"Eso fue muy dulce. No sabÃa que te importaba" arrugando su nariz al mirarlo, tratando de mantener una cara seria.
Toya la miró sintiendo que el chiste era sobre él. "Entonces, ¿Decidiste si te vas a quedar después de todo, Sacerdotisa?" escupió la última palabra como si le quedara un mal sabor en la boca.
Kyoko perdió su sonrisa, y puso su cara a centÃmetros de la de él, mirando fijamente a sus ojos dorados. "Si he decidido, guardián", le dijo alzando una ceja, luego volteó y se bajó rápidamente por las escaleras riendo.
"¡SÃ!" Kyoko exclamó en silencio y mentalmente anotó un punto en su lado de la pizarra. "Kyoko uno, Toya cero".
Los ojos de Toya se ensancharon por un instante antes de darse cuenta de que la pequeña chica lo habÃa conseguido. "¡Maldita sea!â, siseó y se apartó después de ella.
Kyoko estaba casi en la parte inferior de los escalones cuando sintió que sus instintos de Sacerdotisa estaba en sobre marcha. Sintiendo a otro guardián además de Toya, miró a su alrededor. La única persona lo suficientemente cerca como para causar esa sensación era un estudiante que se encontraba de pie en la parte inferior de las escaleras, mirándola con interés.
Mirando de cerca, estaba desconcertada con los destellos purpuras que recorrÃan su cabello indomable y los ojos más hermosos. Mientras ella miraba aquellos ojos podÃa jurar que podrÃa ver el brillo de todos los colores apareciendo dentro de sus iris.
Toya ahora permanecÃa detrás de Kyoko. Al ver que se detenÃa de repente, notó que estaba mirando a Kamui. 'Asà que ella puede detectar inmortales ahora', pensó Toya para sà mismo. Alcanzando, agarró su brazo, "Vamos, te voy a presentar".
Toya habÃa encontrado un punto débil para Kamui tan pronto como habÃa conocido al muchacho. Todo lo que realmente sabÃa de él era que no tenÃa padres y habÃa crecido en un orfanato hasta que Kyou le habÃa ofrecido un lugar aquÃ.
Kyoko se dejó llevar tirada y medio arrastrada por Toya hacia ese desconocido. Ella podrÃa decir que también era inmortal, pero también podrÃa sentir una bondad increÃble. Dejó que sus sentidos exploraran su aura y encontró calidez allà y una inocencia oculta que pertenecÃa sólo a un niño.
"Hola Toya, ¿A quién tienes aquÃ?" Los ojos de Kamui brillaban al observarla con fascinación. Se sentÃa como si la hubiera esperado por mucho tiempo, a pesar de que no tenÃa idea de quién era. Era como si él la hubiera extrañado terriblemente. Se sentÃa como que de repente podÃa respirar de nuevo e incluso inhaló para probar ese hecho, pero cuando lo hizo captó su aroma y se percató de que le parecÃa muy familiar.
Mirando a Toya, le preguntó: "¿Qué hiciste⦠ir a conquistar una novia?" Kamui sonrió mientras sus ojos se iluminaban con humor.
"Diablos noâ, murmuró Toya. "Ella no es mi tipo en absoluto".
"¿Cómo lo sabes?" "Nunca has tenido novia". Kamui se rió en voz alta de su propia broma.
Kyoko trató de no reÃrse mucho, pero al ver la alegrÃa en los ojos de Kamui, con la expresión oscura en la cara de Toya lo hizo imposible.
"Esta es Kyoko", Toya se volvió hacia ella, soltando su brazo como si sólo recordara que la estaba tocando. "Kyoko, te presento a Kamui. Ãl también está aquà en la beca, y estará en las mismas clases en las que tú estás".
"SÃ, soy uno de los aprovechadores de aquÃ", dijo Kamui con una cara seria, causando que Kyoko perdiera la capacidad de sostener la risa que apenas habÃa logrado contener en el primer lugar.
Se volvió hacia Kamui y le extendió su mano. Con una sonrisa muy amistosa, manteniendo para sà su secreto que si él estaba aquà en la beca, entonces ella supo que en el pasado él era su amigo, "Hola Kamui, mucho gusto en conocerte. ¿Cuánto tiempo has estado aquà en la Academia?"
A Kamui ya le gustaba esta agradable muchacha. "Como unos dos años. ¿Y qué está haciendo el impulsivo? ¿Exhibiéndote ah�", miró a Toya sonriendo, luego de nuevo en ella, suavizando su sonrisa". El lado travieso de su personalidad salió a relucir y tomó la mano de Kyoko por su cuenta. Inclinándose levemente, llevó su mano suave a sus labios y plantó un beso apacible en sus nudillos.
Kamui casi se rió de la mirada provocativa que recibÃa de Toya. Sólo un idiota no serÃa capaz de ver la atracción tan obvia que el otro hombre tenÃa para la encantadora Kyoko.
Kyoko se ruborizó un poco y se rió con el término 'impulsivoâ. Viendo a Toya deslumbrado con Kamui, ella sonrió. "En realidad estamos tratando de encontrar Shinbe y a Suki en este momento. ¿Has visto a alguno...?"
Antes de que Kyoko hubiera terminado, alguien agarró su brazo, apartándola de entre Kamui y Toya. Con una mirada rápida, Kyoko se encontró mirando a Suki que estaba preocupada.
"¿Todo salió bien Kyoko? Te quedas, ¿verdad?â Suki sonaba casi suplicando.
Kyoko asintió de repente con la cabeza escuchando la voz suave de Kyou susurrando para que ella se quedara. "Yo no voy a ninguna parte". Ella asintió con la cabeza sobre el hombro de Suki en lo que Shinbe parecÃa tan satisfecho como Suki en su respuesta.
Toya levantó una ceja con las palabras de Kyoko. Se preguntó exactamente lo que Kyou le dijo a ella para que fuera tan decidida a quedarse. Ahora estaba actuando tan diferente, casi parecÃa feliz. Por lo general, cuando Kyou habló con la gente a solas, parecÃan inalterados por horas. Incluso el tipo tenÃa la habilidad de darle escalofrÃos de vez en cuando.
Kyoko tomó el brazo de Suki y comenzó por las escaleras, "Tú tienes que ayudarme a encontrar algo para usar esta noche, si vamos a bailar". Las dos chicas se juntaron, hablando mientras caminaban. Actuaban como si se hubieran conocido desde siempre.
Shinbe, Kamui y Toya vieron a las dos chicas desaparecer por las escaleras. Shinbe le preguntó a Toya con voz preocupada: "¿Sabe ella lo que realmente está pasando aqu�"
Toya observó los labios de Kyoko moviéndose mientras hablaba con Suki, "SÃ, creo que lo sabe". Luego, volviéndose hacia ellos, cambió el tema, "Kamui, ¿Vienes con nosotros esta noche?"
Shinbe hizo una doble partida. "¿Toya? ¿De verdad vas a venir a bailar?" Su voz sonaba como sorprendido. "No me parece que sea como Toya", pensó para sà mismo.
"Oye, me dijeron que la vigilara como un halcón, asà que supongo que no tengo otra opción ahora ¿no?" Toya actuó molesto por lo que pensarÃa que estaban haciendo esto en contra de su voluntad. Pero en realidad él no la querÃa perder de vista.
Su impulso golpeó bajo su piel, como para decirle que la proteja a toda costa, no importaba si se le habÃa dicho que lo hiciera o no. No estaba ayudando que ahora él tenÃa una imagen mental de Kyoko moviéndose alrededor en un golpe rÃtmico sugestivo en una pista de baile abarrotada. Hizo que sus instintos protectores surgieran y de repente preferirÃa que no se fuera.
Un gruñido suave salió desde la garganta de Toya y sacudió su cabeza tratando de deshacerse de esa idea de imaginarse demasiados ojos puestos sobre ella, ojos que no le pertenecÃan.
"SÃ, suena divertido. Yo también voy", intervino Kamui. "tenemos que hacer algo los fines de semana para apartar nuestras mentes de este lugar". Se sentÃa casi exaltado de alivio sabiendo que ahora Kyoko estarÃa por esos lados. "Además necesitamos encontrar una novia para Toya", sugirió él inocentemente.
"¿Quién dice que necesito una novia? Pequeño imbécil", Toya gruñó mientras Kamui se aparecÃa en su cabeza. "No sabrÃas lo que era una novia si te mordiera el trasero".
Shinbe sonrió, "Creo que soy el único aquà que sabe lo que es una novia, pero te puedo presentar dos vÃrgenes si quieres la experiencia". Dio un rápido paso atrás cuando ambos voltearon y lo miraron de forma amenazante.
Cambiando rápidamente el tema, Shinbe asintió con la cabeza y luego se deslizó un poco más cerca de Toya. "¿Kyou te ordenó vigilar a Kyoko?" su mirada se desvió en la dirección en la que ella se habÃa ido. "Tú sabes, últimamente he sentido un cambio de balance por aquÃ, como si algo estuviera por suceder. El mal está acercándose. Me pregunto si ella tiene algo que ver con eso". Los instintos de Shinbe casi siempre eran los correctos y eso le preocupaba.
Toya lo habÃa sentido también, y querÃa respuestas. "Bueno, no hay momento como el ahora. ¿Por qué no voy arriba a preguntarle al âcongeladoâ la verdad?" Ãl sabÃa que Kyou estaba escondiendo algo y que iba a averiguar qué era.
Antes de que Shinbe pudiera detenerlo, Toya ya habÃa sido sacado de las escaleras. Shinbe se retorció, "Odio cuando están en la misma habitación". Lo he visto, y no es bonito. Actúan como hermanos o algo asÃ". Sus ojos amatista pasaban por las escaleras, viendo a Toya agarrar dos a la vez.
Kamui asintió con la cabeza, sabiendo que Kyou le asustaba sobremanera algunas veces. "Mejor él que yo. Te veré esta noche". Ãl se marchó, dejando a Shinbe parado allà por su cuenta, todavÃa mirando las escaleras.
En lo profundo de la mente de Shinbe, donde sus poderes de guardián se reflejaban en su propio reflejo, se preguntaba por esa sensación tan familiar que tenÃa para la sacerdotisa que acababa de ascenderlos. Buscó la verdad en lo profundo de su alma mientras cerraba los ojos.
Una vez que sus ojos cristalinos se abrieron de nuevo, brillaron con secretos que sólo él conocÃa.
*****
Kyou se perdió pensando en cómo manejar a Kyoko, ahora que la tenÃa donde él la querÃa. Fue bruscamente interrumpido, oyendo golpes en la puerta. Parpadeando un par de veces, él suprimió el impulso de voltear sus ojos dorados, sabiendo que sólo podÃa ser Toya. Kyou dio un vistazo a la puerta, a la vez que se abrió sin ninguna invitación.
Toya entró directamente, buscando al instante su objetivo, y vio a Kyou reclinado en el sofá. "¿Qué demonios está pasando con Kyoko?" planteándolo directamente.
Los ojos de Kyou se alzaron a Toya, pero su rostro no mostró interés en la pregunta.
Toya conocÃa los estados de ánimo de Kyou mejor que nadie y sabÃa que ni siquiera lo habrÃa mirado si le hubiera dado en un nervio. Descifrar a Kyou era una ciencia para él. Incluso el parpadeo de un ojo significaba algo cuando se trataba de Kyou. Toya se movió para tomar asiento diagonal a él en un sitio que estaba lleno.
"Vamos, no soy estúpido. Si quieres que la proteja, necesitas decirme por qué. Después de todo, los demás están por su cuenta, asà que ¿Por qué ella es en sà diferente?" Escupió, tal disgustado con ese pensamiento. "Ella es sólo una chica humana insignificante".
Toya agarró la mano con garra, que de repente encontró agarrándole su garganta, y le miró a la enojada cara de Kyou.
"Harás lo que yo digo", la voz de Kyou se estremeció de rabia.
Los ojos de Toya se estrecharon. Ahora sabÃa que habÃa algo. "Bien". Gruño y fue recompensado al ser liberado. Vio la rabia de Kyou desaparecer instantáneamente a medida que regresaba a su lugar diagonal a él su máscara frÃa cayendo como un escudo que el apartaba. Toya negó con la cabeza. "Tienes que decirme por qué ella es tan importante para ' ti '". Puso énfasis en la última palabra.
Kyou en tanto lo acordó. HabÃa criado a Toya desde el dÃa en que nació. Ãl habÃa sabido que su hermano estaba cerca, al mismo momento que Toya habÃa dado su aliento en este mundo y él lo habÃa secuestrado lejos de los padres que no lo habrÃan entendido. Era igual que con sus otros hermanos, aunque por un tiempo, Kyou habÃa elegido vigilarlos desde la distancia.
Ãl esperaba hacer diferente la personalidad de Toya de alguna manera, pero parecÃa que lo habÃa seguido a esta vida, sin importar lo que Kyou habÃa hecho para tratar de cambiarlo. Lo esencial era que Toya seguÃa siendo el mismo, sin importar la vida que llevara. Tal vez pensó que conocer a Kyoko habrÃa provocado recuerdos del pasado, pero su hermano no mostró señales hasta ahora, sólo interés. Los ojos de Kyou se entrecerraron con ese pensamiento.
"¿No siente nada por ella?" Preguntó en un tono que hizo que Toya se retorciera.
"¿Se supone que debo hacerlo?" Toya respondió, sabiendo que realmente sentÃa algo por ella, pero no estaba a punto de admitirlo. Doblando sus brazos delante de él, parecÃa molesto como siempre, sin darse cuenta del destello plateado que bailaba en sus ojos dorados.
"SÃ", vino la respuesta frÃa.
"¡Maldita sea!" ¿Qué la hace tan especial para nosotros? Toya alzó sus manos en exasperación.
La mirada de Kyou desafió a la de él, "Ella es la que hemos estado esperando".
Los ojos de Toya se ensancharon. Tan atrás como pudo recordar, Kyou le habÃa dicho que tenÃan que prepararse para aquel quien llevara el Corazón de Cristal dentro de ellos. Seguramente, no se referÃa a eso. ¿Por qué un cristal tan poderoso estarÃa dentro de una chica tan débil? Ãl habÃa estado esperando a un guerrero de algún tipo, no una simple chica.
"Ella es la razón por la que han reunido todos ellos" Sus cejas se levantaron en asombro.
Kyou siempre se habÃa abstenido de decirle a Toya sobre su pasado, pero él le habÃa advertido sobre su futuro. "Debes protegerla a toda costa".
La habitación estaba en silencio a medida que la mente de Toya entraba en un montón de pensamientos. Ãltimamente, él habÃa empezado a sentir el aumento de vibraciones demonÃacas en la zona, como si más estuvieran naciendo, y el lado del mal se estuviera fortaleciendo.
"Asà que ella es la elegida. ¿Qué más necesito saber?" Se sentÃa un poco aliviado sabiendo que era por eso que su hermano se interesó en Kyoko, pero en este momento no profundizaba en los sentimientos que causaban celos.
Kyou habÃa ocultado la verdad durante tanto tiempo, no estaba seguro de que estuviera listo para compartir recuerdos. El pensamiento de la cercanÃa de Toya a Kyoko en el pasado no ayudaba del todo. Tal vez fue mejor que algunas cosas fueran olvidadas. Los dos habÃan sido inseparables a veces. "Renaciste para protegerla y he vivido más de mil años esperándola. Por ahora, eso es todo lo que necesitas saber".
Toya resopló suavemente, luego se echó a reÃr de una manera un poco siniestra. "Eso es todo lo que necesito saber ¿Eh?" Recorrió sus dedos a través de su largo cabello sintiendo una gran necesidad de ventilar algún enojo del cual incluso él no estuviera consciente. "¿Es por eso que la miras con ardor en tus ojos? Dices que estábamos unidos... ¿De verdad estás celoso de algo que supuestamente ocurrió hace mucho tiempo con una chica que probablemente no te voltearÃa a mirar?â Toya miró, ahora con sus ojos fundidos de plata.