Carrera Turbulenta - January Bain



Table of Contents

Books by January Bain

Title Page

Legal Page

Book Description

Agradecimiento

Reconocimiento a las Marcas Comerciales

Capitulo Uno

Capítulo Dos

Capítulo Tres

Capítulo Cuatro

Capítulo Cinco

Capítulo Seis

Capítulo Siete

Capítulo Ocho

Capítulo Nueve

Capítulo Fiez

Capítulo Once

Capítulo Doce

Capítulo Trece

Capítulo Catorce

Capítulo Quince

Capítulo Dieciséis

Capítulo Diecisiete

Capítulo Dieciocho

Capítulo Diecinueve

Capítulo Veinte

Capítulo Veintiuno

Capítulo Veintidós

Capítulo Veintitrés

Capítulo Veinticuatro

Capítulo Veinticinco

Capítulo Veintiséis

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Acerca de la Autora

Totally Bound Publishing books by January Bain

Brass Ring Sorority

Winning Casey

Chasing Lacey

Romancing Rebecca


TETRAD Group

Racing Peril

Racing the Tide

El Grupo de Los Cuatro

CARRERA TURBULENTA

JANUARY BAIN

Carrera Turbulenta

©Copyright January Bain 2020

Primero edición publicada 2020

Esta edición publicada 2021

Diseño de la portada por Erin Dameron-Hill ©Copyright Enero 2020

Traducción al español: Santiago Machain 2021

Diseño del texto interno por Claire Siemaszkiewicz

Editorial Totally Bound

Esta es una obra de ficción. Todos los personajes, lugares y sucesos provienen de la imaginación de la autora y no deben confundirse con hechos reales. Cualquier parecido con personas, vivas o muertas, eventos o lugares es pura coincidencia.

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida en forma material, ya sea por impresión, fotocopia, escaneo u otro medio, sin la autorización escrita del editor, Totally Bound Publishing.

Las solicitudes deben dirigirse en primer lugar, por escrito, a Totally Bound Publishing. Los actos no autorizados o restringidos en relación con esta publicación pueden dar lugar a acciones civiles y/o penales.

El autor y el ilustrador han hecho valer sus respectivos derechos en virtud de las Leyes de Derechos de Autor, Diseños y Patentes de 1988 (con sus modificaciones) para ser identificados como el autor de este libro y el ilustrador de las ilustraciones.

Publicado en 2021 por Totally Bound Publishing, Reino Unido.

Ninguna parte de este libro puede ser reproducida, escaneada o distribuida en forma impresa o electrónica sin permiso. Por favor, no participe ni fomente la piratería de materiales protegidos por derechos de autor en violación de los derechos de los autores. Adquiera sólo copias autorizadas.

Totally Bound Publishing es un sello de Totally Entwined Group Limited.

Si has comprado este libro sin portada debes saber que este libro es propiedad robada. Fue reportado como no vendido y destruido a la editorial y ni el autor ni la editorial han recibido ningún pago por este libro sin portada.

Libro dos de la serie del Grupo de Los Cuatro

Alysia ha pasado los últimos diez años evitando las relaciones, pero la noche en que su vida colapsa, conoce a Nick. Ahora se ha quedado sin opciones.

Perseguida por su pasado, Alysia está desesperada por encontrar respuestas. Necesita a Nick y al grupo que ha jurado ayudar a los que no pueden acudir a la ley en busca de ayuda, porque el GLC hará lo que las fuerzas del orden no pueden o no quieren: creerle cuando dice que sabe quién la persigue.

Me llamo Nick Wheeler y trabajo en el GLC, donde aprovecho al máximo mis inusuales habilidades. Pero lo que no esperaba es involucrarme con una enfermera especialista en traumatismos, ni que se convirtiera en algo tan mortífero, con lo que está en juego hora tras hora.

Soy Alysia Rossini. Una mirada a Nick Wheeler y sé que es el que me ayudará a olvidar el pasado. Pero, ¿es justo exponerlo a tal peligro? ¿Y viviré lo suficiente para tener la oportunidad de estar con él?

Agradecimiento


Un libro es siempre un viaje que requiere un gran apoyo. He tenido el placer y el honor de contar con la ayuda de personas a las que admiro. Desde mi incomparable editora, Rebecca Baker Fairfax, hasta el impresionante equipo de Totally Bound Publishing, pasando por el mejor marido del mundo por tolerar los compromisos de tiempo que requiere una empresa así, les doy a todos mi más sincero agradecimiento. Todos ustedes hacen más bien de lo que creen.

Reconocimiento a las Marcas Comerciales

La autora reconoce la categoría de las marcas registradas y los propietarios de las siguientes marcas mencionadas en esta obra de ficción:

Beretta: Fabbrica d'Armi Pietro Beretta

Bunn: Bunn-O-Matic Corporation

Canadas Food Guide: Health Canada

Crown Royal: Diageo plc

Dirty Harry: Warner Bros. Entertainment Inc.

Disneyland: The Walt Disney Company

Dodge: FCA US LLC

Duracell: Berkshire Hathaway Inc.

Frankenstein: Mary Shelley

Glock: Glock Ges.m.b.H.

Hummer: General Motors Company

iPad: Apple Inc.

James Bond: Ian Fleming

Kevlar: DuPont de Nemours, Inc.

Little House on the Prairie: NBCUniversal Television Distribution

Mazda: Mazda Motor Corporation

Mona Lisa: Leonardo Da Vinci

Ray Donovan: CBS Television Distribution

Superman: Warner Bros. Entertainment Inc.

The Black Cat: Edgar Allan Poe

The Paper Bag Princess: Robert Munsch

The Premature Burial: Edgar Allan Poe

The Rime of the Ancient Mariner: Samuel Taylor Coleridge

The Tell-Tale Heart: Edgar Allan Poe

Timmys: Tim Hortons Inc.

Capitulo Uno

Quien con monstruos lucha cuide de convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti.

Friedrich Nietzsche

Alysia Rossini miró a través del parabrisas de su Dodge RAM el tiempo, que cada vez era más desapacible. Tenía las manos tan apretadas al volante que le dolían los nudillos. Las líneas pintadas que delimitaban el pavimento acuoso hacía tiempo que habían desaparecido. Desesperada por mantener el vehículo en la carretera, se inclinó más hacia el salpicadero, con la ropa húmeda y empapada por el sudor que se deslizaba por su columna vertebral. Tenía los limpiaparabrisas en su posición más alta, pero eran incapaces de mantener el ritmo del diluvio de lluvia que azotaba el grueso cristal en fuertes ráfagas. El estómago se le revolvía por la preocupación y la terrible sensación de inquietud premonitoria que se le ha ido acumulando durante la hora de viaje, alimentada por su intenso aislamiento.

Las brumosas, grises e indiferentes Cascade Mountains se extendían cientos de kilómetros en todas direcciones, pareciendo un planeta lejano. Conducir sola hasta su casa hacía que Alysia dudara en parar. Era tan fácil que te chocaran por detrás en esta traicionera carretera como que no lo hicieran. Y ese vehículo que le seguía la estaba acechando demasiado. El conductor necesitaba que le examinaran la maldita cabeza.

Pasaron unos cuantos kilómetros más, Alysia apretó las manos contra el volante y miró el espejo retrovisor cada pocos segundos. La reducción de la velocidad evitó que el camión con tracción a las cuatro ruedas hiciera aquaplaning, pero aumentó el tiempo con el idiota que le pisaba los talones.

Finalmente, la borrasca empezó a ceder, y las luces del vehículo que iba detrás de ella se convirtieron en algo más que dos ojos blancos que brillaban a través de la niebla. Girando la cabeza de un lado a otro, trabajó para aflojar la tensión de sus hombros. La dura realidad de su jornada laboral de veinticuatro horas seguida de una visita a su amiga Kate pasó por su mente, trayendo consigo tristeza y desesperación añadidas, y una sensación de aislamiento aún más aguda.

Sacudió la cabeza, tratando de liberar los recuerdos. Revivir un bucle de pesadilla nunca resolvía nada. Lo que más necesitaba era un trago. Aliviar el dolor del trabajo y la devastadora enfermedad de Kate. Menos mal que no estaba lejos de la gasolinera. Aceleró, presionando el pie sobre el pedal. Las luces de la explanada de la gasolinera le llamaban la atención, como un santuario en medio de la tormenta.

Oh, Dios no. El SUV que la seguía en demasía de cerca dio un coletazo en su espejo retrovisor. Se balanceaba de un lado a otro en una danza macabra, sacudiéndose de un lado a otro como un hábil ladrón que escapa de las manos de la justicia. A cámara lenta, Alysia contempló el horror que suponía que el vehículo comenzara a rodar hacia la muerte. Giró sin control, de lado a lado, y luego se detuvo en el arcén de la autopista, arrojando columnas de humo.

Quitó el pie del acelerador y giró el volante hacia la derecha, preparándose para dar la vuelta y apartarse a un lado de la carretera cerca del vehículo siniestrado. No tenía sentido que ella también tuviera un accidente.

Puso la camioneta en el aparcamiento y miró al todoterreno que tenía delante. El vapor salía de los restos del vehículo en forma de ondas. Las ruedas seguían girando, y sus elegantes tapacubos cromados captaban los destellos de luz de sus faros antiniebla.

Ella tomó su teléfono móvil e hizo la llamada.

Nueve-uno-uno, ¿en qué puedo ayudarle? le preguntó una voz al otro lado de la línea de vida de forma calmada y tranquilizadora.

Quiero informar de que hay un accidente de un solo vehículo en el Coquihalla, justo al norte del trineo de nieve Great Bear, y a quinientos metros al sur de la estación de servicio. Soy Alysia Rossini, enfermera en trauma de BC-STARS (siglas en inglés del Servicio de Rescate Aéreo de Traumatismos por Impacto de la Columbia Británica). La única en la escena. El vehículo ha volcado hace unos treinta segundos. Por favor, llame a mi equipo y avise de que aterricen en el aparcamiento de la gasolinera. Ah, y que tengan cuidado con los cables aéreos del lado norte del terreno.

Volvió a levantar la vista, un extraño sonido de estallido desvió su atención de la operadora que grababa su llamada. ¡Avisen que el vehículo está en llamas! Voy a entrar. Cortó la llamada y se metió el teléfono en el bolsillo de la chaqueta. Había más ayuda en camino, pero no llegaría hasta dentro de quince o veinte minutos. Eso, si es que podían volar con este mal tiempo.

Después de tomar un extintor y su bolsa de trauma portátil (una versión más pequeña de su kit de trabajo) del asiento de atrás, abrió la puerta del conductor y salió a la resbaladiza calzada. La lluvia helada le golpeaba la cabeza y los hombros, y cada trozo de agua que picaba era una dura reprimenda de la que apenas tomó nota. La visión de las llamas que surgían cerca de la parte delantera del vehículo hizo que su adrenalina se disparara. Tragó con fuerza y se concentró en los próximos y preciosos momentos en los que podía salvar una vida humana de la extinción.

Ella corrió hacia el todoterreno volcado, su movimiento era algo natural. Sólo que esta noche no había ninguna enfermera secundaria corriendo junto a ella desde el helicóptero hasta el lugar de los hechos. Sería la única que prestaría los primeros momentos críticos de asistencia, que a menudo suponen la diferencia entre la vida y la muerte.

Dejó caer su equipo a unos metros del vehículo, pero se aferró al extintor. Quitando el percutor metálico, dirigió la manguera negra del pesado bote rojo hacia los bajos del vehículo, cerca del compartimento del motor, donde salían disparadas franjas azuladas de llamas alimentadas por la gasolina y la goma, que ya estaban subiendo.

¿Cuántas personas estaban implicadas? Sólo había visto la cabeza del conductor iluminada por las luces del salpicadero, pero eso no significaba que no pudiera haber otros. Por favor, que no haya niños. Eso era lo peor. Víctimas inocentes que atormentaban para siempre a sus salvadores.

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