CapÃtulo 4 "Presta Atención".
Kyoko se lanzó hacia atrás, lejos de él, sintiendo de repente vibras viniendo de él que no se supone que deberÃa sentir. Algo pasaba aquà y ella sintió que era la última en saberlo.
"Necesito respuestas", susurró nerviosa, mordiendo su labio inferior, esperando poder deshacerse del cosquilleo que Kyou habÃa producido. Ella deseó brevemente poder deshacerse de los impresionantes escalofrÃos que se habÃan apoderado de su sistema nervioso.
Inhalando su esencia y sintiendo que su sangre se calentaba, Kyou dio un paso atrás. Ella habÃa visto el pequeño cuerpo de la chica temblar, pero no de repugnancia. Mirando hacia abajo, él casi sonrió cuando vio los brazos de ella como piel de gallina.
"¿Por qué estás suprimiendo tus poderes? Necesitas estar alerta de tu entorno antes de que el pasado se repita", le dijo con un tono ligeramente arrogante.
Kyoko pasó saliva, "¿Qué quieres decir con eso?" Se puso tensa.
"Estás consciente de que hay inmortales aquà en la escuela ¿verdad?" Sus ojos brillaban con algo que Kyoko nunca habÃa visto, y su voz era áspera como si estuviera desaprobando. "Los demonios se están acercando a nuestro alrededor mientras hablamos".
Los ojos de Kyoko se abrieron, luego se entrecerraron. Estaba jugando con ella. "¿Qué te llevarÃa a pensar que hay guardianes y demonios aquÃ?", exigió con una burla de indignación.
En el parpadeo de un ojo Kyou la sostenÃa por los brazos y alzándola hacia arriba, su cabeza se acercó a una pulgada de su cara. Ãl le dijo con furia, "Presta atención".
Kyoko parpadeó, sin creer lo que estaba viendo. Parado en frente de ella no estaba quien estaba hablándole hace un momento. Ella veÃa un aspecto con brillo sobrenatural, enojado, ojos dorados, y debajo de ellos estaban los colmillos más blancos, y ella pudo sentir las garras que estaban inconscientemente cavando en sus brazos.
Su cabello se habÃa alargado hasta dos veces el largo que tenÃa hace un momento y parecÃa flotar alrededor de él como si esperara reconocimiento. Con un grito de espanto, Kyoko logró liberarse de él, y dio un paso atrás rápidamente, solo para que él diera un paso amenazante más cerca de ella.
"¿Eres un guardián?" tartamudeó en voz baja.
"Y tú eres la sacerdotisa que ya deberÃa saber eso", murmuró, acechándola aún cuando sentÃa que su furia desaparecÃa.
Ella volteó para correr hacia la puerta e inmediatamente gritó cuando sintió un fuerte brazo sujetándola desde atrás.
El cuerpo de Kyou se puso tenso mientras ella luchaba. Ãl la levantó del piso mientras sus pies pateaban el aire en su intento de escapar de él. Dándole tiempo de darse cuenta que el tratar de liberarse de él era inútil, él puso sus labios cerca de su oreja y susurró, "Tú te quedarás aquà hasta que seas lo suficientemente fuerte para liberarte de estos brazos sacerdotisa".
Luego la llevó por el aire solo para arrojarla de nuevo en el sofá acolchonado, donde ella cayó con un leve rebote. Ahora que estaba de nuevo cara a cara con él, Kyoko lo gritó furiosa y luego parpadeó de nuevo cuando se transformó nuevamente en el hombre con el que ella habÃa estado hablando.
Ella lo miró con furia, alzando su puño, "¿Qué diablos está pasando?"
Kyou se quedó de pie calmado en frete de ella, la única diferencia esta vez era que sus ojos aún brillaban, "Te quedarás aquÃ", él se inclinó hacia ella. "Me dejarás entrenarte". Ãl colocó sus manos en la parte posterior del sofá, para poder atraparla, "Y esta vez, ganarás sin sacrificio" Su nariz casi toca la de ella mientras él siseaba lo último de su declaración, mostrando su descontento.
Kyoko se echó hacia atrás en el sofá tan rápido como pudo, él volvió a darle una mirada acalorada, pero ella todavÃa no percibÃa ninguna amenaza viniendo de él. Aún cuando no era humano no habÃa tenido intención de hacerle daño. Ella frunció el ceño al darse cuenta de lo que él habÃa dicho.
"¿Esta vez?" Su tono de voz era suave, "¿Qué quieres decir con...?" "¿Esta vez?"
Kyou respiró profundamente, "Tú puedes haber olvidado pero yo no". Su esencia lo rodeó y sintió un dolor familiar alrededor de su corazón olvidado, pero ella debÃa saber la verdad, "Nosotros hemos luchado en el pasado sacerdotisa, y se acercará el momento en el que tendremos que hacerlo de nuevo".
La mirada de Kyoko se suavizó por un instante, "¿Quién eres?"
"Tú guardián. Kyoko, yo sé que has olvidado porque sacrificaste tus recuerdos de nosotros, para poder traer de vuelta al Guardián del Corazón de Cristal". Su mirada buscó la de ella y su voz se convirtió en un simple susurro "Debes confiar en mÃ".
Aunque solo la habÃa tratado de asustar todo dentro de ella le estaba diciendo que confiara en él. âYo confÃo en ti", tan pronto como susurró esas palabras, ella se vio halada hacia sus brazos. Al principio ella se puso tensa, luego al sentir la manta de calor que la rodeaba, ella se entregó al abrazo relajándose junto a él en serena confusión.
Kyou no lo pudo evitar. Ãl habÃa cargado con él la preocupación del rechazo por mucho tiempo, y escuchar esas palabras le quitó un peso del tamaño del mundo de sus hombros. Ãl se aferró a ella rodeándose con su esencia mientras acariciaba su cara con su cabello.
"Quédate esta vez", susurró él en un momento de debilidad.
Kyoko podÃa sentir la ternura en sus palabras y en sus brazos pero aún asÃ, él acababa de asustarla mucho hace un momento y ahora estaba abrazándola cómo si su vida dependiera de ello. Ella estaba atrapada entre temerle y querer alcanzar y acariciar su suave mejilla.
Estaba llena de preguntas y murmuraba dentro de su pecho, "Quiero recordar lo que dijiste, lo he olvidado. ¿Qué necesito saber?"
Kyou cerró sus ojos dorados sin querer volver aún al mundo real, ella estaba justo donde debÃa estar, en sus brazos. Con un suspiro, la liberó en contra de su voluntad sentándola de nuevo en el sofá y luego él se sentó a su lado.
Deslizando su mano por su largo flequillo, Kyou respiró profundamente para calmar sus fuertes instintos. Calmando sus deseos, él se concentró en la pared que estaba en frente y empezó a decirle a ella lo que querÃa que supiera. Escuchar algo no es igual que recordarlo.
"Tú tendrás ayuda. Todas las personas que llegaron aquà del mismo modo que tú, con las becas, las he reunido para ti. Ellos no te recuerdan y tú no los recuerdas, pero ellos lucharon contigo en ese entonces y volverán a luchar contigo cuando llegue el momento", su voz estaba atada a un poco de los recuerdos del pasado.
Los ojos de Kyoko se abrieron, "¿Suki y Shinbe?" Al preguntar cuestionaba ¿Por qué le creÃa tan fácilmente?
Kyou asintió con la cabeza, "Veo que ya los conociste. Si, estuviste muy cerca de ellos, asà como Toya quien te protegió como ninguno".
"¿Toya?" Ella le levantó una ceja. "Tienes que estar bromeando". Luego añadió mentalmente, "Ni siquiera le agrado".
Kyou suspiró a regañadientes, "Toya no ha cambiado en esta vida, él todavÃa es el joven insoportable y testarudo del pasado. Pero sÃ, él te protegió con mucha determinación y hubiera muerto por tà si la necesidad hubiera surgido".
Kyoko frunció el ceño, "¿Ãl no recuerda?" Ella sintió que él le decÃa la verdad y tenÃa sentido saber que le faltaba parte de su memoria. Sus ojos buscaron los de él, queriendo tener ese conocimiento de nuevo.
Kyou negó levemente con la cabeza, "Yo fui el único que no volvió contigo. Por lo tanto, yo soy el único que lleva consigo los recuerdos de lo que pasó. Toya ni siquiera recuerda que es mi hermano".
Kyoko respiró profundo ante la confesión "¿hermanos? ¿Qué pasó que eres el único que recuerda?" Ella debÃa saber.
"Tú renunciaste a tus recuerdos durante la batalla para vencer el mal en nuestro mundo y salvar el Guardián de Corazón de Cristal. En ese mismo instante, pediste un deseo al cristal ver a todos otra vez. No querÃas perderlos. Cuando instantáneamente desapareciste, junto a los demás, incluyendo al enemigo. Los has traÃdo inconscientemente aquà contigo".
Ãl suspiró con pesar. "Yo habÃa lanzado un hechizo a mi alrededor que me protegió de esos deseos" sus ojos se volvieron distantes como si estuviera reviviendo el recuerdo.
"Te llevaste a todos contigo, sin ni siquiera darte cuenta. Todos renacieron aquÃ, en tu tiempo, dejándome solo en el pasado". Sus ojos se centraron y se encerraron en ella. "Asà que sobrevivà y te esperé". Cuando llegó el momento, reunà a todos los que me habÃan dejado. Ahora has traÃdo el cristal contigo, y la malevolencia que lo quiere", su voz se volvió más oscura, "el mal ya ha empezado a buscarte y yo no lo permitiré".
Kyoko asintió con la cabeza tratando de entender, "entonces, ¿Puedo confiar en todos los que están aquà de la misma forma que yo?" Ãl le asintió con la cabeza y Kyoko continuó, "¿Ellos saben algo de esto?"
Kyou negó con la cabeza, "Ellos sentirán un vÃnculo y crecerá, pero aparte de eso, no sé el futuro, solo el pasado. Ellos te protegerán como lo hicieron antes. Para eso nacieron, es su razón para vivir".
Ãl rápidamente desvió la mirada de la de ella que buscaba en sus ojos la verdad de sus palabras relacionadas también con él. "Aún tenemos tiempo, pero por ahora quiero que dejes de esconder tus poderes de sacerdotisa, y que estés consciente de tu entorno. Yo te cuidaré y le he dicho a Toya que también te cuide de cerca".
Kyoko lo miró muy de cerca tratando de recordar algo acerca de él. Ãl parecÃa conocerla muy bien. Mirando profundamente en sus ojos ella susurró con curiosidad, "¿Qué tan cercanos éramos?"
Una agitación de afecto oculto cruzó sus orbes doradas antes de que Kyou se tensionara y se alejara de ella. Su exterior relajado volvÃa a su lugar, él gruñó al mirar hacia la puerta, luego rápidamente volvió a ella. "No repitas lo que te dije porque ellos recordarán por sà solos".
Kyoko saltó cuando escuchó que tocaron la puerta fuertemente, luego se abrió sin permiso.
Toya se habÃa empezado a preocupar por la seguridad de la chica y pensó en interrumpir, con la intención solo de salvarla de la frialdad de la que sabÃa que Kyou era capaz. Su mirada fue rápidamente atraÃda hacia ella mientras entraba.
"Bueno, veo que ella sobrevivió a su charla", Sus iris brillaban en color plata aún sintiendo que algo no estaba bien. "Si ya terminaste con Kyoko, Suki la está esperando". Toya levantó sus ojos dorados a Kyou sin darse cuenta de los destellos plateados que empezaban a mostrarse en sus orbes.
Kyou le dio a Toya su usual mirada en blanco y asintió con la cabeza en silencio.
Kyoko miró a Toya de forma cálida, porque ahora que estaba usando sus sentidos, ella podÃa percibir que se habÃa estado preocupando por ella, aunque no actuara como tal.
"Hubiera dado la vida por ti", las palabras de Kyou volvieron a su mente.
Kyou observó su comodidad con Toya, y sintió un distante pero familiar anhelo, que lo hizo fruncir el ceño. Ãl recordó bien este sentimiento, y sus ojos se entrecerraron al mirar al guardián plateado. ¿Siempre mantendrÃa un lazo especial con su hermano que no tendrÃa con los otros?
Kyoko se mantuvo de pie, asintiendo con la cabeza se despidió de Kyou y le dió una sonrisa secreta que Toya no pudo ver, luego regresó con Toya y le agradeció con una de sus sonrisas más dulces. "Vamos, no dejemos esperando a Suki". Ella salió por la puerta dejando a Toya ahà parado con un sentimiento de calidez. Un sentimiento que solo la sonrisa de ella podÃa causar.
Ãl sacudió la cabeza tratando de sacar ese sentimiento, y luego le frunció el ceño a Kyou, notando lo estaba observando intensamente. "¿Qué? Preguntó Toya con un tono de voz fuerte sabiendo que no obtendrÃa ninguna respuesta. Al decidir que no valÃa su tiempo, él salió por la puerta, cerrándola fuerte detrás de él, y apresurándose para alcanzar a Kyoko.
Toya observó la espalda de Kyoko mientras ella caminaba rápidamente por el pasillo. Debe tener prisa por alejarse de Kyou. Ãl sonrió, acelerando para alcanzarla, lo cual no fue un problema, considerando que era un guardián. Sus pensamientos se oscurecieron un poco, preguntándose si ella al menos sabÃa que era él. Ãl lo dudó o ella no le hubiera sonreÃdo como lo hizo.
En la parte superior de los escalones, Kyoko sabÃa que Toya la habÃa alcanzado porque ella podÃa sentirlo detrás de ella. SÃ, ella podÃa sentir su poderosa aura, pero era un poco diferente al sentir la de Kyou. Ella cerró los ojos solo por un segundo. Buscando el aura Kyoko decidió que no le darÃa importancia a qué tan malo fuera, su aura era de hecho muy cálida y la hacÃa sentir entre otras cosas protegida.
Ella entendÃa que Toya suponÃa ser más joven que Kyou, pero además podÃa sentir el poder escondido dentro de él. Un poder que de ser aprovechado, podÃa hacer que Toya superará a su hermano en un segundo, aunque dudaba que alguno de ellos estuviera consciente de ello. Kyoko estaba disfrutando el uso de sus sentidos, ahora que los habÃa activado de nuevo.
"Entonces..." ella volteó hacia él, "¿Dónde están Suki y Shinbe?"
Toya entrecerró los ojos al mirarla ahora que su mentira se habÃa descubierto. ¿Cómo diablos sabrÃa él donde estaban Suki y Shinbe? Ãl solo volverÃa por ella para alejarla de Kyou.
"No lo sé", dijo con tono perezoso.
Kyoko frunció el ceño al mirarlo, "Pero tú dijiste..."
Toya la interrumpió. "DeberÃas agradecerme por salvarte", le dijo, inclinándose hacia ella para intimidarla.
"¿Salvarme de qué?" Kyoko murmuró en su cara, al no gustarle su actitud. Dios, a veces realmente podÃa comportarse como un estúpido.
"De Kyou", Toya gruñó fuertemente de vuelta, apretando su puño. Ella realmente podÃa hacerlo enojar con su linda boca. ¿Bonita boca? ¿De dónde habÃa venido todo eso? Ãl se alejó de ella sorprendido y confundido.
Sorprendida, Kyoko se quedó mirándolo por un minuto. Ella empezó a reÃrse de él primero suavemente y luego más fuerte. "¿Lo hiciste?" preguntó ella, tratando de respirar entre risas. "¿Por qué lo harÃas?" ella apaciguó su risa y finalmente sonrió ampliamente, aunque sus ojos aún tenÃan una mirada traviesa.
"Eso fue muy dulce. No sabÃa que te importaba" arrugando su nariz al mirarlo, tratando de mantener una cara seria.