DE SALOMÓN
Si usted encuentra que apenas usted está sufriendo, o amando, o desesperado, o aterrorizado, en fin, si usted halla que todo lo bueno o lo malo de la vida solo le pasa a usted, recuerde a Salomón:
"Generación va y generación viene, más la Tierra permanece siempre igual. El Sol se levanta, y se pone el Sol, y vuelve a su lugar y nace de nuevo (…). Lo que fue y lo que ha de ser, lo que se hace, eso se volverá a hacer. No hay nada nuevo bajo el Sol".
Salomón decía esto hace 3.000 años atrás, pero no para hacer que nos sintiésemos inútiles o repetitivos. Su intención era mostrarnos que, en ningún momento, estamos solos. Si Dios hizo que todas las generaciones anteriores encontrasen su rumbo, hará lo mismo por cada uno de nosotros. Al final, Él tiene milenios de experiencia con nuestros problemas.
DE LA PARADA
No se olvide que a veces es preciso parar. O los pies quedarán heridos, la mente se distraerá, y el cansancio empobrece la Búsqueda.
La tradición académica tiene un "Año Sabático"; a cada siete años de trabajo, el profesor pasa un año lejos de la Universidad. Al salir de la rutina, él abre espacio para nuevos conocimientos.
En la antigüedad, los campesinos dividían su tierra en siete terrenos: a cada año, uno de ellos quedaba abandonado, sin producir nada. Allí crecían hierbas dañinas, matorrales, todo lo que la naturaleza tuviese voluntad de producir sin interferencia del hombre. De esta manera la tierra se revigorizaba, y era capaz de, el año siguiente, aceptar la simiente del agricultor.
Quien no para por libre voluntad, termina siendo paralizado por la vida. En la Búsqueda, como en todo lo demás, acción e inacción tienen la misma importancia.