No estoy seguro de lo que es un I.Q. El Dr. Nemur dijo que era algo que media lo inteligente que era uno... como una escala de pesos de la tienda. Pero el Dr. Strauss tuvo una gran discusión con él y dijo que un I. Q. no pesa la inteligencia. Dijo que un I. Q. indica cuánta inteligencia puede uno desarrollar, como los números que hay en la parte exterior de un vaso de medir líquidos.
Luego, cuando le pregunté a Burt, que me hizo los tests de inteligencia y las pruebas con Algernon, me dijo que los dos estaban equivocados (tuve que prometerle que no se lo diría a ellos). Burt dice que un I. Q. mide un montón de cosas distintas, incluidas algunas de las cosas que uno ya había aprendido, y que en realidad no sirve para nada.
De modo que todavía no sé lo que es un I. Q., excepto que el mío será pronto de más de 200. No quiero decir nada, pero no entiendo una cosa: si ellos no saben lo qué es, ni dónde está, ¿cómo pueden saber cuánto ha adquirido uno?
El Dr. Nemur dice que mañana tendré un Rorschach Test. Me pregunto qué será eso,
Abril 22.
Ya he descubierto lo qué es un Rorschach. Es el test que me hicieron antes de la operación: el de las manchas de tinta en los trozos de cartulina. El hombre que me hizo el test era el mismo.
Yo estaba muy asustado por aquellas manchas de tinta. Sabía que iba a preguntarme qué es lo que veía en ellas, y sabía que no seria capaz de ver nada. Estaba pensando si habría algún modo de saber qué clase de cuadros estaban ocultos allí. Tal vez no eran cuadros. Tal vez era un truco para ver si yo era lo bastante tonto como para ver allí algo que no había. Al pensar en esto me puse furioso contra él.
—De acuerdo, Charlie —dijo—. Ya has visto antes estas cartulinas, ¿te acuerdas?
—Desde luego que me acuerdo,
Por el tono de mi voz comprendió que yo estaba furioso, y pareció sorprendido.
—Sí, desde luego, Ahora quiero que mires ésta. ¿Qué puede ser esto? ¿Qué ves en esta cartulina? La gente ve toda clase de cosas en estas manchas de tinta. Dime lo que ves tú en ella... en qué te hace pensar.
Yo estaba impresionado. Aquello no era lo que yo había esperado que dijera.
—¿Quiere usted decir que no hay ningún cuadro escondido en estas manchas de tinta?
Arrugó la frente y se quitó las gafas.
—¿Qué?
—Cuadros. Ocultos en las manchas de tinta. La última vez usted me dijo que cualquiera podía verlos y que usted quería que también yo los encontrara.
Él me explicó que la última vez había utilizado casi exactamente las mismas palabras que estaba utilizando ahora Yo no podía creerlo, y todavía tengo la sospecha de que me estaba engañando para reírse de mí. A no ser —también cabía la posibilidad— de que yo no le hubiese entendido bien a causa de mi deficiencia mental.
Miramos todas las cartulinas lentamente. Una de ellas parecía un par de murciélagos chocando contra algo, Otra parecía dos hombres luchando con espadas. Yo imaginaba toda clase de cosas. Y creo que lo hice bastante bien. Pero ya no me fiaba de aquel hombre y daba la vuelta a todos las cartulinas para ver si tenían algo oculto, Mientras él tomaba notas, yo miraba por el rabillo del ojo para ver si podía leerlo, Pero lo escribía todo en clave y era algo así
WF + A DdF — Ad orig. WF — A SF + obj.
El test todavía no tiene sentido para mí. Me parece que cualquiera puede mentir diciendo que ha visto cosas que en realidad no ha visto, ¿Cómo podía saber aquel hombre que yo no le estaba tomando el pelo mencionando cosas que en realidad no me eran sugeridas por las manchas de tinta? Tal vez pueda comprenderlo cuando el Dr. Strauss me deje leer libros de psicología.
Abril 25.
Me he inventado un nuevo modo de alinear las máquinas en la fábrica, y Mr. Donnegan dice que esto le ahorrará diez mil dólares al año en trabajo y en aumento de la producción. Me ha dado un billete de veinticinco dólares. Quería invitar a almorzar a Joe Carp y a Frank Reilly para celebrarla, pero Joe me ha dicho que tenía que ir a comprar algunas cosas con su mujer, y Frank me ha dicho que tenía que ir a almorzar con su primo, Creo que tendrá que pasar algún tiempo para que se acostumbren al cambio que se ha operado en mí. Todo el mundo parece estar asustado de mí. Cuando me acerqué a Amos Borg y le toqué en el hombro, dio un gran salto,
La gente ya no me habla amistosamente como solía hacerlo antes. Esto hace que me sienta un poco solo.
Abril 27.
Hoy he reunido todo mi valor y le he pedido a Miss Kinnian que viniera a cenar conmigo mañana por la noche para celebrar la propina que me había dado Mr. Donnegan. De momento, ella no estaba segura de si sería correcto, pero yo se lo he preguntado al Dr. Strauss y me ha dicho que no había ningún inconveniente. El Dr. Strauss y el Dr. Nemur no parecen estar en muy buenas relaciones. Se pasan el tiempo discutiendo, Esta noche, cuando he entrado para preguntarle al Dr. Strauss lo de ir a cenar con Miss Kinnian, les he oído gritar. El Dr. Nemur estaba diciendo que aquel era su experimento y su investigación, y el Dr. Strauss replicaba que él había contribuido tanto como su colega, ya que me había encontrado a mí a través de Miss Kinnian y había realizado la operación. El Dr. Strauss ha añadido que algún día millares de neurocirujanos podrían utilizar su técnica en todo el mundo,
El Dr. Nemur deseaba publicar los resultados del experimento a finales de este mes. El Dr. Strauss quería esperar un poco más para mayor seguridad. El Dr. Strauss ha dicho que el Dr. Nemur estaba más interesado en la Cátedra de Psicología de Princeton que en el experimento. El Dr. Nemur ha dicho que el Dr. Strauss no era más que un oportunista que estaba tratando de obtener gloria pegándose a sus faldones.
Al salir de allí, más tarde, estaba temblando, No sé exactamente por qué, pero era como si hubiera visto claramente a aquellos dos hombres por primera vez. Recuerdo haberle:oído decir a Burt que el Dr. Nemur tenía una esposa muy ambiciosa que le estaba apremiando siempre para que publicara cosas a fin de que pudiera convertirse en un hombre famoso. Burt decía que el sueño dorado de la esposa del Dr. Nemur era tener un marido de gran renombre.
¿Estaba tratando realmente el Dr. Strauss de obtener gloria pegándose a sus faldones?
Abríl 28.
No comprendo cómo no me había dado cuenta nunca de lo bonita que en realidad es Miss Kinnian. Tiene los ojos castaños, y sus sedosos cabellos, del mismo color, le llegan hasta los hombros. ¡Sólo tiene treinta y cuatro años! Creo que desde el primer momento yo había tenido la sensación de que era un genio inalcanzable... y muy, muy vieja. Ahora, cada vez que la veo me parece más joven y más encantadora.
Hemos cenado y hemos charlado largamente. Cuando me ha dicho que yo estaba avanzando con tanta rapidez que pronto la dejaría a ella atrás, me he echado a reír.
—Es verdad, Charlie. Eres ya mucho mejor lector que yo misma. Puedes leer una página entera de una sola ojeada, en tanto que yo sólo puedo captar unas cuantas líneas al mismo tiempo, Y tú recuerdas todo lo que lees. En cambio yo, con mucha suerte, sólo puedo recordar las ideas principales y el significado general de lo que he leído.
—Yo no me siento inteligente. Hay tantas cosas que no comprendo...
Miss Kinnian cogió un cigarrillo y yo le di fuego.
—No tienes motivos para quejarte, Charlie. En cuestión de días y de semanas estás obteniendo lo que a las personas normales les cuesta media vida adquirir. Esto es lo que hace tan sorprendente la cosa. Ahora eres como una esponja gigante que va absorbiendo cosas. Hechos, cifras, conocimientos generales. Y pronto empezarás a relacionarlas unas con otras. Verás cómo están conectadas las distintas ramas del conocimiento. Existen muchos niveles de cultura, Charlie, como peldaños de una gigantesca escalera que le lleva a una cada vez más arriba y más arriba para ver más y más el mundo que le rodea.
Yo sólo puedo ver un trocito de ese mundo, Charlie, y no llegaré mucho más arriba de lo que estoy ahora, pero tú subirás más y más alto, y verás más y más cosas, y cada peldaño te abrirá nuevos mundos que nunca habías imaginado que pudieron existir —frunció el ceño—. Espero... sólo espero que Dios:...
—¿Qué?
—No importa, Charlie. Sólo espero no haberme equivocado cuando te aconsejé que fueras el primero en dejarte operar.
Me eché a reír.
—Eso no es posible. La cosa ha salido bien, ¿no es cierto? Incluso Algernon sigue siendo listo.
Nos quedamos silenciosos un buen rato y yo sé lo qué ella estaba pensando mientras me miraba juguetear con la cadena de mi pata de conejo y mis llaves. No quiero pensar en aquella posibilidad, del mismo modo que la gente de edad madura no quiere pensar en la muerte. Yo sé que esto es sólo el comienzo. Sé lo que miss Kinnian había querido decir al hablar de los niveles de cultura, porque yo he visto ya algunos de ellos. La idea de dejarla a ella me entristecía.
Estoy enamorado de miss Kinnian.
INFORME DE PROGRESOS 12 — Abril 30.
He dejado mi trabajo en la Donnegan's Plastic Box Company. Míster Donnegan insistió en que seria mejor para todos que yo me marchara. ¿Qué es lo que he hecho para que me odien tanto?
La primera noticia que tuve del asunto fue cuando míster Donnegan me enseñó la petición. Ochocientos cuarenta nombres, todos los obreros de la fábrica, excepto Fanny Gierden. Al repasar rápidamente la lista, vi que el suyo era el único nombre que faltaba. Todos los demás pedían que yo fuese despedido.
Joe Carp y Frank Reilly no quisieron hablar del asunto. Nadie quiso hablar conmigo del asunto, excepto Fanny. Fanny es una de las pocas personas que conozco que actúan de acuerdo con lo que creen a pesar de todo lo que el resto del mundo pueda decir, hacer o pensar. Y Fanny creía que yo no tenia que ser despedido. Se había opuesto a la petición desde el primer momento y se mantuvo firme en su posición a pesar de las presiones y de las amenazas de que había sido objeto.
—Lo cual no quiere decir —observó Fanny— que yo no crea que hay algo muy extraño en lo que te ha ocurrido, Charlie. Has cambiado mucho. Eras un hombre bueno, obediente, normal... tal vez no demasiado brillante, pero honrado. Quién sabe lo que has hecho contigo mismo para convertirte repentinamente en un hombre tan listo... Como todo el mundo dice por aquí, Charlie, la cosa resulta un poco misteriosa.
—Pero, ¿cómo puedes decir eso, Fanny? ¿Qué hay de malo en que un hombre adquiera inteligencia y desee aumentar sus conocimientos y comprender el mundo que le rodea?
Fanny inclinó la mirada sobre su trabajo y yo me volví para marcharme. Sin mirarme, Fanny dijo:
—Cuando Eva escuchó a la serpiente y comió el fruto del árbol del conocimiento, fue obra del demonio, Cuando vio que estaba desnuda, fue obra del demonio... De no haber sido por aquello, ninguno de nosotros se hubiera hecho viejo, ni hubiera conocido las enfermedades, ni hubiera muerto.
De nuevo la sensación de vergüenza ardía dentro de mi. Esta inteligencia ha levantado una barrera entre mi persona y los hombres y mujeres a los que conocía y quería. Antes, se reían de mí y me despreciaban por mi ignorancia y estupidez; ahora, me odian por mis conocimientos y por mi comprensión. ¿Qué es lo que quieren de mí, en nombre del cielo?
Me han echado de la fábrica. Ahora estoy más solo que nunca...
Mayo 15.
El doctor Strauss está furioso conmigo porque no he escrito ningún informe de progresos en dos semanas. Tiene mucha razón en quejarse, porque el laboratorio me paga ahora un salario de un modo regular. Le dije que estaba demasiado ocupado pensando y leyendo. Cuando le expliqué que el trabajo de escribir me resultaba muy pesado, debido a la mala letra que tengo, lo cual me hacía perder la paciencia, me sugirió que aprendiera a escribir a máquina. Ahora me resulta mucho más fácil escribir, ya que puedo mecanografiar casi setenta y cinco palabras por minuto. El doctor Strauss me recuerda continuamente la necesidad de hablar y de escribir de un modo sencillo, de modo que la gente pueda comprenderme.
Trataré de pasar revista a todas las cosas que me han ocurrido durante las últimas dos semanas. Algernon y yo fuimos presentados a la Sociedad Psicológica Norteamericana reunida en asamblea con la Sociedad Psicológica Mundial el pasado jueves. Producimos una verdadera sensación. El doctor Nemur y el doctor Strauss estaban muy orgullosos de nosotros.
Sospecho que el doctor Nemur, que tiene sesenta años —diez más que el doctor Strauss—, estima necesario comprobar los resultados tangibles de su trabajo. Indudablemente, el resultado de las presiones de mistress Nemur.
Contrariamente a mis primeras impresiones de él, me he dado cuenta de que el doctor Nemur no es un genio, ni mucho menos. Tiene un cerebro bastante bueno, pero está muy inseguro de sí mismo. Quiere que la gente le tome por un genio. En consecuencia, para él es muy importante saber que su trabajo es aceptado por el mundo. Creo que el doctor Nemur está impaciente porque teme que alguien pueda hacer algún descubrimiento en el mismo campo científico y esto le quite fama a él.
El doctor Strauss, en cambio, puede ser llamado un genio, aunque tengo la impresión de que sus zonas de conocimiento son demasiado limitadas. Fue educado en la tradición de la más estricta especialización; los aspectos más amplios de su propia especialidad fueron descuidados más de la cuenta... incluso tratándose de un neurocirujano.
Quedé asombrado al enterarme de que los únicos idiomas antiguos que podía leer eran latín, griego y hebreo, y que no sabe casi nada de matemáticas más allá de los niveles elementales del cálculo de variaciones. Cuando él mismo me confesó esto, casi me sentí enojado. Era como si hubiera estado ocultando aquella parte de sí mismo a fin de engañarme, fingiendo —como he descubierto que hace mucha gente— ser lo que no es. Ninguna de las personas que conozco es lo que parece ser en la superficie.
El doctor Nemur no parece encontrarse a gusto a mi lado. A veces, cuando trato de hablar con él, se limita a mirarme de un modo muy raro y da media vuelta, dejándome con la palabra en la boca. De momento, me puse furioso cuando el doctor Strauss me dijo que yo le estaba dando al doctor Nemur un complejo de inferioridad. Creía que se estaba burlando de mí, y soy muy susceptible al imaginar que puedan reírse a mi costa.
¿Cómo podía yo saber que un reputado psicoexperimentalista como Nemur no supiera una palabra de indostánico ni de chino? Es algo completamente absurdo, teniendo en cuenta los trabajos que se realizaban en la India y en China en aquella misma especialidad científica.
Le pregunté al doctor Strauss cómo podía refutar Nemur los ataques de Rahajamati a su método y a sus resultados, si Nemur no era capaz de leerlos primero, La extraña expresión del rostro del doctor Strauss sólo podía significar una de dos cosas. O bien que no quería decirle a Nemur lo que opinaban en la India de sus experimentos, o bien —y esto me preocupa— que el propio doctor Strauss lo ignoraba. Debo tener cuidado y hablar y escribir de un modo claro y sencillo de modo que la gente no se ría.
Mayo 18.
Estoy muy disgustado. Anoche vi a miss Kinnian por primera vez desde hace una semana. Traté de evitar toda alusión a temas demasiado intelectuales y de mantener la conversación a un nivel sencillo, cotidiano, pero ella se limitó a mirarme con expresión de desconcierto y me preguntó qué significaba aquello de la variante matemática equivalente en el Quinto Concierto de Dorbermann.
Cuando traté de explicárselo me hizo callar y se echó a reír. Me puse furioso, pero sospecho que me estoy acercando a ella a un nivel equivocado. Hable de lo que hable con ella, soy incapaz de establecer una comunicación entre nosotros. Debo revisar las ecuaciones de Wrostadt sobre Los niveles de progresión semántica. Me he dado cuenta de lo imposible que me resulta establecer comunicación con la gente. Gracias a Dios, puedo pensar en libros, y en música, y en otras muchas cosas. La mayor parte del tiempo lo paso solo en mi habitación de la casa de huéspedes de mistress Flynn, y rara vez hablo con alguien.