– Hola -dijo Leisha.
El hombre bajó la ventanilla pero no contestó. Tenía un cabello castaño grasiento.
– ¿Ve ese hovercar allí? -dijo Leisha, tratando de que su voz sonara aguda y juvenil.
El hombre lo miró de reojo, con indiferencia; no alcanzaba a ver que el conductor dormía.
– Es mi guardaespaldas. Cree que estoy en el hospital, como me ordenó mi padre, haciéndome ver este labio -sentía la hinchazón donde la había golpeado Alice.
– ¿Y con eso?
Leisha dio una patadita en el piso.
– Que no quiero ir. Es una mierda y Papá también. Quiero
Stewart no la interrumpió.
– Leisha… -comenzó a decir Stewart, y se interrumpió.
– Necesito ayuda, Stewart -
A Stewart Sutter le dijo: "Me llamaste para informarme de la situación en Morehouse amp; Kennedy. Estás arriesgando tu carrera y a tu prima por Stella. Sin esperar ganar nada. Como Susan cuando me informó por adelantado de los resultados del estudio de Bernie Kuhn. Susan, que malgastó su vida por seguir a Papá y la recuperó con su propio esfuerzo.
Un contrato que no tiene en cuenta a ambos participantes no es un contrato. Lo sabe cualquier estudiante de primer año.”
A Kenzo Yagai le dijo: "El intercambio no siempre es lineal. No viste eso. Si Stewart me da algo y yo le doy algo a Stella, y dentro de diez años Stella es diferente por eso y le da algo a alguien más que aún no conocemos, eso es una ecología.
Una