Pero mientras llega ese momento, querido amigo, intentaré levantarte el ánimo explicándote cómo me va a mí la vida.
Bien, ante todo debes saber que ejerces una muy mala influencia sobre mí. Después de leer la obra maestra en que convertiste mi CV, y después de leer tu carta, me sentí tan motivada y segura de mí misma que me puse un chándal, una cinta para el pelo, muñequeras y zapatillas de deporte (no es verdad) y recorrí la ciudad de Dublín como una mujer en plena misión.
Eres un hombre horrible. Me hiciste creer que podía hacer cualquier cosa, que podía comerme el mundo (no vuelvas a hacérmelo nunca más), así que entregué mi CV en todos y cada uno de los hoteles en los que alguna vez había querido trabajar pero siempre me había dado miedo intentarlo. Deberías avergonzarte de haberme armado de valor, ya que no tardó nada en esfumarse y me encontré con un millón de entrevistas con un millón de empresas arrogantes que me odiaron por el descaro de haber pensado que podía trabajar para ellas.
Así que veamos; ¿por cuál de esas bochornosas entrevistas comienzo? Hmm…, hay mucho donde elegir. Bien, empecemos por la más reciente, ¿te parece? Ayer tuve una entrevista para trabajar en la recepción del Two Lakes Hotel. (¿Lo recuerdas? Uno muy pijo que hay en el centro.) La fachada es toda de cristal para que se vea el resplandor de las inmensas arañas a kilómetros de distancia. Por la noche el edificio brilla tanto que se diría que está en llamas. El restaurante está en el último piso para que puedas ver toda la ciudad. La verdad es que es muy bonito.
Pero también es uno de esos sitios en los que hay un tipo vigilando la puerta (en realidad, más bien un caballero) vestido con una especie de capa y sombrero de copa, y que no deja entrar a nadie. No te escucha y se limita a repetir que para entrar tienes que ser huésped del hotel. Francamente, ¿cómo va una a hospedarse en el hotel si no le dejan cruzar la puerta? Bueno, finalmente me dejó entrar y por poco resbalo sobre ese suelo de mármol tan pulido.
Reinaba un silencio tan absoluto que podías oír caer una horquilla. En serio: a la chica que estaba en recepción se le cayó una horquilla ¡y lo oí! Bueno, supongo que en realidad no había tanto silencio: se oían las notas de un piano que alguien tocaba en un salón y también los hilos de agua de la fuente que presidía el vestíbulo; sonidos de lo más relajantes. También había esos muebles enormes que de niña me dejaban embelesada: espejos inmensos, arañas gigantescas, puertas tan grandes como las paredes de mi apartamento. Las alfombras eran tan esponjosas que cuando las pisé creí que saldría disparada hasta el techo.
Para la entrevista me senté a La Mesa Más Grande del Mundo. Dos hombres y una mujer se sentaron en un extremo. Al menos creo que eran dos hombres y una mujer: estaban tan lejos que apenas los veía (por poco les pido que me pasen la sal).
Pensé que debía esforzarme en parecer interesada por la empresa, tal como me dijiste que hiciera, así que les pregunté por qué el hotel se llamaba Two Lakes[4] , ya que yo no tenía constancia de que hubiera ningún lago en aquella parte de la ciudad. Los dos hombres se echaron a reír y se presentaron como Bill y Bob Lake. Son los propietarios del hotel. Qué vergüenza.
Así que básicamente me puse a hablar de lo que tú me dijiste: que si me gusta mucho trabajar en equipo, que si tengo don de gentes, que si estoy muy interesada en la gestión hotelera, que si soy tan buena trabajadora y me entrego en cuerpo y alma a las tareas que emprendo, que si siempre termino las cosas que empiezo…, bla, bla, bla. Y luego me enrollé durante lo que me pareció más de una hora contándoles que adoro los hoteles desde que era niña y que siempre he deseado trabajar en un hotel. (Bueno, el lujo es vivir en un hotel, pero ambos sabemos que no me lo puedo permitir.)
Y entonces van y lo estropean todo diciendo una tontería del estilo de: «Dinos, Rosie, después del tiempo que has estado trabajando para Andy Sheedy Paperclip amp; Co., ¿qué has aprendido que consideres que puedes aportar a la recepción del Two Lakes?».
Vamos, hombre, como si mereciera la pena preguntarlo.
Vaya, tengo que dejarte. Katie acaba de llegar del colegio con cara de pocos amigos y todavía no he preparado la cena.
De: Alex
Para: Rosie
Asunto: Two Lakes Hotel
Lástima que tuvieras que cortar. Estaba disfrutando con ese e-mail. Me alegra saber que las entrevistas te están yendo tan bien. ¡Ya estoy mucho más animado!
Pero hay una cosa que me muero por saber: ¿qué contestaste cuando te preguntaron eso?
De: Rosie
Para: Alex
Asunto: Re: Two Lakes Hotel
¡Alex! ¿No te parece obvio?
¡Clips!
(Se pusieron a reír, así que salí bastante airosa.) Bueno, ahora sí tengo que dejarte. Katie me está plantando delante de las narices los dibujos que ha hecho en el colegio. Por cierto, ha hecho uno de ti… y pareces más delgado. Te lo escanearé…
Apreciada señorita Rosie Dunne:
Tenemos el placer de informarle de que le ofrecemos el puesto de jefa de recepción en el Two Lakes Hotel.
A título más personal, queremos hacerle saber que estamos muy contentos de poder contar con usted tras el éxito de la entrevista que mantuvimos la semana pasada. Dio la impresión de ser una joven despierta, inteligente e ingeniosa; la clase de persona que nos gusta tener trabajando en nuestro hotel.
Intentamos contratar siempre a la clase de personas que nos gustaría que nos diera la bienvenida al llegar a un hotel y estamos convencidos de que del mismo modo que nos hizo sonreír cuando nos reunimos, también sabrá hacer sonreír a nuestros clientes cuando lleguen a recepción. Nos complace que pase a formar parte del equipo y esperamos que en lo sucesivo nuestra relación laboral se prolongue sin trabas durante muchos años.
Rogamos se ponga en contacto con Shauna Simpson de recepción para ultimar los detalles relacionados con su uniforme.
Cordialmente,
Bill Lake Bob Lake
P. D.: También le agradeceríamos que trajera los clips que mencionó. ¡Andamos escasos de material de oficina!
Tiene un mensaje instantáneo de: ROSIE
Rosie: Dios mío, Ruby, ¿es posible que realmente vaya a tener un jefe/jefes agradable? Me parece que por fin todo está empezando a encajar.
Ruby: Y luego va y dice que es gafe. Nunca aprenderá.
De: Rosie
Para: Stephanie
Asunto: Enhorabuena
¡Qué alegría me ha dado enterarme de que tú y Pierre os hayáis prometido! Ya sé que anoche estuvimos siglos hablando por teléfono, pero aun así quería mandarte este e-mail.
¡Enhorabuena! Por cierto, ¿has sabido algo de Kevin últimamente? Nunca me llama ni me manda e-mails. Creo que tiene miedo de que vuelva a pedirle que haga de canguro.
Está ocurriendo algo muy extraño en mi vida, Stephanie. Tengo un novio que me ama y a quien correspondo, estoy a punto de empezar a trabajar en el hotel de mis sueños, Katie está guapa, sana y muy graciosa y por fin me siento buena madre. Estoy contenta. Quiero disfrutar de esta sensación y deleitarme con mi buena suerte, pero hay algo que no deja de inquietarme. Es como si una vocecilla me susurrara que todo es demasiado perfecto. Es casi como la calma antes de la tempestad.
¿Es así la vida normal? Lo pregunto porque estoy acostumbrada al dramatismo. Por lo general las cosas se resisten a salir como quiero. Estoy acostumbrada a luchar, quejarme y protestar para conseguir cosas que no son exactamente lo que quiero, pero que cubren el expediente.
Esto de ahora no servirá sólo para cubrir el expediente: es perfecto, es exactamente lo que deseaba. Deseaba sentirme amada por alguien, deseaba que Katie dejara de preguntarse si lo de no tener un papá como los demás niños era culpa suya, deseaba sentir que no sólo nos teníamos la una a la otra sino que alguien más nos aceptaba como parte de su vida, deseaba sentirme importante, deseaba sentirme alguien, deseaba saber que si un día llamaba al trabajo diciendo que me encontraba mal, me echarían en falta. Deseaba dejar de compadecerme de mí misma y lo he conseguido.
Las cosas me van de perlas. Me siento muy a gusto conmigo misma y no estoy nada acostumbrada a eso. Ésta es la nueva Rosie Dunne. La Rosie joven y confundida ya es historia. Ahora comienza la segunda etapa de mi vida…
SEGUNDA PARTE
Capítulo 14
Apreciada señorita Dunne:
Quisiera que viniera a la escuela para hablar sobre la repentina mala conducta de Katie en clase. ¿Qué le parece el miércoles después de clase? Me encontrará en el colegio. Ya sabe el número.
Señorita Casey
Para Katie
¿Qué quieres decir con que tu madre se echó a reír?
Toby
De: Rosie
Para: Alex
Asunto: Vuelo
Hola. ¿Qué tal? Bueno, nuestro vuelo aterriza a las 13.15. Número de vuelo: EI4023. Seré la mujer que arrastra del pelo a un hombre con cara de pánico por la puerta de llegadas, cargando con una niña con un soponcio en el otro brazo y empujando con los pies un carrito con veinte maletas. (Greg no soporta volar, Katie está tan alterada que me preocupa seriamente que vaya a explotar, y como no sabía qué llevarme, he metido todo mi ropero en el equipaje.) ¿Seguro que Sally sabe a qué se expone al permitir que mi alocada familia y yo nos alojemos en vuestra casa?
De: Sally
Para: Alex
Asunto: Re: Estancia de Rosie
Claro que no me viene bien, Alex. No podrías haber elegido peor momento y lo sabes de sobra.
De: Alex
Para: Rosie
Asunto: Re: Vuelo
Claro que a Sally no le importa. Me muero por veros a ti y a Katie, y por conocer a Comosellame. Os estaré esperando en las llegadas.
Querido Alex:
¡Mil gracias por las vacaciones! Lo pasé de miedo. Boston me pareció más bonito aún de lo que recordaba y me alegró que esta vez no tuviera que irme pitando a casa muerta de vergüenza. ¡Katie disfrutó una barbaridad y no deja de hablar de ti!
Greg también lo pasó muy bien. Me alegra que por fin le conocieras y también que vieras que no siempre está tan verde como cuando acababa de bajar del avión. Fue todo un lujo tener a mis dos hombres favoritos en un mismo país, ¡no digamos ya en la misma habitación! Dime, ¿qué impresión te causó? ¿Le concedes el sello de aprobación de amigo íntimo?
Aparte de constatar que tu esposa me detesta sin remedio, todo salió a pedir de boca. Pero de verdad que no me importa, Alex. Lo aceptaré y punto. De esta forma será oficial y se confirma una vez más algo que llevo tiempo pensando: por alguna extraña razón, todas las novias y esposas que tengas siempre me odiarán. Y por mi parte no hay problema. Lo tengo superado.
Sólo espero que me deje ver a vuestro hijo o hija cuando nazca. ¡Eso sí que nunca me lo había imaginado! ¡Alex Stewart va a ser papá! Cada vez que lo pienso suelto una carcajada. ¡Que Dios asista a esa criatura con un padre como tú! Es broma: ¡estoy contentísima! Aunque me cuesta creer que lo hayas mantenido en secreto durante tantos meses. Debería darte vergüenza.
Por cierto, siento mucho que Katie derramara su vaso en el vestido nuevo de Sally. No entiendo qué diablos le ocurrió. ¡Normalmente no es tan torpe! Le he dicho que le escriba una carta a Sally disculpándose. Espero que así nos odie un poquito menos.
En fin, mis pocas semanas de diversión se acaban y tengo que volver a la realidad. El lunes comienzo a trabajar en mi nuevo empleo. Toda mi vida he deseado trabajar en un hotel y he ido posponiendo la idea junto con el resto de mis sueños. Sólo espero que no resulte ser un infierno o todas las burbujas de mi ilusión se reventarán en un instante.
Hay otra cosa que se me había olvidado contarte. Greg me ha propuesto que Katie y yo nos vayamos a vivir con él. No estoy muy segura de qué decirle. Las cosas están yendo muy bien entre nosotros ahora mismo, pero no debo pensar sólo en mí. A Katie le cae muy bien Greg y le encanta estar con él (a lo mejor no resultó muy evidente en Boston porque estaba muy contenta de verte), pero no sé si está preparada para un cambio tan radical en su vida. Llevamos menos de dos años viviendo juntas en el piso y estamos aprendiendo a vivir solas. No tengo claro que volver a desarraigarla sea lo más apropiado. ¿Qué opinas?
Bueno, supongo que lo que tengo que hacer es preguntárselo a ella. Pero ¿y si dice que no? ¿Voy y le digo a Greg: «Mira…, lo siento, te quiero y tal, pero mi hija de ocho años no quiere vivir contigo»? ¿Le digo a Katie: «Mala suerte, nos mudaremos igualmente» o hago lo que ella quiere que haga? Está claro que no puedo hacer simplemente lo que a mí me apetezca, puesto que hay otras dos personas implicadas. Como ves, voy a tener en qué pensar los próximos días.
Gracias de nuevo por el paréntesis. Realmente lo necesitaba. Me aseguraré de que Katie le envíe esa carta a Sally.
Besos,
Rosie
Querida Rosie:
Bienvenida a tu primer día en el Two Lakes. Espero que por el momento todos te hayan ayudado a adaptarte. Lamento no poder saludarte en persona, pero ahora mismo estoy en Estados Unidos terminando unos asuntos en nuestro nuevo Two Lakes Hotel de San Francisco.
Mientras tanto, Amador Ramírez, el director adjunto del hotel, te enseñará cómo funciona todo.