DE LOS DEFECTOS
Gilberto de Nucci tiene una excelente imagen al respecto de nuestro comportamiento. Según él, los hombres caminan por la faz de la Tierra en fila india, cada uno cargando una alforja al frente y una detrás.
En la alforja del frente, nosotros colocamos nuestras cualidades. En la alforja de detrás, guardamos todos nuestros defectos.
Por eso, durante el viaje por la vida, mantenemos los ojos fijos en las virtudes que poseemos, apretadas en nuestro pecho. Al mismo tiempo, reparamos impiadosamente, en los sacos de nuestro compañero que está adelante, todos los defectos que él posee.
Y nos juzgamos mejores que él, sin percibir que la persona que esta detrás de nosotros está pensando lo mismo respecto de nosotros.
DE LA CRISÁLIDA
El gran escritor griego, Nikos Kazantzakis ("Zorba, el Griego") cuenta que, cuando niño, reparó en una crisálida adherida a un árbol, donde una mariposa se preparaba para salir. Esperó algún tiempo, pero, como estaba demorando mucho, resolvió acelerar el proceso. Comenzó a calentar la crisálida con su aliento; la mariposa terminó saliendo, pero sus alas aún estaban amarradas, y terminó por morir poco tiempo después.
"Era necesaria una paciente maduración hecha por el sol, y yo no supe esperar", dijo Kazantzakis. "Aquel pequeño cadáver es, hasta hoy, uno de los mayores pesos que tengo en la conciencia. Más fue él el que me hizo entender lo que es un verdadero pecado mortal: forzar las grandes leyes del Universo. Es preciso paciencia, aguardar la hora exacta y seguir con confianza el ritmo que Dios escogió para nuestra vida".