Todo el mundo dijo que era un juramento estupendo y le pregunto a Tom si se lo habia sacado de la cabeza. Dijo que solo una parte, pero que el resto lo habia sacado de libros de piratas y de ladrones y que todas las bandas de buen tono tenian un juramento.
Algunos pensaron que estaria bien matar a las familias de los chicos que contaran los secretos. Tom dijo que era una buena idea, asi que saco un lapiz y la escribio. Entonces va Ben Rogers y dice:
—Pero esta Huck Finn, que no tiene familia; ?que hariamos con el?
—Bueno, ?no tiene un padre? —pregunto Tom Sawyer.
—Si, tiene padre, pero ultimamente no lo encuentra nadie. Antes estaba siempre borracho con los cerdos en las tenerias, pero hace un ano o mas que no lo ve nadie. Siguieron hablando del tema, y me iban a dejar fuera de la banda, porque decian que cada chico tenia que tener una familia o alguien a quien matar, porque si no no seria justo para los demas. Bueno, a nadie se le ocurria nada que hacer; todos estaban callados y pensativos. Yo estaba por echarme a llorar, pero en seguida se me ocurrio una salida y les ofreci a la senorita Watson: podian matarla a ella. Todos dijeron:
—Ah, estupendo. Eso esta muy bien. Huck puede ingresar.
Despues todos se clavaron un alfiler en un dedo para sacarse sangre para la firma y yo deje mi senal en el papel.
—Bueno —va y dice Ben Rogers—, ?a que se va a dedicar esta banda?
—Nada mas que robos y asesinatos —dijo Tom.
—Pero, ?que vamos a robar? Casas o ganado, o…
—?Bah! Robar ganado y esas cosas no es robar de ver dad; esos son cuatreros —va y dice Tom Sawyer—. No somos cuatreros. Eso no resulta elegante. Somos salteadores de caminos. Paramos las diligencias y los coches en la carretera, con las mascaras puestas, y matamos a la gente y les quitamos los relojes y el dinero.
—?A la gente hay que matarla siempre?
—Pues claro. Es lo mejor. Algunas autoridades no estan de acuerdo, pero en general se considera que lo mejor es matar a todos… salvo a algunos que se pueden traer aqui ala cueva y tenerlos hasta que queden rescatados.
—?Rescatados? ?Que es eso?
—No lo se. Pero eso es lo que hacen. Lo he visto en los libros, asi que desde luego es lo que tenemos que hacer nosotros.
—Pero, ?como vamos a hacerlo si no sabemos lo que es?
—Bueno, maldita sea, tenemos que hacerlo. ?No os he dicho que esta en los libros? ?Quereis hacerlo distinto de los libros y que salga todo al reves?
—Bueno, Tom Sawyer, eso esta muy bien decirlo, pero, ?como diablos van a quedar rescatados esos tipos si no sabemos como se hace? Eso es lo que me gustaria saber a mi. ?Que crees tu que es?
—Bueno, no se. Pero a lo mejor si nos quedamos con ellos hasta que queden rescatados significa que nos tenemos que quedar con ellos hasta que se hayan muerto.
—Bueno, algo es algo, es una respuesta. ?Por que no podias haberlo dicho antes? Nos los quedamos hasta que se queden muertos de un rescate, y vaya una pesadez que van a resultar: comiendolo todo y tratando de escaparse todo el tiempo.
—Que cosas dices, Ben Rogers. ?Como van a escaparse cuando hay una guardia que los vigila dispuesta a pegarles un tiro si mueven un dedo?
—?Una guardia! Esa si que es buena. O sea que alguien tiene que quedarse sentado toda la noche sin dormir nada, solo para vigilarlos. Me parece una bobada. ?Por que no podemos darles un garrotazo y que se queden rescatados en cuanto los traigamos?
—Porque no es lo que dicen los libros, por eso. Vamos, Ben Rogers, ?quieres hacer las cosas bien o no? De eso se trata. ?No crees que la gente que ha escrito los libros sabe lo que esta bien hacer? ?Crees que tu vas a ensenarles algo? Ni mucho menos. No, senor, vamos a rescatarlos como esta mandado.
—Bueno. Me da igual; pero de todas maneras digo que es una tonteria. Oye, ?matamos tambien a las mujeres?
—Mira, Ben Rogers, si yo fuera tan ignorante como tu trataria de disimularlo. ?Matar a las mujeres? No; nadie habra visto nada parecido en los libros. Las traes a la cueva y te portas con ellas de lo mas fino del mundo, y poco a poco se enamoran de ti y ya no quieren volver a sus casas.
—Bueno, si es asi, estoy de acuerdo, pero tampoco me dice mucho. En seguida tendremos la cueva tan llena de mujeres y de tipos esperando al rescate que no quedara sitio para los ladrones. Pero adelante, no tengo nada que decir.
El pequeno Tommy Barnes ya se habia dormido, y cuando lo despertaron tenia miedo, se echo a llorar y dijo que queria volver a su casa con su mama y que ya no queria ser bandido.
Asi que todos se rieron mucho de el, y cuando lo llamaron lloron el se enfado y dijo que iba a contar todos los secretos. Pero Tom fue y le dio cinco centavos para que se callase y dijo que todos nos ibamos a casa y nos reuniriamos la semana que viene para robar a alguien y matar a alguna gente.
Ben Rogers dijo que no podia salir mucho, solo los domingos, asi que queria empezar el domingo que viene; pero todos los chicos dijeron que estaria muy mal hacerlo en domingo, y se acabo la discusion. Decidieron reunirse para determinar la fecha en cuanto pudieran y despues elegimos a Tom Sawyer primer capitan y a Joe Harper segundo capitan de la banda y nos fuimos a casa.
Subi por el cobertizo a rastras hasta mi ventana justo antes del amanecer. Mi ropa nueva estaba toda llena de manchas de barro, y yo, cansado como un perro.
Una vez fui a sentarme en el bosque a pensarlo con calma. Me dije: «Si uno puede conseguir todo lo que pide cuando reza, ?por que no le devuelven al diacono Winn el dinero que perdio con lo de los cerdos? ?Por que no le devuelven a la viuda la cajita de plata para el rape que le robaron? ?Por que no puede engordar la senorita Watson? No, me dije, todo eso no tiene sentido». Fui y se lo conte a la viuda, y me dijo que lo que podia conseguirse rezando eran los «bienes espirituales». Aquello era demasiado para mi, pero me explico lo que significaba: tenia que ayudar a otra gente y hacer todo lo que pudiera por ellos y cuidar siempre de los demas y no pensar nunca en mi mismo. Segun me parecio, aquello incluia a la senorita Watson. Fui al bosque y me lo estuve pensando mucho tiempo, pero no le veia la ventaja, salvo para la otra gente; asi que por fin calcule que no me iba a preocupar mas, sino que lo olvidaria. A veces la viuda me llevaba con ella y me hablaba de la Providencia de forma que se le hacia a uno la boca agua, pero a lo mejor al dia siguiente la senorita Watson lo volvia a deshacer todo. Me parecio que podia ser que hubiera dos Providencias y que a uno, pobrecillo, le iria muy bien la Providencia de la viuda, pero que si era la de la senorita Watson, no tenia nada que hacer. Me lo pense todo y calcule que si ella queria, me iria con la de la viuda, aunque tampoco veia que iba a sacar con tenerme de su lado que no tuviera antes, dado lo ignorante y lo poca cosa y corrientucho que era yo.
A padre hacia mas de un ano que nadie lo veia, y yo tan contento; no queria volver a verlo. Siempre me atizaba cuando estaba sereno y podia echarme mano, aunque cuando el andaba cerca yo solia largarme al bosque. Bueno, hacia entonces lo encontraron en el rio ahogado, unas doce millas arriba del pueblo, decia la gente. Por lo menos, creian que era el; decian que aquel ahogado media igual que el y estaba vestido de harapos y llevaba el pelo muy largo, todo igual que padre, pero por la cara no sabian nada, porque llevaba tanto tiempo en el agua que ya no parecia en absoluto una cara. Dijeron que flotaba de espaldas en el agua. Lo sacaron y lo enterraron en la ribera. Pero yo no me quede tranquilo mucho tiempo, porque se me ocurrio una cosa. Sabia muy bien que un ahogado no flota de espaldas, sino de cara. Asi que entonces comprendi que no era padre, sino una mujer vestida de hombre. Y volvi a ponerme nervioso. Pense que el viejo apareceria algun dia, aunque por mi ojala que no.
Jugamos a los bandidos durante un mes, de vez en cuando, y despues yo me sali. Todos los chicos hicieron lo mismo. No habiamos robado a nadie, no habiamos matado a nadie, no habiamos hecho mas que fingir. Saliamos de un salto del bosque y cargabamos contra los porqueros y las mujeres que llevaban las cosas de sus huertos al mercado en carros, pero nunca les haciamos nada. Tom Sawyer llamaba a los cerdos «lingotes» y a los nabos y eso «joyas», y nos ibamos a la cueva y hablabamos de lo que habiamos hecho y de cuanta gente habiamos matado y marcado con nuestra senal. Pero yo no le veia ninguna ventaja. Una vez Tom mando a un chico que fuera corriendo por el pueblo con un palo encendido que el decia que era una «consigna» (senal de que la banda tenia que reunirse) y despues dijo que sus espias le habian mandado noticias secretas de que al dia siguiente un monton de comerciantes espanoles y arabes ricos iba a acampar en la Boca de la Cueva con doscientos elefantes y seiscientos camellos y mas de mil mulas de carga, todas transportando diamantes, y que solo llevaban una guardia de cuatrocientos soldados, asi que teniamos que ponerles una emboscada y matarlos a todos. Dijo que debiamos preparar las espadas y las escopetas y estar listos. Nunca podia llevarse ni siquiera una carreta de nabos, pero se empenaba en que las espadas y las escopetas estuvieran todas limpias, aunque, como no eran mas que listones de madera y palos de escoba, podia uno limpiarlas hasta morirse del aburrimiento y no valian ni un centavo mas que antes. Yo no creia que pudieramos vencer a tantos espanoles y arabes, pero queria ver los camellos y los elefantes, de forma que al dia siguiente, que era sabado, me presente a la emboscada, y cuando nos dio la orden salimos corriendo del bosque y bajamos el cerro. Pero no habia espanoles ni arabes ni camellos ni elefantes. No habia mas que una gira de la escuela dominical, y encima de los de primer curso. Los dispersamos y perseguimos a los ninos por el cerro, pero no sacamos mas que mermelada y unas rosquillas, aunque Ben Rogers se llevo una muneca de trapo y Joe Harper un libro de himnos y un folleto de propaganda, y entonces llego corriendo el maestro y nos hizo dejarlo todo y salir corriendo. No vi ningun diamante, y se lo dije a Tom Sawyer. Me contesto que de todos modos los habia a montones y que tambien habia arabes y elefantes y cosas. Entonces le dije que por que no podiamos verlos. Me dijo que si no fuera tan ignorante y hubiera leido un libro que se llamaba
—Hombre —dijo—, un mago puede llamar a un monton de genios, que te podrian hacer picadillo en medio minuto. Son igual de altos que arboles y cuadrados como armarios de tres cuerpos.
—Bueno —digo yo—, zy que pasa si conseguimos que algunos de esos genios nos ayuden a nosotros? ?No podriamos vencer entonces a los otros?
—?Como vas a conseguirlo?
—No se. ?Como lo consiguen ellos?
—Pues frotan una lampara vieja de estano o un anillo de hierro, y entonces llegan los genios, acompanados de truenos y rayos y de todo el humo del mundo y van y hacen todo lo que se les dice que hagan. Les resulta facilisimo arrancar de cuajo una torre y darle en la cabeza con ella a un superintendente de escuela dominical, o a cualquiera.
—?Quien les obliga a hacer todo eso?
—Hombre, el que frota la lampara o el anillo. Pertenecen al que frota la lampara o el anillo y tienen que hacer lo que les diga. Si les dice que construyan con diamantes un palacio de cuarenta millas de largo y lo llenen de chicle, o de lo que tu quieras, y que traigan a la hija de un emperador de la China para casarte con ella, tienen que hacerlo, y ademas antes de que amanezca el dia siguiente. Y encima tienen que transportar ese palacio por todo el pais siempre que se lo diga uno, ?comprendes?
—Bueno —dije yo—, creo que son idiotas por no quedarse con el palacio, en lugar de hacer todas esas bobadas. Y ademas, lo que es yo, si fuera uno de ellos me iria al quinto pino antes de dejar lo que tuviera entre manos para hacer lo que me dijese un tipo que estaba frotando una lampara vieja de estano.
—Que cosas dices, Huck Finn. Pero si es que tendrias que ir cuando la frotase, quisieras o no.
—?Como! ?Si yo fuera igual de alto que un arbol y cuadrado como un armario de tres cuerpos? Bueno, vale; iria, pero te apuesto a que ese hombre tendria que subirse al arbol mas alto que hubiera en todo el pais.
—Caray, es que no se puede hablar contigo, Huck Finn. Es como si no supieras nada de nada, como un perfecto idiota.
Me quede pensando en todo aquello dos o tres dias y despues decidi probar, a ver si era verdad o no. Me lleve una lampara vieja de estano y un anillo de hierro al bosque y me puse a frotar hasta sudar como un indio, calculando que me construiria un palacio para venderlo; pero nada, no vino ningun genio. Entonces pense que todo aquello no era mas que una de las mentiras de Tow Sawyer. Supuse que el se creia lo de los arabes y los elefantes, pero yo no pienso igual que el. Aquello parecia cosa de la escuela dominical.
Bueno, pasaron tres o cuatro meses y ya estaba bien entrado el invierno. Habia ido a la escuela casi todo el tiempo, me sabia las letras y leer y escribir un poco y me sabia la tabla de multiplicar hasta seis por siete treinta y cinco, y pensaba que nunca llegaria mas alla aunque viviera eternamente. De todas formas, las matematicas no me gustan mucho.
Al principio me fastidiaba la escuela, pero poco a poco aprendi a aguantarla. Cuando me cansaba demasiado hacia novillos, y la paliza que me daban al dia siguiente me sentaba bien y me animaba. Asi que cuanto mas tiempo iba a la escuela, mas facil me resultaba. Tambien me estaba empezando a acostumbrar a las cosas de la viuda, que ya no me molestaban tanto. El vivir en una casa y dormir en una cama me resultataba casi siempre molesto, pero antes de que empezara a hacer frio solia escaparme a dormir en el bosque, de forma que me valia de descanso. Me gustaban mas las cosas de antes, pero tambien me estaban empezando a gustar las nuevas un poco. La viuda decia que yo progresaba lento pero seguro y que lo hacia muy bien. Dijo que no se sentia avergonzada de mi.