De adulto, en Viena, se apasionó por su pájaro mascota, un estornino, cuya muerte le entristeció tanto que escribió un poema en su memoria del cual este es el comienzo: Aquí yace un querido loco, un pájaro, un estornino.Ya en sus mejores años tuvo que conocer el amargo dolor de la muerte.Mi corazón sangra cuando pienso en ello.