La Bola - Paniza Vanesa Gomez 14 стр.


«¡Qué desagradable eres, Lavi!» ríe. «¡Entonces te morderé!» Vuelve a acercar su boca a mi cuello y siento que los dientes se hunden ligeramente en la carne.

Agarro las manos de Serena, liberándome de su agarre, y me doy la vuelta exclamando: «¡Estás loca!»

Se ríe mientras yo hago lo mismo.

«No eres normal, Sere.»

«¿Qué podría ser? Un pequeño e inocente mordisco.»

«No, no eres normal. Se te ha ido» insisto, caminando hacia la entrada del edificio, mientras ella se pone a mi lado y sigue riendo.

Atravesamos la puerta de cristal, observo que el puesto de trabajo de Mauro sigue desierto y llegamos al pasillo del ascensor. «No muerdas a nadie en la oficina» digo sonriendo.

«¿Puedo darte un abrazo de despedida?» pregunta, deteniéndose frente a mí.

«La verdad es que no» replico secamente.

«Entones adiós, antipática.»

Se aleja por el pasillo, con sus pantorrillas tensas moviéndose rítmicamente sobre sus tacones, hacia los ascensores.

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