3.2 La desaparició de la plaça militar: leixample urbà i lenderrocament de les muralles
És evident que cap a la fi del segle XVIII Dénia shavia recuperat tant econòmicament per lexportació de la pansa com demogràficament el nombre dhabitants siguala amb els de mitjan segle XVII. Junt amb les aportacions de Chabàs, cal citar els estudis més recents de Costa Mas (1977) i Javier Calvo (2003).
Però aquesta recuperació propiciada per lexportació de la pansa quedava llastrada per les mancances del port: malgrat que el marqués de Dénia tenia els drets jurisdiccionals, les inversions o millores havien estat nul·les. Per Reial Ordre de 8 de gener de 1804 sincorporava la ciutat de Dénia a la Corona dEspanya, amb terme i port. Sobri així una etapa nova amb activitats comercials que propiciaran laugment demogràfic i leixample de la ciutat.
Al principi del segle XIX. comença la Guerra del Francés. El 19 de gener de 1812, la ciutat i castell de Dénia es reten a lexèrcit francés. Ja hem vist lestat del castell i els recursos humans i armamentístics en linforme de José de Roxas de 1788, que no havia millorat en 1812, almenys així ho constata Chabàs (1985: 452): «A sus órdenes [el governador Esteban Echenique] tenía un teniente de Rey (pero empleado en Valencia por urgencias del servicio), un sargento mayor (viejo y sordo) y varios oficiales y tropas de inválidos». Abans del 19 de gener, shavien executat obres de millora en les fortificacions, com ara la muralla sud del primer recinte del castell, i altres, totalment inútils, com el fossat del portal de Terra i el canal del Saladar. Després de locupació pacífica de la ciutat per part lexèrcit francés, les obres de millora hi continuaran, amb mà dobra de la comarca reclutada forçosament.
14. Dénia al principi del segle XIX. Elaboració sobre cartografia actual. (J. Ivars)
El setge de les tropes espanyoles, amb un bombardeig excessiu de difícil justificació, deixà la plaça i el castell arruïnats. La ciutat es recuperà ràpidament, gràcies a lexportació de la pansa, però el castell continuarà fins avui mostrant els efectes daquest bombardeig.
Dues descripcions posteriors a aquesta guerra fan patent aquest deficient estat. La primera és de Sebastián de Miñano (1826): «El castillo tiene su asiento sobre lo alto del cerro que domina la campiña, pero està casi arruinado».
La segona, més extensa, és de Pascual Madoz (1982: I, 317-318):
FORTIFICACIONES. Aunque construidas las murallas de esta ciudad en distintas épocas, y antes de perfeccionarse el arte de fortificacion, sin foso ni obras esteriores, tienen sin embargo bastante elevacion lo mismo que sus parapetos, á trechos aspillerados, y á trechos con banqueta: en vez de los modernos baluartes hay torreones circulares colocados á corta distancia entre si, todos con su correspondiente garita de piedra aspillerada; unos con 2 y otros con 3 troneras, cuyas explanadas son de sólida fábrica. La mayor parte de su terraplen es bastante ancho para que puedan caminar por él 6 ú 8 personas de frente: ofrece un paseo cómodo y deleitable, y en su parte oriental bajo de cuyo lienzo está el juego de pelota, hay una plazuela rodeada de bancos de canteria con respaldos, llamada la antigua Glorieta,14 viéndose allí una bateria á barbeta que domina el puerto. Al Este se halla la puerta de la ciudad denominada del Mar, y al Oeste otra con el nombre de Puerta de Tierra, ambas precedidas por un tambor cerrado con otra puerta. Unense los dos estremos de esta muralla con el castillo, que tiene su puerta principal dentro de la ciudad, y otra estramuros á pocos pasos del mar llamada del Socorro. Está fundado este castillo á la lengua del agua, al Norte de la misma ciudad, á la que domina y defiende así como á su puerto, sobre un montecito de peña, llamado en lo antiguo Promontorio Dianiae, desde el que se ofrecen horizontes estensos y vistosos, asi como proporciona una defensa natural. Puesto por los franceses en estado de hacerla durante la guerra de la Independencia, teniendo ya dentro de su recinto una gran cisterna, almacenes y cuarteles á prueba de bomba, fue luego casi completamente destruido en 1813 por los españoles, quienes lo tuvieron sitiado por mas de 5 meses, durante cuyo tiempo tomaron la ciudad asaltando la muralla por una brecha abierta a su efecto; y fué tan copioso el número de las bombas y balas que sobre él lanzaron, que arruinado el magnífico palacio en su tercera plaza, abiertas 3 espaciosas brechas en las murallas del primer recinto, desplomados los de los otros 2, y convertido por la parte del Sur en un monton de escombros, podia decirse que no quedaba en él piedra sobre piedra. En medio de tanto estrago y desolación, cuando el territorio peninsular estaba casi del todo libre y apenas le hollaba ya mas fuerza enemiga que la de este castillo reducida á solos 100 hombres mandados por el gefe del batallon Bil, obtuvieron todavía aquellos valerosos defensores en justo premio de su desgraciado valor, la mas honrosa capitulación. El 6 de diciembre de dicho año bajaron con todos los honores de guerra por entre los escombros de una de las indicadas brechas, se respetaron sus personas y propiedades, conservaron los oficiales sus espadas, y fueron transportados por mar á Francia. Puédese concebir á vista de este sitio y defensa lo que esta fortificacion fué, y lo que aun puede ser. En 1829 se acabaron de levantar sin la suficiente solidez los lienzos derribados de la primera plaza y se repararon algunas otras obras: mas todavía quedan señales indelebles de aquel terrible bombardeo. Tambien puede contar esta ciudad con otras defensas naturales que aumentan su importancia como punto militar y marítimo, no bien conocido al parecer en estos últimos tiempos, aunque debidamente apreciado en los antiguos: estas defensas las presenta la misma topografia del pais. A la orilla del mar y á pocos pasos hácia el Sur del arrabal de Denia, ó sea al Sureste próximamente de esta ciudad, se ve igualmente un torreon circular o cubo redondo llamado Fortin, con esplanada de tosca, en la cual habia 3 cañones que enfilaba el canal del puerto de la antigua ciudad: por el Oeste esta ceñido de un alto parapeto con aspilleras que miran al campo, y que se une por el Norte con una garita de fábrica aspillerada, la cual domina la entrada del mismo torreon. Súbese á él por una escalera de tosca en cuyo estremo superior hay un puente formado hoy de tablones sueltos, pero que debió ser antiguamente levadizo, según asi lo demuestran sus vestigios: comunícase este fortin con una casa á él contigua, tambien aspillerada, que servia de cuerpo de guardia. Hoy es esta fortificacion una de las señales para entrar en dicho puerto. En el pais se llama tambien impropiamente Fortin un largo lienzo de muralla, que subsiste medio arruinado, y que servia para cerrar el barrio ó arrabal llamado de los Marselleses. Empieza este lienzo, reedificado por los árabes, algunas varas mas cerca del actual arrabal de Denia, que de la espresada fortificacion, de que forma parte, y se estiende unas 600 varas casi paralelo á la orilla del mar, hasta en frente de la torre de Encarrós llamada en lo antiguo Carrós ó Carruz. En el dia es uno de los monumentos ruinosos que atestiguan la pasada grandeza de Denia. La torre de Encarros es un torreon circular medio derribado, situado á la orilla del mar y batido por sus aguas, á la distancia de unas 1.400 varas al Sureste de Denia: estaba antiguamente unido al lienzo de muralla que acabamos de mencionar. Se le dio el nombre de un capitan llamado Pedro Carrós, quien sirviendo al Rey Don Jaime, lo tomó por asalto á los moros los que le forzaron á abandonarlo enseguida, aunque poco despues reconquistó á Denia en 1244. En la actualidad es como el fortin una de las señales para entrar los buques en el puerto de esta ciudad, por cuya razon de utilidad, y por ser ademas un monumento histórico antiquísimo, convendria que se separase [reparase]: si asi no se hace desaparecerá probablemente muy en breve, socavado por el mar, que cubrirá sus restos, como sepulta en sus alrededores otras muchas ruinas.
A mitjan segle XIX es van produir importants canvis militars. Per Reial Ordre de 9 de novembre de 1845 es declara el castell de Dénia «punto fuerte de tercera clase». I en la Reial Ordre de 22 de gener de 1859 es disposa el desarmament (desartillar), abandó i enderrocament de la fortalesa de Dénia. Deu anys després, castell i voltants es venen a un particular. Daltra banda, la bonança econòmica provocà un creixement demogràfic desorbitat, de manera que els quasi 2.000 habitants de la fi del segle XVIII shavien convertit el 1900 en 12.431 (Costa Mas, 1977: 87). La pèrdua del caràcter militar de la plaça i del castell de Dénia, i el fort creixement demogràfic són el rent que quallarà en lenderrocament de les muralles i leixample urbà de la ciutat.
De Madoz (1982: I, 318-319) és una visió de la ciutat, de mitjan segle XIX, prèvia a la planificació de leixample i demolició de les muralles del primer recinte:
INTERIOR DE LA POBLACIÓN Y SUS AFUERAS. Cuenta el casco de la ciudad 310 casas, la mayor parte de 2 y 3 pisos muy aseados, algunas hasta de 4 y con azoteas ó terrados que ofrecen dilatados horizontes; por lo general estan mal distribuidas; pero las hay de construccion moderna, que en elegancia, capacidad y comodidades, pueden competir con las mejores de la capital. En el arrabal hay 290 entre las que descuellan algunos almacenes sólidos y bien ventilados, con 3 pisos, balcones, rejas y azoteas, en las cuales se acaban de secar al sol las pasas en tiempo de humedad. Las calles estan empedradas y limpias; su construccion es irregular y sola la llamada de Caballeros ofrece bastante uniformidad, siendo el tránsito por ellas algun tanto incómodo por carecer de aceras. Solo una plaza hay de forma próximamente cuadrilátera-rectangular y espaciosa, sirviéndole de soportales el vestíbulo de la casa de la ciudad, sostenido por 6 arcos. Esta casa tiene una hermosa fachada de reciente construccion, de 40 pasos de longitud, con la elevación correspondiente; 6 balcones que dan luz al salon principal, y otras tantas ventanas en un desvan: en ella se ha colocado un piedra de forma rectangular, de las pocas que quedan desenterradas, entre otros monumentos preciosos del sitio donde estuvo el templo de Diana: esta piedra conserva muy clara un inscripción bien grabada en latin, que taducida por el Doctor Palau, dice asi: «Lucio Sempronio, Enipeo dedica esta memoria a su amigo Tito, Junio, Galieno, Severo, Dianiense, hijo de Tito. Tuvo todos los oficios y cargos honrosos de su república. Fue prefecto de la Cohorte cuarta de Dalmacia, y tribuno de la lejion XX llamada la vencedora». La misma fachada y el camino ó calle para subir al castillo forman el lado Norte de esta plaza: otra imponente fachada de la iglesia parroquial, que tiene aproximadamente las mismas dimensiones que aquella, con 2 puertas que dan á la propia plaza, la calle por donde se va a la puerta del mar y tres casas, son el lado del Este; y los otros dos estan formados de casas particulares y de las bocas calles que allí van á parar. Contigua á las casas consistoriales se ha edificado recientemente una cárcel bastante bien compartida y sólida, para lo que ha sido necesario vencer algunos obstáculos que á su construcción se oponian. Hay un hospital de caridad, fundado en tiempos remotos, sin que conste la fecha ni por quien, con el objeto de asistir á los enfermos pobres: su direccion y administracion está á cargo de la junta de beneficencia en virtud del reglamento vigente de dicho ramo []. En el casco de la ciudad se encuentra una escuela pública de instrucción primaria de niños, dotada con 1.700 rs., pagados de los fondos comunes, para enseñanza de los pobres, y asisten 100 alumnos: tambien hay 2 de niñas, donde se enseñan las primeras labores, sin mas dotacion que el tanto con que contribuyen unas 40 educandas. En el arrabal hay otra escuela como la de la ciudad, dotada con 1.100 rs. de los fondos comunes y 900 mas del gremio de mareantes, á la cual asisten unos 100 alumnos, y dos de niñas como la de la poblacion con el mismo número de educandas. Finalmente se encuentran asi mismo en la ciudad una iglesia parroquial cuyo titular en Nuestra Señora del Patrocinio y su patrono San Roque, y dos conventos, uno de los estinguidos de Recoletos de San Francisco, estramuros, entre la ciudad y el arrabal, y otro dentro de la misma de religiosas Agustinas Recoletas []. Aunque apenas hay casa en esta ciudad y su arrabal que no tenga pozo ó cisterna, se emplean esclusivamente sus aguas en los usos domésticos, porque se prefiere para beber la escelente de otro pozo llamado de los Pilares, situado á 1 3/4 de hora de la plaza []. No escasean tampoco los paseos en esta población: el mas frecuentado es el de la Muralla,15 aunque hay ademas otros dos. El primero16 de estos últimos está en el corto espacio intermedio entre la ciudad y su arrabal: se encuentra en él un trecho espacioso para los carruajes y caballerias, y un andel para las personas. En 1842 se plantaron 3 liños de árboles, la mayor parte álamos blancos, se construyeron algunos bancos de canteria, y se colocaron en la inmediacion de la puerta del Mar 2 enormes piedras, bastante bien labradas, sacadas de lo que fué templo de Diana []. En 1843 se ha formado otro paseito á la salida de la puerta de Tierra, denominandolo nueva Glorieta,17 cercado con verja de madera pintada, postes con jarrones, y dos puertas que dan á los caminos de Valencia y Ondara.