Indicar que el estudio únicamente recoge la información sobre las conductas de riesgo mediante autoinformes, lo que deja abierta la posibilidad a fenómenos como la deseabilidad social, a la hora de responder, es decir, contestar a las preguntas en función de lo socialmente aceptado, sin comprobar si se produce o no ese comportamiento en la realidad.
Igualmente, el utilizar una población muy específica como son los estudiantes universitarios, no permite realizar extrapolaciones sobre qué pasaría en otros jóvenes.
A pesar de las limitaciones anteriores, los resultados parecen claros en cuanto a la conveniencia de educar a los más jóvenes para que tengan una I.E. desarrollada, ya que esto les va a servir para prevenir conductas de riesgo futuras.
Capítulo 2. Beneficios de la Inteligencia Emocional
El concepto de I.E. da cuenta de una capacidad que se puede desarrollar y potenciar. El desarrollo de la I.E. permite tener un mayor control de las emociones y mejorar las relaciones sociales.
No se trata de controlar las emociones en el sentido de "reprimir", sino de conocer qué sentimientos genera una determinada situación y cómo responder adecuadamente en cada momento, pero si hay una etapa crítica donde las emociones afloran en algunos casos "descontroladamente", presentándose estas de forma cambiante e inestable, es en la adolescencia.
Etapa especialmente sensible para el joven que trata de buscar su propia identidad, donde se forma la autoestima en función de sus propias valoraciones y la de los demás, mientras se lidia con los cambios hormonales y físicos por los que va a ir pasando durante la pubertad, pero ¿el I.E. afecta a la satisfacción en la vida?
Esto es lo que trata de responderse mediante una investigación desarrollada por el Departamento de Ayuda y Counseling, Facultad de Educación, Universidad de Duzce, junto con el Departamento de Ayuda y Counseling, Facultad de Educación, Universidad de Necmettin Erbakan y el Departamento de Ayuda y Counseling, Facultad de Educación, Universidad Técnica de Yildiz (Turquía), cuyos resultados han sido publicados en la revista científica Psychology.