El Baile De La Luna: Libro Uno Dela Serie Lazos De Sangre - Amy Blankenship 6 стр.


Le devolvió el formulario.

Pero dile que se deje la pistola paralizante en casa Nick observó a su hermano un momento y añadió: Kat dice que el tío al que le ha dado la descarga era su novio y que el que le puso las esposas era su hermano.

Ese novio suyo tenía una pistola. Pude olerlo Devon se encogió de hombros y sus ojos se estrecharon: Tal vez no era tan buen novio.

Tal vez quieras andar con cuidado... Nick agitó la cabeza, y vio como aquello despertaba más interés en su hermano. Si la quieres, a lo mejor deberías encargarte de controlarla mientras esté aquí Nick apretó los dientes al notar olor a vampiro. Sin mediar palabra, se fue por donde había venido.

Envy miró a un lado y a otro con nervios y vio un ascensor que no había visto antes. Levantó una ceja al ver que tenía un teclado en lugar del típico botón. Empezó a dar golpecitos con el bolígrafo preguntándose cuánto tiempo estaría allí esperando. Todavía tenía que enterarse de si Chad había arrestado a Trevor o simplemente lo había obligado a abandonar la discoteca.

Observó el escritorio para intentar alejar su mente de allí por un momento. Ella era una investigadora nata, como su hermano, aunque Chad intentaba no darle importancia. La verdad es que Chad podría llegar a ser un gran detective. Él le decía a todo el mundo que era un simple policía de patrulla, pero no podía ser menos cierto. Era el líder de los SWAT.

Al final, ella echó un vistazo al papel que había cogido despreocupadamente de la mesa. Era la factura de un proveedor. Escaneó con la mirada la información de facturación y vio un nombre en la parte inferior. Con un golpe volvió a poner el papel sobre la mesa. Devon Santos mierda. Él era uno de los raritos dueños y le había dejado creer a ella que solo era un bailarín.

En ese momento, la puerta volvió a abrirse y Devon entró.

¿Cuándo quieres empezar?

*****

Nick se apresuró hacia la pista de baile escaleras arriba y hacia la entrada. Empujó la puerta con más fuerza de la necesaria y observó al hombre que intentaba pasar por el control de seguridad. Como todos los seguratas eran cambiantes, podían oler a un vampiro incluso cuando no había señales aparentes de que lo fuera.

El sentido de la moda de un vampiro normal en la ciudad parecía haber sido sacado de la tribu Gótica. En los últimos meses, sin embargo, unos diez vampiros habían intentado entrar con traje y corbata o simplemente con ropa normal de fiesta. Por eso, ahora se fiaban más de los aromas que de las apariencias. Regla número uno... No pasa ningún vampiro sin el permiso del dueño.

¿Qué estás haciendo aquí? preguntó Nick tratando de parecer profesional delante de su clientela humana. El hombre inclinó la cabeza hacia un lado y sonrió malvadamente, algo que hizo que el estómago de Nick se revolviera.

Me gustaría pasar dijo Raven mientras sus pupilas se agrandaban intentado usar sus poderes para cautivar a cualquiera que fuera capaz de caer rendido bajo un hechizo de sumisión de un vampiro.

Nick lo miró de arriba a abajo. El tipo llevaba el pelo negro con mechas de un rosa neón en las puertas que le colgaban por la parte baja de la cara. Era joven; probablemente no llegaba a los veinticinco, con la piel muy pálida y maquillado con línea de ojos bastante fuerte. Llevaba los labios maquillados de negro, incluso las uñas las llevaba negras.

Lo siento, señor

Nick permanecía quieto observando todos y cada uno de los movimientos del vampiro. Daba igual el tamaño o la edad, los vampiros siempre eran peligrosos y no debían ser subestimados.

Raven, llámame Raven contestó el hombre preguntándose cuánto podría presionar a un jaguar.

Lo siento, Raven, estamos llenos le explicó Nick mientras apretaba los dedos alrededor de su revólver Derringer de dos disparos que llevaba escondida en el bolsillo de su chaqueta. La llevaba cargada con balas de plata llenas con agua bendita. Esbozó una sonrisa sádica con la comisura de los labios, mientras notaba la hoja de madera de la daga con mango de hueso que llevaba en el antebrazo.

Entonces ¿por qué está toda esa gente esperando en la cola? preguntó Raven viendo como el matiz dorado empezaba a recorrer los ojos del jaguar.

Nick sonrió, pero sintió como le rechinaban los dientes. Tienen reserva.

Los ojos de Raven brillaron en la tenue luz por un momento como si brillaran de manera inquietante con algún tipo de fuego interior. Nick bajó los tres escalones que le separaban del nivel de la calle y se puso entre Raven y la multitud de humanos, entonces se acercó al oído de Raven.

Vete, vampiro le susurró con una calma fría mientras presionaba sus costillas con la punta de la daga de madera de modo que nadie pudiera verlo: No vas a entrar.

Nick se enderezó y dobló el brazo de modo que solo le bastaría un amago rápido para apuñalarlo con la daga. Le pido disculpas, señor, que tenga una buena noche.

Raven volvió a sonreír, esta vez casi amablemente.

Sí, esa es mi intención.

Se alejó de la puerta y empezó a andar calle abajo con las manos metidas en los bolsillos de sus vaqueros negros y silbando una canción un tanto inquietante. Cuando el jaguar se acercó a su oído, Raven vio que su maestro entraba en la discoteca. No había visto a Kane desde hacía bastante tiempo. De hecho, esa era la primera vez en bastantes semanas, aunque había sentido sus ojos de padre clavados en él muchas veces.

Lo que más sorprendió a Raven era que Kane pudiera entrar en la guarida de sus enemigos. El Maestro le había contado la historia de que fue enterrado vivo por el líder del clan de los jaguares. ¿Tenía el Maestro su propio plan?

Te tendieron una trampa, maestro, pero ahora me aseguraré de que haya sangre en sus manos. Raven susurró para sí mismo antes de desvanecerse en las sombras. Sabía que no tendría que esperar mucho. Todavía podía oler la sangre de su última víctima ya que el aroma seguía flotando con la brisa hacia el Moon Dance.

*****

Kat observó cómo Chad y Jason sacaban a pobre novio fuera del local... esposado. Dicen que la curiosidad mató al gato, pero ella solo quería comprobar qué planeaban hacerle. Al menos, no quería estar preguntándoselo el resto de la noche.

Saliendo por una de las puertas laterales, se quedó en las sombras mientras los seguía. Con sus sentidos intensificados, no tenía que estar demasiado cerca para oír lo que decían.

Chad y Jason bloquearon a Trevor entre su coche y el coche patrulla para que no pudiera volver sobre sus pasos para buscar a Envy. Chad le quitó las esposas porque sabía que no podía arrestarlo sin una razón legal... a menos que Trevor le empujara.

¡Seguro que has sido tú el que le ha dicho que estaba aquí! Trevor gruñó a Jason. No creas que no he visto cómo se te ponía dura por ella. No podías mantenerte al margen, ¿verdad?

Chad sacó el brazo cuando Jason dio un paso adelante de manera amenazante.

Jason, yo me encargo a partir de ahora. ¿Por qué no vuelves dentro e intentas encontrar a Envy? No la quiero por aquí hasta que Trevor se haya ido.

No puedes evitar que vuelva ahí dentro. ¡Estoy trabajando! siseó Trevor sin pensar.

Sí, ya hemos visto en qué estabas trabajando Jason apretó las manos, pero con una mirada afilada de Chad supo que sería mejor que volviera a la discoteca antes de que Trevor no fuera el único en acabar esposado. Volviendo sobre sus pasos, lanzó una observación por encima del hombro para que Trevor lo oyera.

Estaremos en la pista de baile sin despegarnos el uno del otro.

Trevor intentó avanzar, pero Chad lo empujó de nuevo contra el coche. Para sorpresa de Chad, Trevor era mucho más fuerte de lo que parecía y tuvo que forcejear un poco.

Te advertí que no jodieras a mi hermana a menos que le dijeras quién eres en realidad y la verdadera razón por la que siempre estás pasando el rato en las discotecas. Joder tío, Envy se cree que solo eres un niñato de fraternidad. Si quisieras impresionarla deberías haberle contado la verdad. Algo que ella no es capaz de digerir es una mentira. Especialmente si le mienten en la cara.

Kat estrechó su vista hacia Trevor. ¿Qué se suponía que significaba todo eso?

Sabes tan bien como yo que, si le hubiera dicho que trabajo de manera encubierta, siempre se preguntaría si la estaba utilizando cuando salgo a las discotecas con ella bramó Trevor, mientras recuperaba la compostura. De todos modos, no intentó volver a la discoteca. Si hubiera usado toda su fuerza, entonces Chad sería hombre muerto y Trevor no sería mejor que la gentuza que caza.

Saber aquello le ayudaba a calmarse lo suficiente como para frenar su instinto animal, pero no podía evitar estar cabreado. ¡Joder! Si me ha dado una descarga.

Te lo mereces por infiel y malnacido. Eso es lo que recibes por no contarle la verdad. Se te acabaron las noches, a menos que quieras frecuentar otros bares. Además, Envy todavía tiene la pistola paralizante Chad sonrió burlonamente. Te aconsejo dejarla en paz durante el resto de la noche... o, mejor aún, durante el resto de su vida si no puedes ser sincero con ella.

Trevor apretó los dientes, pero no dijo nada más. Chad no podía decirle que se alejara de Envy, pero dejar que se calmara tal vez era buen consejo.

Vale, pero ese señaló a la discoteca no es lugar seguro para que tu hermana pase el rato, y lo sabes.

Abrió la puerta de su coche de un tirón, forzando a Chad a echarse un paso hacia atrás para que no le golpeara. Dio un portazo y tardó segundos en salir quemando rueda del aparcamiento.

Cuando Trevor estaba lo suficientemente lejos para que Chad no pudiera ver las luces de su coche, cogió su teléfono móvil y marco el número de alguien que le debía un favor. Se desvió hacia la tienda más cercana y aparcó detrás de un camión para pasar inadvertido.

Le frustraba dejarla allí después de la manera en la que Devon la había estado mirando. Incluso aunque Devon no fuera un asesino, aquella mirada no era nada bueno. Chad pensó que podría darle un puñetazo cuando se trataba de Envy. Tendría que ver si le gusta cuando descubra que es el más débil. También tendría que lidiar con Jason mientras tanto.

Kat se sumergió aún más en las sombras cuando Chad se giró y miró hacia su dirección. Ella frunció el ceño, sabía que era imposible que la viera ya que él no tenía la visión nocturna que tenían los cambiantes. Se sopló el pelo de los ojos y esperó mientras él miraba hacia donde ella estaba. Después suspiró cuando se dio la vuelta y volvió a la discoteca.

Así que Trevor era policía encubierto y la hermana de Chad no lo sabía. Obviamente, Jason tampoco. Lo malo era que Trevor dijo que estaba allí trabajando en un caso. Kat apretó los dientes sabiendo que debía referirse a los asesinatos. Tenía que decirle a Warren que se diera prisa en descubrir quién estaba dejando aquellos rastros de sangre antes de que los culparan a ellos.

*****

Envy se puso de pie despacio preguntándose por qué Devon no había admitido directamente que él era uno de los dueños y no la había contratado directamente. Odiaba que la gente le mintiera, pero no lo conocía y él no le debía nada. Así que se tragó lo que estaba a punto de decir. Aunque no se le quedaría dentro demasiado tiempo.

Ha sido tremendamente rápido ella le miró con expectación y rodeó su pecho con los brazos.

He hablado bien de ti. A veces me escuchan Devon la observó con curiosidad, oliendo como cambiaba su aroma. Estaba enfadada con él. Olía bien.

Tal vez porque eres el dueño la pequeña sonrisa de Envy se desvaneció.

Así que por eso está cabreada. No le gusta cuando siente que alguien le oculta algo. Lo tendría en cuenta. Devon inclinó la cabeza hacia un lado lentamente.

Solo soy uno de los dueños. Somos dueños tanto yo como mi hermano y mi hermana. Intentamos tomar las decisiones los unos por los otros cuando contratamos a alguien nuevo.

Envy levantó la mirada hacia él sintiéndose mal de repente.

Lo siento, no quería se rindió con un suspiro y bajó los brazos.

Por lo menos no has sacado la pistolita Devon sonrió, con la esperanza de subirle el ánimo.

Envy se sonrojó y sintió la necesidad de desaparecer de su vista antes de parecer aún más tonta.

He estado trabajando sobre todo por la tarde y mañana tengo el día libre así que si le informó nerviosa, mientras no perdía de vista la puerta de salida y empezaba a acercarse a ella antes de aquel se convirtiera en el trabajo más corto de la historia.

Mañana por la noche entonces Devon le abrió la puerta y ella salió. A las siete.

La observó corriendo y la dejó marchar porque sabía que podría atraparla aunque corriera lejos. Cerró la puerta de la oficina y se giró hacia el monitor para observar cómo ella caminaba por el borde exterior de la pista de baile hacia las escaleras. Sus ojos se estrecharon cuando uno de los tíos de antes la cogió por el brazo para llamar su atención. Devon se acercó a la puerta, pero Kat entró de repente antes de que pudiera ir tras Envy.

La chica de la pistola paralizante... Kat empezó, pero su hermano la interrumpió con una mirada fulminante.

Se llama Envy y mañana por la noche vas a enseñarle las instalaciones. La acabo de contratar como camarera Devon se cruzó de brazos y se apoyó el filo del escritorio.

Guarda las garras Kat inclinó la cabeza cuando Devon volvió a mirar al monitor y se tensó. Siguiendo su mirada, pudo ver que Envy y Jason estaban en medio de la pantalla.

Vaya, vaya, tiene un montón de admiradores esta noche.

Ella sabía que no era del todo cierto, pero quería ver la reacción de Devon. Obtuvo su respuesta cuando el fino plástico del respaldo de la silla de oficina se partió porque él lo estaba agarrando con demasiada fuerza.

Devon plantó sus ojos en Kat.

¿Por qué estás en mi oficina?

Kat simplemente sonrió. Esto iba a ser muy divertido. Se acercó y señaló a la pantalla. Este de aquí, se llama Jason Fox y he estado un rato hablando con él en la barra antes de que aparecieran sus dos amigos.

Devon levantó una ceja esperando que su hermana fuera al grano.

Jason ha sido el que la ha llamado para que viniera a la discoteca. De hecho, le pidió salir ella esbozó una sonrisa cuando la raja del respaldo de la silla se rompió en pedazos en la mano de Devon.

No sé qué le dijo a Jason, pero él dijo: Entonces ¿por qué está Trevor montándoselo con otra en la pista de baile?

Así que, él es la razón por la que ella se dejó caer por aquí Devon gruñó tirando el trozo de plástico al escritorio. Seguramente tengas razón en esto.

Sí, pero es divertido verte pasar vergüenza Kat decidió seguir con su historia cuando él le echó una mirada que decía vete a la mierda. Algún día, compraría los derechos de aquella expresión.

Es igual, todo fue una trampa por lo que oí. Su hermano le dio la pistola sabiendo que estaba lo suficientemente cabreada como para utilizarla contra su novio infiel, pero la verdad es que Trevor no estaba poniéndole los cuernos.

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