Pero, cuando la gente empezó a desaparecer o a aparecer muerta, su equipo se dispersó para intentar averiguar qué estaba pasando.
Observando cómo Devon abandonaba la chica de la jaula y se acercaba a los barrotes para observar a otra persona, Trevor desvió su mirada. En aquel instante su presión sanguínea se elevó súbitamente cuando divisó a Envy apoyada contra la misma jaula y rodeada por una masa de chicos.
¿Qué demonios estaba ella haciendo allí? Dejó a sus compañeros de baile sin pensárselo y avanzó con empujones a través de la multitud hacia ella.
Devon gruñó suavemente cuando la chica que había llamado su atención levantó las manos para agarrar los barrotes detrás de ella. Él podía oler su calor por encima del de cualquiera de la discoteca, y aquello le atraía. Cubriendo las manos de la chica con las suyas, dejó que sus dedos trazaran un camino de forma seductora por sus brazos a través de la jaula.
Justo cuando Envy iba a levantar su mirada hacia el erótico bailarín, alguien la agarró del brazo y la apartó de la jaula. Sus labios se separaron cuando vio de quien se trataba. Se había olvidado de Trevor por completo. La atmosfera de seducción desapareció de repente y ella volvía a estar enfadada porque recordó el motivo por el que había ido al Moon Dance en primer lugar... venganza.
¿Qué demonios estás haciendo aquí? le dijo Trevor de manera brusca, intentando alejarla de la jaula y del peligroso alcance de Devon. Si el jaguar era el asesino, entonces aquella manera de mirar a Envy la marcaba como la siguiente víctima.
Envy mantuvo la otra mano asida firmemente a la barra simplemente porque no le gustaba la manera en la que Trevor había decidido maltratarla. Estaba actuando como si ella le hubiese hecho algo malo a él. Con su sonrisa más dulce, ella le dijo: He venido a bailar lo mismo que tú.
Trevor apretó los labios sabiendo que ella le había visto bailando con otras chicas, pero lo que ella no sabía era que solo las estaba utilizando como tapadera. Ni siquiera se preocupó por preguntarles el nombre. Envy y él se miraron a los ojos durante varios latidos del corazón antes de que él suspirara.
Acercándose a su oído, Trevor dijo:
Te lo puedo explicar él no había querido contarle quién era en realidad porque, igual que el imbécil de su hermano, tenía miedo de que ella creyera que solo la estaba utilizando para tener mejor acceso a los bares donde trabajaba.
Vamos intentó de nuevo apartarla de mirada caliente de Devon. Volvió a levantar la vista hacia Devon y, si las miradas matasen, se habría convertido en un charco de sangre allí mismo. Volvió la mirada de nuevo hacia su novia.
Envy sacudió la cabeza. Apostaba a que se lo podía explicar.
Vine a bailar. Puedo bailar con estas señoritas o puedes unirte y bailar con nosotros.
Ella levantó delicadamente una ceja, como si a ella le diera igual una u otra opción.
Trevor volvió la cabeza lentamente y echó un vistazo por encima de su hombro a los tíos lujuriosos que seguían rondando por allí esperando por si tenían alguna oportunidad con ella. Largo, les dijo en tono amenazador mientras se acercaba a Envy. Si ella quería bailar, entonces por descontado, ella bailaría con él.
Envy se puso de morros con él, pero en su interior se preguntaba por qué actuaba con tantos celos cuando él había estado bailando de manera tan provocativa con otras dos chicas.
No eres nada divertido Ella finalmente soltó el barrote para poner las manos sobre su propio cuerpo, sacando la pequeña pistola paralizante de su bolsillo de manera despreocupada y entonces deslizó las manos por sus costillas.
Devon permanecía de pie, observando a la pequeña pelirroja que había atraído mucho más que solo su atención. No le gustaba el olor del tío que estaba intentando reclamarla. Olía a pólvora vieja y eso significaba que llevaba un arma escondida en alguna parte. Quitó el pestillo de la jaula y salió diciéndole a la bailarina que se tomara un descanso.
Tocándose la oreja con el dedo, Devon escuchó a su hermano informarle a través del intercomunicador casi invisible de que la chica que se había acercado a la jaula tenía una pistola paralizante y tenía intención de usarla contra un chico. Miró por toda la pista de baile hacia la luz negra que iluminaba los escalones donde Nick estaba listo para intervenir, si fuera necesario.
Había sido Warren el que había hablado por el intercomunicador, así que Devon se imaginó que su hermano mayor estaba observándolos desde una de las cámaras de vigilancia con visión nocturna que colgaban sobre la pasarela que tenía encima.
Volviendo la vista hacia las pequeñas manos de la chica recorriendo el cuerpo del chico, Devon sintió la imperiosa necesidad de arrancarle la cabeza. Hasta que vio el destello plateado mientras su mano bajaba por la cadera del chico. Sus labios dibujaron el esbozo de una sonrisa y decidió no actuar aún.
Yo me encargo de esto susurró Devon por el intercomunicador.
Chad y Jason se sonrieron sabiendo que se estaba preparándose para bajar los escalones que llevaban a la pista de baile.
Trevor se dio cuenta de repente de que Envy no le había dicho que ella iba a ir allí, así que ¿por qué se sentía tan culpable? Te he preguntado qué estabas haciendo aquí, repitió, y esta vez su voz era firme mientras se acercaba a ella. Mala idea, casi perdió el hilo de sus pensamientos porque la mayor parte de su sangre fue a parar a su ingle, lo que le produjo una erección, la primera desde que había entrado en la discoteca.
Envy apretó su cuerpo contra el de Trevor de manera seductora para tener una oportunidad de echarse atrás rápidamente.
Vine a darte algo contestó ella y concentró todo el deseo que sentía desde la pista de baile en sus ojos para distraerlo.
Espero que vaya a juego con lo que yo tengo para ti gimió Trevor mientras sentía que ella pasaba la mano por su ingle.
Averígualo Envy siseó y apretó la pistola paralizante contra su erección. Se apartó bruscamente justo cuando él tuvo un espasmo y cayó de rodillas sin decir nada.
¡Ups! Envy puso mala cara y volvió a meter la pistola en el bolsillo rápidamente antes de darse la vuelta para huir en dirección contraria. Lo último que quería era estar todavía allí cuando Trevor tuviera las fuerzas suficientes de volver a ponerse de pie.
Cuando Envy pudo abrirse paso por la oscura pista de baile, alguien la agarró fuertemente del brazo. Creyendo que era su hermano, ella no levantó la mirada y se dejó guiar. Justo cuando levantó la mirada, vio una pequeña puerta abierta por la que fue empujada.
Envy casi no tuvo tiempo de volverse antes de que la puerta se cerrara y bloqueara tras ella. Una tenue luz sobre su cabeza se balanceaba revelando monitores y al chico de la jaula. Ella abrió la boca para hablar, pero no pudo.
Creía que sería mejor que vieras tu obra desde la seguridad de la oficina Devon sonrió burlonamente y señaló una de las pantallas.
Envy echó un vistazo a la pantalla creyendo que la visión de Trevor agarrándose la entrepierna le haría reír... pero, sin embargo, se sentía mal por él. Le hizo sentir que se había pasado un poco. Al verle retorcerse de dolor, se alegró de que el monitor ni tuviera sonido porque estaba segura de que no quería saber lo que estaba diciendo.
Observaba en silencio cuando Chad y Jason aparecieron entre la multitud y le ayudaron a subir las escaleras. No sabía lo que estaban diciendo, pero cuando Trevor empujó a Chad con más fuerza de la que debería tener segundos después de haber sufrido la descarga, sus ojos volvieron a la puerta dispuesta a escaparse de allí antes de que alguno resultara herido.
Observaba en silencio cuando Chad y Jason aparecieron entre la multitud y le ayudaron a subir las escaleras. No sabía lo que estaban diciendo, pero cuando Trevor empujó a Chad con más fuerza de la que debería tener segundos después de haber sufrido la descarga, sus ojos volvieron a la puerta dispuesta a escaparse de allí antes de que alguno resultara herido.
Al ver al bailarín agitando la cabeza como advertencia mientras se colocaba entre ella y la puerta, Envy volvió a mirar al monitor y se sorprendió de ver que en realidad era Jason quien había cogido a Trevor haciéndole una llave mientras Chad le ponía las esposas.
Se sintió más que enfadada consigo misma por su comportamiento infantil. Intentó acercarse a la puerta para decirle a Chad que dejara ir a Trevor. De nuevo, la mano la agarró del brazo. Ella miró hacia abajo negándose a mirarlo a los ojos, cuando obviamente había sido culpa suya meterse en ese lío. La culpa solo se añadió a su enfado y le dio más coraje.
Después de haberme visto utilizar una pistola paralizante en un tío, ¿de verdad piensas que es buena idea?
Volvió a clavar su mirada en los ojos de él intentando no perder el aliento por el impacto. Ahora que los veía de cerca, sus ojos eran incluso más increíbles de lo que parecían desde el otro lado de los barrotes de la jaula.
Quien quiera que sean esos tíos, tal vez prefieras que los saquen de la discoteca antes de volver a la pista de baile Devon le advirtió de nuevo y vio cómo se encendía la llama en sus ojos. Casi podía ver cómo se le erizaba la piel con la necesidad de ir a salvar al chico a quien acababa de herir... pero no tenía ninguna intención de dejarla escapar.
¿Cómo te llamas?
¿Por qué? Envy apartó bruscamente el brazo. ¿Para que los dueños puedan prohibirme la entrada a la discoteca?
No creo Devon gruñó profundamente ante aquella idea. Pero puede que quieras mantener la pistola guardada durante el resto de la noche.
Él vio como ella volvía a mirar al monitor para ver que su víctima ya se había ido.
Joder, Envy suspiró mentalmente mientras se apoyaba en la puerta y sentía las vibraciones de la música a través de la madera. Se mordió el labio inferior sabiendo que había ido demasiado lejos. Entonces se acordó de la otra razón por la que había ido al Moon Dance aquella noche y se preguntó no sería buen momento para pedir trabajo. ¿Por qué no intentarlo? Se encogió de hombros mentalmente.
¿Sabes si están contratando a gente?
Devon no pudo evitar esbozar una sonrisa. Lo que daría por meterla en la jaula con él durante un rato para intentar domar el fuego que ardía en su interior.
¿Bailas? preguntó esperanzado.
Los ojos de Envy se abrieron de par en par cuando recordó haberlo visto en la jaula y un fuego recorrió sus muslos... Desafortunadamente, le ocurrió lo mismo en las mejillas. No susurró un poco con voz ronca, no bailo. Atiendo la barra en alguno de los otros clubes de la zona y quería dejar un currículum mientras estaba aquí.
Qué lástima Devon sonrió y se echó hacia delante para abrir un cajón del escritorio. Sacó un formulario y se lo entregó. Ella todavía no le había dicho su nombre, pero si ella rellenaba el formulario, tendría la información que necesitaba. También quería asegurarse de que no había trabajado en el Night Light.
Se estaba cansando de que mandaran a gente solo para husmear. Había sido Quinn quien terminó con la amistad entre los pumas y los jaguares, así que, por él, los pumas podían dejarlos en paz de una maldita vez.
Alguien en el Night Light había enviado a la última persona que contrataron, y ahora que la habían asesinado, los pumas estaban buscando respuestas en el Moon Dance... del mismo modo que la policía. Para más inri, la única noche que había trabajado allí, pidió que fuera en la jaula con él.
Devon cogió la silla que estaba bajo el escritorio sabiendo que la manera más rápida de que ella se quedara más rato era dándole lo que quería. Puedes rellenarla ahora. Tal vez consigas el trabajo antes de que la noche acabe.
Envy se sentó, pero volvió a mirar al monitor con el ceño fruncido.
¿Crees que el dueño me vio usando la pistola paralizante en Trevor? ella volvió a morderse en labio inferior y se imaginó como debió haberse visto desde fuera. Ojalá no lo hubiera hecho, de verdad.
Devon se inclinó por encima del respaldo de la silla de la chica como si estuviera mirando al monitor con ella. Poniendo sus labios muy cerca de su oreja le preguntó:
Si el dueño te hubiera visto y te preguntara sobre ello, ¿qué le dirías? Respiró lentamente ya que su aroma lo tenía atrapado y le calentaba la sangre.
Envy empezó a girar la cabeza para mirarle, pero se detuvo. La sensación que le estaba causando con su cercanía se extendía por el hombro hacia el cuello. Solo estaba siendo mala, respiró, sintiendo como el calor se le acumulaba de nuevo en el abdomen. Este chico era peligroso para sus sentidos. No sabía si darse la vuelta y abalanzarse sobre él o salir corriendo.
La comisura del labio de Devon insinuó una sonrisa, pero él no se movió de donde estaba.
Entonces, ¿vas por ahí dando descargas a tíos así porque sí?
Él podía oler su excitación creciente y aquello hacía que sus pantalones le resultaran incómodamente apretados.
No Envy se alegró de la distracción cuando cogió un bolígrafo de la mesa y empezó a completar el formulario, solo a los que se lo merecen respondió sin querer hablar más de ello.
Devon se puso de pie y luchó contra la idea de agarrarla de la silla y sentarla en el escritorio delante de él. Sea como fuere, él ya estaba pasando los dedos por su pelo sedoso a la altura del respaldo de la silla.
Permaneció en silencio mientras ella rellenaba el formulario y pudo leerlo todo por encima de su hombro, memorizando cada una de las palabras. Envy Sexton, y las discotecas de pumas y vampiros no aparecían por ningún lado en su extensa lista de experiencia profesional en discotecas. Sabía que con un par de llamadas podría despejar su horario diciéndole a las otras discotecas que no le dieran trabajo. No tenía ganas de compartir aquella fierecilla.
Envy terminó el formulario y empezó a levantarse, pero Devon puso la mano en su hombro para que se quedara quieta. Con rapidez, cogió el papel de sus manos y se acercó a la puerta.
Quédate aquí. Vuelvo en seguida con una respuesta Devon alcanzó el pomo de la puerta, pero se detuvo cuando ella habló.
¿Cómo te llamas? preguntó Envy, dudando por si le acababa de dar el papel al mismo dueño del local. Tal vez podía saltarse la entrevista.
Devon Santos contestó él. Después desapareció por la puerta antes de que ella pudiera pararle.
Él ya sabía que Nick le esperaba al otro lado de la puerta porque podía olerlo. Dándole el formulario a Nick, Devon le informó:
Tenemos nueva camarera.
Esperó a que Nick revisara el papel sabiendo que estaba buscando lo mismo que él ya había comprobado.
Nick acababa de echar a dos fanáticos de los vampiros y a un vampiro que se habían colado allí y aquello le había fastidiado para el resto de la noche. Odiaba a los vampiros y a cualquier humano estúpido capaz de salir por ahí con ellos. No vio ningún indicio de que esa chica estuviera asociada con ellos y, oliendo la excitación que le había causado a su hermano, Nick decidió dejar que Devon se encargara de sus asuntos.