La Comunidad del Anillo - Tolkien John Ronald reuel 4 стр.


Gandalf, sin embargo, en seguida puso en duda la historia original de Bilbo, y quiso saber algo más del anillo. Al fin obtuvo la verdadera historia después de mucho preguntar a Bilbo, lo que por un tiempo enfrió las relaciones entre ellos; el mago entendía que la verdad era importante. Aunque no se lo dijo a Bilbo, pensó que era también importante y perturbador saber que el buen hobbit no había dicho la verdad desde el principio, cosa bastante contraria a su costumbre. La idea de un «regalo», sin embargo, no era mera invención del hobbit. Se la había sugerido a Bilbo, y así lo confesó, lo que alcanzó a oír a Gollum, quien en efecto denominó al anillo muchas veces «regalo de cumpleaños». También esto le pareció a Gandalf extraño y sospechoso, pero no descubrió la verdad al respecto hasta muchos años después, como se verá luego en este libro.

De las posteriores aventuras de Bilbo muy poco hay que decir aquí. Con ayuda del anillo escapó de los orcos que guardaban la puerta y se reunió con sus compañeros. Usó el anillo muchas veces mientras iba de un lado a otro, principalmente para ayudar a sus amigos, pero guardó el secreto todo lo que pudo. Ya en su casa nunca habló de él con nadie, excepto con Gandalf y Frodo; y ningún hobbit de la Comarca supo de la existencia del anillo, o por lo menos así lo creyó él. Sólo a Frodo mostró el informe del viaje que estaba escribiendo.

Colgó la espada, Dardo, sobre el hogar, y la maravillosa cota de malla, regalo de los Enanos, tomada del tesoro escondido del Dragón, la prestó a un museo: la Casa de los Mathoms de Cavada Grande. Pero en una gaveta, en Bolsón Cerrado, conservó la vieja capa y el gorro que había llevado en sus viajes. En cuanto al anillo, lo guardó siempre en un bolsillo sujeto a una hermosa cadena.

Volvió a su hogar en Bolsón Cerrado el 22 de junio de su quincuagesimosegundo año (1342 CC), y nada digno de mención sucedió en la Comarca hasta que el señor Bolsón comenzó a preparar la celebración de su cumpleaños centesimodecimoprimero (1401 CC). En ese punto comienza esta Historia.

NOTA SOBRE LOS ARCHIVOS DE LA COMARCA

A fines de la Tercera Edad el papel desempeñado por los Hobbits en los importantes acontecimientos que llevaron a la inclusión de la Comarca en el Reino Reunido despertó en ellos una mayor curiosidad por su propia historia, y numerosas tradiciones que hasta entonces habían sido sobre todo orales, fueron recogidas y consignadas por escrito. Las más grandes familias se interesaron también en los acontecimientos del Reino en general, y muchos de sus miembros estudiaron las historias y leyendas antiguas. Al concluir la Cuarta Edad había ya en la Comarca numerosas bibliotecas que contenían muchos libros de historia y archivos.

Las más importantes de esas colecciones eran sin duda las de Torres de Abajo, las de Grandes Smials y las de Casa Brandi. El presente relato del fin de la Tercera Edad fue sacado en su mayor parte del Libro Rojo de la Frontera del Oeste. Fuente principal para la historia de la Guerra del Anillo, se llama así por haber sido conservado mucho tiempo en las Torres de Abajo, residencia de los Belinfantes, Guardianes de la Frontera del Oeste 3. El libro fue en un principio el diario personal de Bilbo, que lo llevó a Rivendel. Frodo lo trajo luego a la Comarca junto con muchas hojas de notas, y en los años 1420-1421 (CC) completó casi del todo la historia de la guerra. Pero anexados a esas páginas, y conservados con ellas, probablemente en una caja roja, había tres gruesos volúmenes encuadernados en cuero rojo que Bilbo le entregó como regalo de despedida. A estos cuatro volúmenes se le sumó en la Frontera del Oeste un quinto con comentarios, genealogías y algunas otras referencias a propósito de los hobbits de la Comunidad.

El Libro Rojo original no se conserva, pero se hicieron muchas copias, sobre todo del primer volumen, para uso de los descendientes de los hijos del señor Samsagaz. Sin embargo, la copia más importante fue conservada en Grandes Smials y se escribió en Gondor, sin duda a petición del biznieto de Peregrin y completada en 1592 en el Cómputo de la Comarca (172 de la Primera Edad). El escriba del Sur añadió la nota siguiente: «Findegil, escriba del rey, termina esta obra en IV 172. Es copia fiel del Libro del Thain de Minas Tirith, por orden del rey Elessar, del Libro Rojo de Periannath, que fue traído por el Thain Peregrin cuando se retiró a Gondor en IV 64».

El Libro del Thain fue así la primera copia del Libro Rojo y contiene muchas cosas hasta entonces omitidas o perdidas. En Minas Tirith se le añadieron numerosas anotaciones y citas en lenguas élficas, y se le agregó una versión abreviada de parte de la Historia de Aragorn y de Arwen, que no se refiere a la guerra. Se supone que la historia completa fue escrita por Barahir, nieto del intendente Faramir, poco después de la muerte del rey. Pero la copia de Findegil es importante porque sólo ella reproduce la totalidad de las «Traducciones del élfico» que Bilbo llevara a cabo. Se ha comprobado que esos tres volúmenes son una obra de gran talento y erudición, y que entre los años 1403 y 1418 Bilbo se sirvió de todas las fuentes tanto orales como escritas de que disponía en Rivendel. Pero como Frodo aparece citado pocas veces, pues esas páginas se refieren casi exclusivamente a los Días Antiguos, no diremos más aquí.

Como Meriadoc y Peregrin llegaron a ser cabezas de grandes familias, manteniendo siempre alguna relación con las gentes de Rohan y Gondor, en las bibliotecas de Gamoburgo y Alforzada se encuentran muchas cosas que no aparecen en el Libro Rojo. En Casa Brandi abundaban los libros que trataban de Eriador y la historia de Rohan. Algunos fueron compuestos o comenzados por el mismo Meriadoc, aunque en la Comarca se lo recuerda sobre todo por el Herbario de la Comarcay el Cómputo de los Añosdonde estudió las relaciones de los calendarios de la Comarca y de Bree con los de Rivendel, Gondor y Rohan. Meriadoc escribió también un breve tratado, Palabras y Nombres Antiguos de la Comarca, donde se interesa particularmente en descubrir el parentesco de la lengua de los Rohirrim con algunas palabras de la Comarca, como mathom, y los elementos antiguos en los nombres topográficos.

Los libros de Grandes Smials tenían menos interés para las gentes de la Comarca, aunque son en verdad importantes para la historia más general. Ninguno de ellos era de mano de Peregrin, pero él y sus sucesores reunieron muchos manuscritos de los escribas de Gondor, principalmente copias y resúmenes de historias y leyendas relativas a Elendil y sus herederos. Sólo aquí en la Comarca es posible encontrar abundante material para la historia de Númenor y el ascenso de Sauron. La Cuenta de los Años 4fue compuesta sin duda en Grandes Smials a partir de unos textos reunidos por Meriadoc. Aunque las fechas son a menudo conjeturales, sobre todo para la Segunda Edad, merecen alguna atención. Es posible que Meriadoc haya obtenido información de Rivendel, que visitó muchas veces. Aunque Elrond habìa partido, sus hijos permanecieron largo tiempo junto con algunos Altos Elfos. Se dice que Celeborn fue a vivir allí tras la marcha de Galadriel, pero no hay ninguna noticia sobre el día en que partió al fin hacia los Puertos Grises, y con él desapareció el último testigo de los Días Antiguos en la Tierra Media.

1

UNA REUNIÓN MUY ESPERADA

Cuando el señor Bilbo Bolsón de Bolsón Cerrado anunció que muy pronto celebraría su cumpleaños centesimodecimoprimero con una fiesta de especial magnificencia, hubo muchos comentarios y excitación en Hobbiton.

Bilbo era muy rico y muy peculiar, y había sido el asombro de la Comarca durante sesenta años, desde su memorable desaparición e inesperado regreso. Las riquezas que había traído de aquellos viajes se habían convertido en leyenda local, y era creencia común, contra todo lo que pudieran decir los viejos, que en la Colina de Bolsón Cerrado había muchos túneles atiborrados de tesoros. Como si esto no fuera suficiente para darle fama, el prolongado vigor del señor Bolsón era la maravilla de la Comarca. El tiempo pasaba, pero parecía afectarlo muy poco. A los noventa años tenía el mismo aspecto que a los cincuenta. A los noventa y nueve comenzaron a considerarlo «bien conservado», pero «sin cambios» hubiese estado más cerca de la verdad. Había muchos que meneaban la cabeza pensando que eran demasiadas cosas buenas; parecía injusto que alguien tuviese (en apariencia) una juventud eterna, y a la vez (se suponía) bienes inagotables.

—Tendrá que pagar —decían—. ¡No es natural, y traerá problemas!

Pero tales problemas no habían llegado, y como el señor Bolsón era generoso con su dinero, la mayoría de la gente estaba dispuesta a perdonarle sus rarezas y su buena fortuna. Se visitaba con sus parientes (excepto, claro está, los Sacovilla-Bolsón) y contaba con muchos devotos admiradores entre los hobbits de familias pobres y poco importantes. Sin embargo, no tuvo amigos íntimos, hasta que algunos de sus primos más jóvenes fueron haciéndose adultos.

El primo mayor, y el favorito de Bilbo, era el joven Frodo Bolsón. Cuando Bilbo cumplió noventa y nueve, adoptó a Frodo como heredero y lo llevó a vivir consigo a Bolsón Cerrado; las esperanzas de los Sacovilla-Bolsón se desvanecieron del todo. Ocurría que Bilbo y Frodo cumplían años el mismo día: el 22 de septiembre. «Mejor será que te vengas a vivir aquí, muchacho», dijo Bilbo un día, «y así podremos celebrar nuestros cumpleaños cómodamente juntos». En aquella época, Frodo estaba todavía en la «veintena», como los hobbits llamaban a los irresponsables veinte años que median entre los trece y los treinta y tres.

Pasaron doce años más. Los Bolsón habían dado siempre bulliciosas fiestas de cumpleaños en Bolsón Cerrado; pero ahora se tenía entendido que algo muy excepcional se planeaba para el otoño. Bilbo cumpliría ciento once años, un número bastante curioso y una edad muy respetable para un hobbit (el viejo Tuk había alcanzado sólo los ciento treinta; y Frodo cumpliría treinta y tres, un número importante: el de la mayoría de edad).

Las lenguas empezaron a moverse en Hobbiton y Delagua: el rumor del próximo acontecimiento corrió por toda la Comarca. La historia y el carácter del señor Bilbo fueron de nuevo el tema principal de conversación, y las gentes más viejas descubrieron que los cuentos del pasado eran de pronto bien recibidos por todos.

Nadie tuvo auditorio más atento que el viejo Ham Gamyi, conocido comúnmente como «el Tío». Contaba sus historias en La Mata de Hiedra, una pequeña posada en el camino de Delagua, y hablaba con cierta autoridad, pues había cuidado el jardín de Bolsón Cerrado durante cuarenta años, y anteriormente había ayudado al viejo Cavada en esas mismas tareas. Ahora que envejecía y se le endurecían las articulaciones, el trabajo estaba a cargo generalmente de su hijo más joven, Sam Gamyi. Tanto el padre como el hijo tenían muy buenas relaciones con Bilbo y Frodo. Vivían en la Colina misma, en Bolsón de Tirada número 3, justo debajo de Bolsón Cerrado.

—El señor Bilbo es un caballero hobbit muy bien hablado, como he dicho siempre —declaró el Tío.

Decía la verdad, pues Bilbo era muy cortés con él, y lo llamaba «maestro Hamfast» y lo consultaba constantemente sobre el crecimiento de las legumbres; en materia de tubérculos, especialmente de patatas, reconocía al Tío como autoridad máxima en las vecindades (incluyéndose él mismo).

—¿Quién es ese Frodo que vive con él? —preguntó el viejo Nogales de Delagua—. Se apellida Bolsón, pero dicen que es mitad Brandigamo. No entiendo por qué un Bolsón de Hobbiton ha de buscar esposa en Los Gamos, donde la gente es tan extraña.

—Claro que son extraños —intervino Papá Dospiés, el vecino del Tío—. Sí, viven en la orilla mala del Brandivino y a la derecha de Bosque Viejo. Un lugar siniestro y tenebroso, si es cierto la mitad de lo que se cuenta.

—¡Tienes razón, Pa! —dijo el Tío—. No porque los Brandigamo de Los Gamos vivan en Bosque Viejo; pero son una familia rara, parece. Se divierten con botes en ese gran río, y eso no es natural; no me asombra que no salga nada bueno; pero de cualquier modo el señor Frodo es un joven hobbit tan agradable como el que más. Muy parecido al señor Bilbo, y no sólo en el aspecto. Al fin y al cabo, el padre era un Bolsón. Hobbit decente y respetable, el señor Drogo Bolsón; nunca dio mucho que hablar, hasta que se ahogó.

—¿Se ahogó? —dijeron varias voces.

Habían oído antes este y otros rumores más sombríos, naturalmente; pero los hobbits tienen pasión por las historias de familia, y estaban dispuestos a oírlo todo de nuevo.

—Bien, así dicen—dijo el Tío—. Verán: el señor Drogo se casó con la pobre señorita Prímula Brandigamo; ella era prima hermana por parte de madre de nuestro señor Bilbo (la madre era la hija menor del viejo Tuk), y el señor Drogo era primo segundo. Así el señor Frodo es primo hermano y segundo del señor Bilbo, o sobrino por ambas partes, si ustedes me siguen. El señor Drogo estaba viviendo en Casa Brandi con el suegro, el viejo señor Gorbadoc, cosa que hacía a menudo (pues era de muy buen comer, y la mesa del viejo Gorbadoc estaba siempre bien servida), y salió a navegar por el Brandivino; se ahogaron él y su mujer; el pobre señor Frodo era niño aún.

—He oído que se fueron al río después de la cena, a la luz de la luna —dijo el viejo Nogales—, y que fue el peso de Drogo lo que hizo zozobrar la embarcación.

—Y yohe oído que ella lo empujó y que él tiró de ella y la arrastró al agua —dijo Arenas, el molinero de Hobbiton.

—No prestes atención a todo lo que se dice, Arenas —dijo el Tío, que no estimaba mucho al molinero—. No es necesario hablar de empujones y tirones. Los botes son bastante traicioneros aun para los pasajeros más apacibles. No le busquemos cinco pies al gato. De cualquier manera el señor Frodo quedó huérfano, desamparado, como se dice, entre aquellos extraños gamunos, y fue educado de algún modo en Casa Brandi. Una simple conejera, según dicen. El viejo señor Gorbadoc nunca tenía menos de doscientos parientes en el lugar. El señor Bilbo se mostró de veras bondadoso cuando trajo al joven a vivir entre gente decente.

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