Reflexiones Diarias - Coelho Paulo 34 стр.


CUIDADO CON LOS RECUERDOS

Llego a Madrid a las ocho de la mañana. Me voy a quedar apenas algunas horas, no tiene sentido telefonear a los amigos, arreglar algún encuentro. Resuelvo caminar solo por lugares que me gustan, y termino fumando un cigarrillo en un banco del parque Retiro.

– Usted parece que no está aquí -me dijo un anciano, sentándose a mi lado.

– Estoy aquí -respondo. -Sólo que doce años atrás, en 1986. Sentado en este mismo banco con un amigo pintor, Anastasio Ranchal. Los dos estamos mirando a mi mujer, Christina, que bebió más de la cuenta y hace como que baila flamenco.

– Aproveche -dijo el anciano. -Pero no se olvide que el recuerdo es como la sal: en la cantidad adecuada le da sabor a la comida, pero si se exagera, estropea el alimento. Quien vive demasiado en el pasado, gasta su presente en recordar.

LA PUERTA DE LA LEY

Kafka cuenta la historia de un hombre que buscando justicia, camina hasta el Palacio de Justicia. Frente a la puerta del palacio, un soldado monta guardia.

Como el centinela no le dirige la palabra, el hombre decide esperar. Espera todo un día, pero el guardia continúa mudo.

Si mira para este lado, se dará cuenta que quiero entrar, piensa el hombre. Y ahí se queda.

Pasan días, semanas y años enteros. El hombre sigue frente a la puerta y el centinela sigue montando su guardia.

Pasan las décadas, el hombre envejece y ya no consigue moverse. Finalmente, cuando se da cuenta que la muerte se aproxima, reúne sus últimas fuerzas y le pregunta al guardia:

– He venido hasta aquí en busca de justicia. ¿Por qué no me dejó pasar?

– ¿Que yo no lo dejé?, respondió sorprendido el centinela. -¡Usted nunca me dijo qué estaba haciendo ahí! La puerta siempre estuvo abierta, no había más que empujarla. ¿Por qué no entró?

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