Rosie: Dime, Greg, ¿qué haces esta noche?
Greg: ¡Rosie, cariño, soy todo tuyo! ¿Por qué no compramos una botella de vino, comida para llevar y nos quedamos en casa? Podemos alquilar un DVD para Katie.
Rosie: ¡Vale, me parece una gran idea! Y Katie se pondrá muy contenta de verte.
Ruby: ¿Qué hago, pues? ¿Le llamo?
Rosie: ¿A quién?
Ruby: ¡A TED!
Rosie: ¡Ah, sí, claro! Proponle salir. Le pediré a Kevin que me haga de canguro y nos vamos los cuatro a cenar. ¡Me apetece un montón!
Ruby: Oh, por favor, la inocencia de la juventud inexperta. Ted y Greg no tienen absolutamente nada en común. Son como un huevo y una castaña: un director de banco y un candidato a atracador. Se detestarán en cuanto se vean, se creará un ambiente horripilante, nadie hablará, sólo se oirá cómo masticamos la comida sobre un silencio ensordecedor y parecerá una especie de tortura china, nadie pedirá postre, pasaremos de tomar café, saldremos disparados hacia la puerta suspirando aliviados y prometeremos no volver a salir juntos nunca más.
Rosie: ¿Cómo te va el viernes que viene?
Ruby: El viernes me va bien.
Greg: Espero que Ruby no esté molesta con nosotros después de la otra noche. Fue como si estuviéramos en nuestro propio mundo.
Rosie: No digas tonterías, no le importó lo más mínimo. Conoció a un tipo que se llama Osito. Ah, por cierto, ¿estás libre para salir a cenar con ellos el próximo viernes? Eso si encuentro canguro para Katie.
Greg: ¿Una cena con Ruby y un hombre que se llama Osito? Parece interesante.
Rosie: Greg dice que está libre para cenar el viernes.
Ruby: Vaya, eso está muy bien, pero aún no le he dicho nada a Ted. ¿Qué dijo Alex cuando se enteró de que Greg y tú estáis enamorados?
Rosie: Verás, Ruby, ¡es que no le dije que estaba enamorada! ¡Greg y yo ni siquiera nos lo hemos dicho entre nosotros aún! Pero Alex me mandó una carta muy extraña diciéndome que piensa que Greg es un fenómeno de la naturaleza y que está ofendido porque no valoro el apoyo que nos ha prestado a Katie y a mí. La verdad es que me largó un pequeño sermón, pero no voy a darme por aludida porque había trabajado toda la noche en el hospital y estaba cansado.
Ruby: Ya veo.
Rosie: ¿Y puede saberse qué es lo que ves?
Ruby: Es justo lo que sospechaba. Está celoso.
Rosie: ¡Alex no está celoso!
Ruby: Alex tiene celos de tu relación con Greg. Se siente amenazado.
Greg: ¿A qué hora quieres que vaya a tu casa esta noche? ¿A las siete o a las ocho?
Rosie: ¡No, Alex no está celoso de mi relación con Greg! ¿Por qué iba a estarlo? Está casado con doña perfecta, felizmente, debería agregar (al menos según Sally), y como prueba de ello tengo una encantadora foto de ellos dos en la playa como dos tortolitos. Yo le di a Alex la oportunidad de formar parte de la vida de Katie y de la mía y él prefirió seguir siendo mi amigo, cosa que por fin he logrado asumir y que me parece bien. Ahora tengo una relación con Greg, que es un hombre maravilloso, ¡y Alex ya no me interesa nada en absoluto en ese sentido! Y no tengo nada más que añadir al respecto, muchas gracias. Alex es agua pasada, no le intereso y ¡ahora estoy enamorada de Greg! ¡Ahí queda eso!
Greg: Vaya…, gracias por compartir todo eso conmigo, Rosie. No te figuras cuánto me emociona saber que ya no estás interesada en absoluto en un hombre que se llama Alex, según tus elocuentes palabras.
Rosie: ¡¡Dios mío, Ruby!! ¡¡Acabo de mandarle a Greg el mensaje que había escrito para ti!! ¡MIERDA, MIERDA, MIERDA! ¡¡LE HE DICHO QUE LE AMO!!
Greg: Oye…, eso también lo he recibido, Rosie. Lo siento…
Rosie: Oh…
Ruby: Oh, ¿qué?
Capítulo 12
Rosie: Muy bien, sin duda ésta ha sido la situación más bochornosa por la que he pasado en mi vida. ¡¡¡SIN excepciones!!!
Ruby: ¿Y qué me dices de aquella vez que te pusiste un vestido blanco sin ropa interior para ir a una discoteca y alguien te echó agua por encima y de repente se te vio absolutamente todo?
Rosie: Vale, aquello fue bastante bochornoso.
Ruby: ¿Y aquella vez que estabas en el súper y cogiste la mano de otra niña por error y comenzaste a tirar de ella hacia el coche mientras Katie te esperaba dentro llorando a moco tendido?
Rosie: La madre de la niña dijo que no me preocupara, que no me iba a denunciar.
Ruby: ¿Y aquella vez en que…
Rosie: ¡Bueno, ya basta, caray! A lo mejor no ha sido la situación más bochornosa de todos los tiempos, pero desde luego se ha ganado un puesto entre los grandes clásicos de ayer y de hoy, cuyo número uno sigue siendo el momento en que besé a Alex.
Ruby: Ja, ja, ja, ja, ja, ja.
Rosie: Oh, vamos, se supone que tienes que hacer que me sienta mejor.
Ruby: Ja, ja, ja, ja, ja, ja.
Rosie: Desde luego, no hay nada como el apoyo de los amigos. Voy a dejarte. Randy Andy me está mirando por encima de la montura marrón de sus gafas increíblemente sexys como si fuera un maestro de escuela.
Ruby: A lo mejor quiere que hagas de colegiala perversa.
Rosie: Pues ha llegado unos cuantos años tarde para eso. Más bien creo que quiere matarme. Le aletean las ventanas de la nariz y respira pesadamente.
Ruby: ¿Tiene las manos encima de la mesa?
Rosie: ¡Qué asco! ¡Por favor, Ruby, corta el rollo!
Ruby: ¿Por qué? No creerás que le llaman Randy Andy[2]porque sí, ¿verdad?
Rosie: Odio las oficinas sin tabiques. Puede verme desde cualquier rincón de la habitación. Y eso incluye mis piernas debajo del escritorio. ¡Mecachis! Ahora me está mirando las piernas.
Ruby: Rosie, creo que deberías dejar de trabajar en esa oficina. No es saludable.
Rosie: Ya lo sé, estoy en ello, pero no puedo largarme hasta que encuentre otro empleo y eso está resultando bastante difícil. Por lo visto a nadie le impresiona demasiado que trabajes como secretaria en una fábrica de clips.
Ruby: Qué raro… Con lo glamuroso que suena…
Rosie: Oh, Dios mío, acaba de mover la silla para poder verme mejor. Espera un segundo, le voy a mandar un mensaje. ¡Ya estoy harta!
Ruby: ¡No lo hagas!
Rosie: ¿Por qué no? Sólo pienso mandarle una nota muy cortés pidiéndole que deje de mirarme porque me distrae mientras intento trabajar.
Tiene un mensaje instantáneo de: ROSIE
Rosie: Deja de mirarme las tetas, pervertido.
Rosie: Misión cumplida, Ruby. Ya se lo he mandado.
Ruby: Pues date por despedida. Andy no suele ser muy amable con las chicas que tienen el desparpajo de hacerse valer.
Rosie: ¡Que se joda! ¡Eso no le da derecho a despedirme!
Señorita Rosie Dunne:
Andy Sheedy Paperclip amp; Co. ya no va a precisar de sus servicios en el futuro.
Por consiguiente, su contrato de trabajo no será objeto de renovación el mes que viene tal como se había acordado en su momento.
No obstante, tiene derecho a seguir como empleada de Andy Sheedy Paperclip amp; Co. hasta el final del mes en curso, 30 de junio inclusive.
Andy Sheedy Paperclip amp; Co. agradece el trabajo que ha realizado para la empresa durante estos años y le desea suerte en el futuro.
Atentamente,
Andy Sheedy
Propietario de Andy Sheedy Paperclip amp; Co.
Tiene un mensaje instantáneo de: ROSIE
Rosie: Te he mandado la carta por fax. ¿La has leído?
Ruby: Ja, ja, ja, ja, ja, ja.
Rosie: ¿Sabes qué? Cuantas más veces la leo, más contenta estoy de marcharme. El nombre Andy Sheedy[3]Paperclip amp; Co. es de lo más elocuente, ¿no crees? Me pregunto quién le escribiría la carta teniendo en cuenta que yo soy su secretaria y, por tanto, ése es mi trabajo. A lo mejor lo hice yo y ni siquiera me di cuenta. Bueno, dime, ¿qué opinas?
Ruby: Es la mejor manera de marcharse. Rosie Dunne, vas a entrar en la historia de este edificio como la mujer que le cantó las cuarenta a Randy Andy. Haré que corra la voz, Rosie, tu despido no habrá sido en vano. ¡Te echaré de menos! ¿Adónde irás?
Rosie: No tengo la más remota idea.
Ruby: ¿Por qué no buscas trabajo en un hotel? Desde que te conozco andas dando la tabarra con los hoteles.
Rosie: Es verdad. Me tienen un pelo obsesionada. Antes de tener a Katie mi única ilusión era dirigir un hotel. No creo que ahora vaya a conseguirlo, pero todos necesitamos soñar. No hay que perder la esperanza en que es posible conseguir algo más que lo que una tiene.
Quizá sea el tamaño de los muebles lo que me hace sentir tan segura en los hoteles, esos jarrones grandes como personas y esos sofás que no cabrían en mi casa aunque derribara el tabique que separa el salón de la cocina. En los vestíbulos de los hoteles me siento como Alicia en el País de las Maravillas. Por lo menos tengo un mes para encontrar algo. Más vale que me ponga a redactar mi CV.
Ruby: Descuida, no te llevará mucho rato.
De: Rosie
Para: Alex
Asunto: ¿Está bien mi CV?
Datos adjuntos: CV. doc
Por favor, por favor, por favor ayúdame con mi CV o mi hija y yo nos moriremos de hambre. ¿Cómo puedo hacer que los trabajos cutres que he tenido causen buena impresión? ¡Socorro! ¡Socorro! ¡Socorro!
De: Alex
Para: Rosie
Asunto: Re: ¿Está bien mi CV?
Datos adjuntos: CV. doc
Como verás (en el documento adjunto) he revisado tu CV. Por descontado, el que me mandaste era casi perfecto tal como estaba, sólo he corregido la gramática y alguna falta de ortografía… ¡Ya sabes lo bueno que soy en ortografía!
Por cierto, Rosie, no has tenido «trabajos cutres», según tu propia descripción. Creo que no comprendes la dificultad de lo que estás haciendo. Eres madre soltera a jornada completa y además trabajas como secretaria personal de un empresario muy solvente. Sólo he cambiado algunas palabras; no he modificado la verdad en ningún sentido. Lo que has estado haciendo día tras días es increíble. Cuando llego a casa del trabajo estoy tan hecho polvo que me vengo abajo; apenas cuido de mí mismo, no digamos ya de otra persona.
No te menosprecies, Rosie; no restes importancia a lo que haces. Cuando vayas a las entrevistas, mantén la cabeza bien alta y muéstrate convencida de ser una trabajadora absolutamente capaz (cuando quieres); tienes la maravillosa habilidad de trabajar bien en equipo porque siempre caes bien a la gente (menos esa vez en que teníamos que hacer un trabajo en grupo en el colegio sobre los planetas y no paraste de insistir hasta que dibujamos hombrecitos en Marte y mujercitas en Venus encima del dibujo que Susie Corrigan había tardado semanas en hacer en clase de manualidades; conseguiste que el resto del grupo nos abandonara protestando y nos vimos obligados a empezar un nuevo trabajo tú y yo solos. Jesús, ¿por qué cuando estamos juntos el resto del mundo nos odia?). Eres maravillosa, guapa, lista e inteligente, y si supieras algo sobre enfermedades coronarias, yo mismo te contrataría.
Me he tomado la libertad de agregar que fuiste admitida en el Boston College, cosa que tiene su empaque, así que todo irá bien. Sé tú misma y te adorarán.
Sólo una cosa más. Insisto en que esta vez busques un trabajo que te guste de verdad. Te sorprenderá lo fácil que resulta levantarse de la cama por la mañana cuando vas a hacer algo que no te empuja a saltar desde el piso de arriba del autobús (me preocupé un poco al recibir aquel e-mail). ¿Por qué no te decides a probar suerte en un hotel? Has querido hacerlo desde que estuviste en el Holiday Inn de Londres cuando tenías siete años, ¿te acuerdas? Ve a por todas y cuéntame cómo te va…
Capítulo 13
De: Alex
Para: Rosie
Asunto: ¿Visita a Boston?
Me he escaqueado de hacer «lobotomías» durante un rato para mandarte un breve e-mail y preguntarte cómo te va la búsqueda de trabajo. Aún te queda una semana antes de que Randy Andy te expulse de su imperio de clips, así que dispones de un montón de tiempo, y si por casualidad para entonces aún no has encontrado nada que te atraiga, puedo enviarte un cheque para que te mantengas a flote una temporada (sólo si tú quieres).
Me encantaría irme a casa ahora mismo y acostarme, estoy agotado. He hecho dos guardias seguidas para no tener que mancharme las manos de sangre mañana. Tendré el día libre, ¡qué bendición! El problema es que cuando yo llegue a casa Sally se estará preparando para irse a trabajar. No puede decirse que nuestros horarios nos permitan hacer mucha vida social, a no ser que cuente el hablar con personas que van de un lado a otro en camilla desesperadas de dolor. Perdona, eso no ha tenido gracia.
Es que estoy muy cansado, y la verdad es que Sally y yo no pasamos juntos mucho tiempo que digamos, y cuando coincidimos, solemos estar tan cansados que nos quedamos fritos.
Tengo una idea. Si vinieras con Katie y Comosellame me tomaría unos días de vacaciones y haríamos excursiones, saldríamos a cenar, lo pasaríamos bien y yo podría dormir. Y por fin conocería a Comosellame. Las últimas semanas han sido de pena. ¡Necesito urgentemente una dosis de tu buen humor! Usa tu magia, Rosie Dunne, y hazme reír.
De: Rosie
Para: Alex
Asunto: ¡Rosie está aquí!
Hola, Don Amargado. ¡No temas, Rosie está aquí! Siento que las cosas no te hayan ido bien últimamente. Me parece que a la vida le gusta hacer eso de vez en cuando: te va apretando y cuando crees que no vas a poder más te vuelve a soltar.