"No espera. Lo siento, pero no puedes irte hasta que te hagamos unas pruebas. Es posible que tengas daño cerebral.”
"Estoy bastante segura de que no," dijo Kate. "¿Quieres que diga el alfabeto al revés o algo así?"
Asombrado, el médico con el pelo blanco miró a los otros. Finalmente, le hizo la pregunta que estaba en boca de todos:
“¿Qué cosa eres?"
CAPÍTULO SEIS
Los padres de Kate no llegaron al hospital hasta varias horas más tarde. Su padre no había podido (o no había querido) salir antes del trabajo. Su madre, a pesar de haber sido quien recibió la llamada del hospital, había estado "demasiado ocupada." Eran las 7 de la tarde cuando alguien de su familia fue a verla. El hospital, incluso había tratado de convencer a Madison quien, a los dieciocho años, era lo más parecido a lo que podían considerar un "adulto" en su familia. Pero ella estaba demasiado ocupada con una "importante" competencia de porristas después de la escuela -claramente mucho más importante que la vida de su hermana, y no había llegado.
Durante todo ese tiempo, varios médicos y enfermeras habían estado entrando y saliendo para ver a Kate, cada uno estaba más desconcertado que el anterior. Finalmente, decidieron que ella estaba jugando algún tipo de broma de mal gusto, que había fingido el accidente para llamar la atención, una idea que sus padres compartían cuando finalmente llegaron.