Medicina Warren Alpert; el Departamento de Epidemiología, Escuela de Salud Pública; el centro médico de Providence VA; y el Departamento de Psiquiatría y Comportamiento Humano, Escuela de Medicina Warren Alpert, Universidad de Brown; junto con la División de Medicina de la Red, Departamento de Medicina, del Hospital Brighamand; el Departamento de Nutrición y el Departamento de Epidemiología de la Escuela de Salud Pública de Harvard; junto con la División de Medicina del Adolescente, del Hospital Infantil de Boston; el Departamento de Dermatología, Hospital de Rhode Island (EE.UU.) junto con el Departamento de Ciencias de la Salud Ocupacional y Ambiental, Facultad de Salud Pública, Universidad de Pekín (China) (Li et al., 2017).
En el estudio participaron 67.910 mujeres con edades comprendidas entre los 25 a 35 años, las cuales respondieron sobre la frecuencia de uso de las salas de rayos UVA, igualmente, y para conocer si existía relación entre el uso de rayos UVA con otras psicopatologías se las administró el Yale Food Addiction Scale (Flint et al., 2014), para detectar la presencia de síntomas asociados a Trastornos de la Alimentación; así mismo se tomó en cuenta la presencia o no de depresión del historial clínico de los participantes.
Los resultados muestran una relación significativa entre la presencia de depresión y un mayor uso de rayos UVA, igualmente muestran una relación significativa entre el abuso de rayos UVA y la presencia de sintomatología asociada a Trastornos de la Alimentación, especialmente con la Anorexia.
Como cualquier otra actividad, el uso de este tipo de servicios puede considerarse normales, a excepción de que se pierda el control y se convierta en adicción, es decir, que se realiza por sí mismo y no por los beneficios que eso puede acarrear, pasando de ser un medio a ser un fin en sí mismo, a esto es a lo que se denomina adicción comportamental hacia el bronceado o Tanorexia.
En este caso, la sintomatología depresiva parece jugar un papel fundamental en la formación o mantenimiento de esta adicción a los rayos UVA, como si la persona intentase compensar su estado de ánimo con dar una mejor imagen de sí misma a los demás.
Anteriores investigaciones habían informado de relaciones significativas entre los Trastornos de la Alimentación y la sintomatología Depresiva, pero en este caso, dicha relación está mediada por una adicción comportamental como es el abuso de los rayos UVA.
Según las conclusiones del estudio hay pues que tener cuidado con estas personas que abusan de los rayos UVA porque puede ser parte de una sintomatología Depresiva y sufrir Anorexia.
A pesar de estos resultados y de los problemas de salud asociados al cáncer de piel anteriormente comentados, a la ciudadanía le cuesta abandonar este tipo de costumbres, ya que proporciona un beneficio a corto plazo como es el color del bronceado, infravalorando los perjuicios a largo plazo sobre la salud.
Una actitud que se ve también en otros hábitos poco saludable o que conllevan perjuicios a largo plazo, donde el consumidor asume el riesgo centrado en el beneficio a corto plazo, a pesar de las advertencias de las autoridades, así desde hace unos años los gobiernos de medio mundo están realizando esfuerzos por detener el consumo de tabaco. Además las autoridades han tenido que luchar en contra de los hábitos mostrados a través de películas y los medios de comunicación, lo que lo ha convertido en las últimas décadas en un hábito aceptado socialmente, a pesar de sus efectos nocivos sobre la salud de quien lo consume y de las personas de su alrededor, en lo que se conoce como fumador pasivo (@CNPT_E, 2017) (ver Ilustración 12).
Ilustración 12 Tweet Prohibición Publicidad Tabaco
Si bien las medidas adoptadas han sido más bien disuasorias, poniendo todo tipo de trabas para su consumo, sin prohibirlo, limitándolo a determinadas áreas especialmente diseñadas para ello, subiendo el precio de las cajetillas o incluyendo en ellas imágenes sobre sus efectos negativos en la salud.
A pesar de lo anterior, algunos gobiernos han ideado dar un paso más y emplear los mismos mecanismos que durante años sirvieron para la difusión e incentivo del consumo de tabaco, la publicidad televisada, pero ¿son efectivos los anuncios contra el tabaco?
Esto es lo que ha tratado de averiguarse con una investigación realizada desde el Departamento de Educación, Universidad Nacional de Seúl y el Departamento de TESOL, Universidad de Hankuk de Estudios Extranjeros (Corea del Sur); junto con la facultad de Enfermería e Innovación de Salud, Universidad Estatal de Arizona; y el Departamento de Psicología, Universidad Jesuita de Wheeling (EE.UU.) (Wilson et al., 2017).
En el estudio participaron 58 estudiantes universitarios, los cuales se dividieron en dos grupos, donde el primero visionaría dos anuncios publicitarios antitabaco centrados en las emociones; mientras que el otro grupo, visionaría dos anuncios antitabaco con información lógica sin que se abordase el aspecto emocional.
Todos los participantes pasaron antes y después del visionado por tres pruebas, una relativa a los procesos de cambio, otra sobre la sintomatología depresiva y la tercera sobre la autoestima.
Los resultados muestran que no existen diferencias significativas pre y post el visionado de los anuncios, ni para el anuncio emocional ni para el lógico, en ninguna de las variables evaluadas, es decir, los estudiantes parecen no atender a la información que se les ofrece sobre los perjuicios del consumo de tabaco.
Entre las limitaciones del estudio se encuentra la selección de la población, es cierto que esta publicidad se dirige a evitar que los jóvenes se inicien en este consumo, pero la edad de inicio en muchos países ronda los 14 años, luego tendría que ser esa la edad de selección de los participantes y no los universitarios.
A pesar de lo anterior hay que tener en cuenta que el efecto de la publicidad se basa principalmente en la repetición de la emisión de los anuncios, tanto que hasta se llega a aprender el mismo, por lo que el visionado en una sola vez de dos anuncios explicaría el insuficiente efecto de este sobre las conductas hacia el tabaco, la autoestima o la sintomatología depresiva.
En el caso concreto del COVI-19 y para sorpresa de algunos usuarios se ha adoptado una medida sin precedente donde se ha prohibido realizar publicidad con respecto al juego.
La idea es que como los ciudadanos pasan mucho tiempo confinados en su casa, el juego por ordenador no enganche a dichos usuarios, lo que los puede llevar no sólo a la adicción, sino también a la ruina económica en caso de que las apuestas sean monetarias.
Si bien para la población puede no parecer prioritaria adoptar esta medida, considerando que existen otras preocupaciones en tiempo de crisis sanitaria el gobierno lo ha asumido en prevención de un aumento de casos de adicción al juego, pero sobre todo en prevención de las consecuencias económicas negativas que ello puede traer consigo, no solo en cuanto al estado de ánimo, pudiendo conducir a sufrir Depresión Mayor, sino que dicha ruina puede llevarle hasta el suicidio.
Tal es la importancia de evitar las adicciones comportamentales, especialmente en las etapas tempranas, ya que luego es difícil de desengancharse, es decir pasado el confinamiento, el nuevo adicto seguirá jugando, de ahí la importancia de adoptar esta medida para la prevención de los aspectos negativos sobre la salud física y mental de estos potenciales jugadores (@consumogob, 2020) (ver Ilustración 13).
Ilustración 13 Tweet Prohibición Publicidad de Juego
A pesar de poderse pensar que este tipo de medidas pueden ser exagerada o estar fuera de lugar, la realidad es que nuestro comportamiento económico está regido por multitud de variables internas y externas, así cuando uno piensa en compras lo suele hacer con respecto al precio de las cosas, pero ¿hasta qué punto estamos dispuestos a gastar por comprar algo?
De esta y otras preguntas similares se encarga la Psicología del Consumidor, una rama de estudio que analiza el comportamiento de la persona ante una tarea de decisión económica más o menos compleja.