Morgan Rice
Destinada libro #4 del Diario de un Vampiro
Acerca de Morgan Rice
Morgan Rice es la escritora del bestseller #1: DIARIO DE UN VAMPIRO (THE VAMPIRE JOURNALS), una saga que comprende once libros (y siguen llegando); la saga del bestseller #1: TRILOGÍA DE SUPERVIVENCIA (THE SURVIVAL TRILOGY), thriller pos apocalíptico que comprende dos libros (y siguen llegando); y la saga de fantasía épica, bestseller #1: EL ANILLO DEL HECHICERO, que comprende trece libros (y contando).
Los libros de Morgan están disponibles en audio y edición impresa, y la traducción de los libros está disponible en alemán, francés, italiano, español, portugués, japonés, chino, sueco, holandés, turco, húngaro, checo y eslovaco (próximamente en otros idiomas).
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Algunas Opiniones Acerca de las Obras de Morgan Rice
"TRAICIONADA es una gran entrega de esta serie. Morgan Rice realmente ha logrado convertirse en una ganadora con esta serie. Tiene un ritmo rápido, está llena de acción, amor, suspenso e intriga. Si usted no ha leído sus dos primeras novelas, leálas y luego ponga sus manos en TRAICIONADA. He leído estos libros en orden, pero cada uno de estos libros también está diseñado para ser leído de forma individual. Si usted no ha leído los dos primeros, lea TRAICIONADA. Estoy seguro que va a terminar comprando los dos primeros – ¡vale la pena leerlos todos … una o dos veces!"–VampireBookSite
" CONVERTIDA es un libro que puede rivalizar con TWILIGHT y Vampire Diaries, ¡y querrá seguir leyendo hasta llegar a la última página! Si a usted le interesa la aventura, el amor y los vampiros, ¡este libro es para usted!"
–– Vampirebooksite com
"Rice hace un gran trabajo jalando al lector en la historia desde el principio, gracias a su gran calidad descriptiva que trasciende la mera pintura de los escenarios .... Al estar tan bien escrita y ser de lectura rápida, CONVERTIDA es un buen inicio para una nueva serie de vampiros que seguramente será un éxito entre los lectores que buscan una historia ligera pero entretenida " .
–-Black Lagoon Reviews
“Rice hace un gran trabajo para captar su atención desde el principio, al utilizar una gran calidad descriptiva que va más allá de la simple descripción de la ambientación… Bien escrito y sumamente rápido de leer”.
–-Black Lagoon Reviews (acerca de Turned)
“Es una historia ideal para lectores jóvenes. Morgan Rice hizo un buen trabajo dando un giro interesante… Innovador y singular. La saga se centra alrededor de una chica… ¡una chica extraordinaria! Es fácil de leer, pero con un ritmo sumamente rápido… Clasificación PG (Guía Paternal)”.
–-The Romance Reviews (acerca de Turned)
Libros de Morgan Rice
EL ANILLO DEL HECHICERO (THE SORCERER’S RING)
LA SENDA DE LOS HÉROES (A QUEST OF HEROES) – (Libro #1)
LA MARCHA DE LOS REYES (A MARCH OF KINGS) – (Libro #2)
EL DESTINO DE LOS DRAGONES (A FATE OF DRAGONS) (Libro #3)
EL GRITO DE HONOR (A CRY OF HONOR) (Libro #4)
UNA PROMESA DE GLORIA (A VOW OF GLORY) (Libro #5)
UN DEBER DE VALOR (A CHARGE OF VALOR) (Libro #6)
UN GRITO DE ESPADAS (A RITE OF SWORDS) (Libro #7)
UNA SUBVENCIÓN DE ARMAS (A GRANT OF ARMS) (Libro #8)
UN CIELO DE HECHIZOS (A SKY OF SPELLS) (Libro #9)
UN MAR DE ESCUDOS (A SEA OF SHIELDS) (Libro #10)
UN REINADO DE HIERRO (A REIGN OF STEEL) (Libro #11)
UNA TIERRA DE FUEGO (A LAND OF FIRE) – (Libro #12)
EL DECRETO DE LAS REINAS (A RULE OF QUEENS) – (Libro #13)
LA TRILOGÍA DE SUPERVIVENCIA (THE SURVIVAL TRILOGY)
ARENA UNO: TRATANTES DE ESCLAVOS (SLAVERSUNNERS) – (Libro #1)
ARENA DOS (ARENA TWO) – (Libro #2)
DIARIO DE UN VAMPIRO (THE VAMPIRE JOURNALS)
TRANSFORMACIÓN (TURNED) (Libro #1)
AMORES (LOVED) (Libro #2)
TRAICIÓN (BETRAYED) – (Libro #3)
DESTINADO (DESTINED) (Libro #4)
DESEO (DESIRED) (Libro #5)
PROMETIDO (BETROTHED) (Libro #6)
PROMESA (VOWED) (Libro #7)
ENCUENTRO (FOUND) (Libro #8)
RESURRECCIÓN (RESURRECTED) (Libro #9)
ANSIAS (CRAVED) (Libro #10)
DESTINO (FATED) (Libro #11)
Escuche la serie de los Diarios de la Vampiresa en formato de audio libro!
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Derechos Reservados © 2012 Morgan Rice
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Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes , empresas, organizaciones, lugares, eventos e incidentes son producto de la imaginación del autor o han sido usados como ficción. Cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, es total coincidencia.
Arte Jacket © iStock.com / © Jen Grantham
HECHO:
En el 2009, se descubrió el primer cadáver intacto de un supuesto vampiro en la pequeña isla de Lazzaretto Nuovo, en la laguna de Venecia. El vampiro, una mujer que murió por la peste en el siglo 16, fue encontrado enterrado con un ladrillo en la boca- apoyando la creencia medieval de que los vampiros eran responsables de plagas como la Muerte Negra.
HECHO:
En los 1700´s, Venecia era diferente a cualquier otro lugar sobre la tierra. La gente llegaba allí de todo el mundo para participar en sus grandes fiestas y bailes, y vestirse con trajes elaborados y máscaras. Las personas solían caminar por las calles con todo su disfraz. Por primera vez en la historia, ya no había desigualdad de género. Las mujeres, que antes habían vivido sometidas, ahora podían disfrazarse como los hombres, y por lo tanto podían acceder a todo lugar que quisieran ....
– William Shakespeare, Romeo y Julieta"¡Oh, mi amor! mi mujer!La muerte, que te arrebató la dulzura de tu aliento,No puede someter aún tu belleza:No serás dominada; eres todavía el símbolo de la bellezaHay carmesí en tus labios y en tus mejillas … "
CAPÍTULO UNO
Assisi, Umbria (Italia)
(1790)
Caitlin Paine se despertó lentamente, la oscuridad la cubría completamente. Trató de abrir los ojos para orientarse y saber dónde estaba, pero no le fue posible. Trató de mover sus manos, sus brazos, pero eso no funcionó tampoco. Se sintió inmersa en una textura suave que la cubría, pero no lograba saber lo que era. Era algo pesado que la empujaba hacia abajo, y cada vez se hacía más pesada.
Trató de respirar pero al hacerlo se dio cuenta de sus conductos estaban bloqueados.
Presa del pánico, Caitlin trató de respirar profundamente a través de la boca, pero al hacerlo, sintió que tenía algo incrustado profundamente en su garganta. Su olor llenó su nariz y finalmente se dio cuenta lo que era: tierra. Estaba inmersa en tierra, que cubría su cara y sus ojos y su nariz, y entraba en su boca. Era muy pesada y la empujaba más y más, volviéndose cada vez más pesada, la estaba asfixiando.
Al no poder respirar ni ver, Caitlin entró en pánico. Trató de mover las piernas, los brazos, pero también la empujaban hacia abajo. Rápidamente, luchó por su vida hasta que logró soltar un poco los brazos; finalmente los pudo elevar más y más alto. Finalmente, atravesó el suelo y sintió que sus manos entraban en contacto con el aire. Con una fuerza renovada, se sacudió todo lo que tenía, manoteándose y arañándose frenéticamente la tierra de ella.
Finalmente, Caitlin consiguió sentarse mientras la tierra se le caía por todas partes. Se sacudió la suciedad pegada a su cara, sus pestañas, se la sacó de su boca, de su nariz. Usó las dos manos, histéricamente, y por último, se limpió lo suficiente como para poder respirar.
Hiperventilándose, respiró profundamente, nunca antes se había sentido tan agradecida de poder respirar. Cuando se quedó sin aliento, empezó a toser, lastimando sus pulmones, escupiendo tierra por la boca y la nariz.
Caitlin entreabrió sus ojos, sus pestañas permanecían pegadas hasta que logró abrir suficientemente los ojos para poder ver dónde estaba. Era el atardecer. Estaba en el campo. Ella yacía en un montículo de tierra, en un pequeño cementerio rural. Vio los rostros atónitos de una docena de aldeanos humildes, vestidos con harapos quienes la miraban fijamente en completo shock. A su lado había un sepulturero, un hombre fornido, concentrado paleando. Todavía no la había notado, ni siquiera la vio cuando se acercó con otro montón de tierra que arrojó en su dirección.
Antes de que Caitlin pudiera reaccionar, la nueva palada de tierra la golpeó en la cara, cubriéndole nuevamente los ojos y la nariz. Manoteó la tierra, y se enderezó, moviendo sus piernas, con toda su fuerza salió de debajo de la tierra pesada y fresca.
Finalmente, el sepulturero se dio cuenta. Cuando iba a tirar otra palada, la vio y dio un salto hacia atrás. La pala cayó lentamente de sus manos, y él dio varios pasos hacia atrás.
Un grito perforó el silencio. Venía de uno de los aldeanos, el chillido estridente de una vieja mujer supersticiosa, que se quedó mirando lo que debió haber sido el cadáver fresco de Caitlin, ahora levantándose de la tierra. Ella gritaba y gritaba.
Los otros aldeanos reaccionaron de diferente manera. Algunos se volvieron y huyeron, corrían para escapar. Otros simplemente se taparon la boca con las manos, sin poder decir palabra. Pero algunos de los hombres, sosteniendo antorchas, vacilaban entre el miedo y la ira. Dieron unos pasos cautelosos hacia Caitlin quien pudo notar por sus expresiones y por sus instrumentos de trabajo, que se estaban preparando para atacarla.
¿Dónde estoy? se preguntó desesperadamente. ¿Quiénes son estas personas?
Pese a que se sentía desorientada, Caitlin pudo darse cuenta de que tenía que actuar rápidamente.
Rascó el montículo que mantenía sus piernas inmovilizadas, arañando la tierra con furia. Pero la tierra estaba húmeda y pesada, y se movía con lentitud. Recordó una vez con su hermano Sam, en una playa, cuando él la había enterrado hasta la cabeza. No había podido moverse. Ella le había rogado que la liberara, y él la había hecho esperar por horas.
Se sentía tan impotente, tan atrapada que, a pesar de sí misma, se echó a llorar. Se preguntó dónde se había ido su fuerza de vampiro. ¿Era nuevamente simplemente un humano? Se sentía de esa manera. Mortal. Débil. Al igual que todos los demás.
De repente se sintió asustada. Muy, muy asustada.
"Alguien, por favor, ayúdeme!" Caitlin gritó, tratando de mirar en los ojos de las mujeres en la multitud, con la esperanza de encontrar una cara amable.
Pero no había ninguna. En su lugar, la miraban en shock y con miedo.
E ira. Una multitud de hombres, con instrumentos de trabajo en alto, se acercaban a ella. Caitlin no tenía mucho tiempo.
Les habló con sinceridad, rogándoles.
"Por favor!" gritó Caitlin, "no es lo que piensan! No voy a hacerles daño. Por favor, no me hagan daño! Ayúdenme a salir de aquí! "
Pero eso sólo pareció envalentonarlos.
"Mata al vampiro!" gritó un aldeano en la multitud. "Mátala otra vez!"
El grito fue recibido por un rugido entusiasta. Esta gente quería verla muerta.
Uno de los aldeanos, menos miedoso que los demás, un hombre enorme, se acercó hasta unos metros de ella. La miró con una rabia cruel, luego elevó la piqueta. Caitlin pudo ver que estaba apuntando directamente a su cara.
"Vas a morir esta vez!", Gritó mientras elevaba el instrumento.
Caitlin cerró los ojos, y desde algún lugar, muy dentro de ella, convocó a la rabia. Era una rabia primitiva, de una parte de ella que todavía existía, y sintió cómo crecía a través de los dedos de sus pies, corriendo a través de su cuerpo, de su torso. Ardía de calor. Simplemente no era justo morir así, mientras la atacaban y ella estaba tan indefensa. No les había hecho nada. Simplemente no era justo, repetía en su mente una y otra vez, mientras su furia llegaba a un punto álgido.
El aldeano blandió la piqueta con fuerza, apuntando directamente a la cara de Caitlin, y de pronto ella sintió la ráfaga de fuerza que necesitaba. Con un solo movimiento, se levantó de un salto de la tierra a sus pies y cogió el hacha por su mango de madera, en el medio de su movimiento.
Caitlin oyó un grito horrorizado de la sorprendida turba que dio varios pasos hacia atrás. Sin soltar el mango del hacha, vio que la expresión de la bestia se había transformado en una de absoluto miedo. Antes de que pudiera reaccionar, ella le quitó el hacha de su mano, se echó hacia atrás y le dio una fuerte patada en el pecho. Él salió volando hacia atrás por el aire a unos veinte metros, y aterrizó en el medio del grupo de aldeanos, golpeando a varios.
Caitlin levantó el hacha, dio varios pasos rápidos hacia ellos, y con la expresión más feroz que pudo exhibir, gruñó.
Chillando, los aterrorizados habitantes del pueblo llevaron las manos a sus caras. Algunos corrieron hacia los bosques, y los que se encogieron de miedo.
Era el efecto que Caitlin quería provocar. Los había asustado lo suficiente para aturdirlos. Dejó caer el hacha y corrió a un lado de ellos a través del campo hacia la puesta de sol.
Mientras corría, ella esperaba, deseaba, que le regresaran sus poderes de vampiro, que sus alas brotaran, para simplemente poder despegar y volar lejos de allí.
Pero no tuvo tanta suerte. Por alguna razón, no estaba sucediendo.
¿Los he perdido?, se preguntó. ¿Soy sólo un humano otra vez?
Ella corrió con la velocidad de un una humana común, y no sintió nada en la espalda, ningún ala, no importaba lo mucho que lo deseaba. ¿Era ahora igual de débil e indefensa que todos los demás?
Antes de que pudiera encontrar la respuesta, oyó un estruendo detrás de ella. Miró por encima de su hombro. La multitud de aldeanos la estaba persiguiendo. Gritaban, llevaban antorchas, instrumentos agrícolas, garrotes y piedras.
Por favor, Dios, rezó. Que esta pesadilla termine. Necesito tiempo para saber dónde estoy. Para poder ser fuerte otra vez.
Caitlin miró hacia abajo y, por primer vez, notó lo que llevaba puesto. Era un largo vestido elaborado, negro, bellamente bordado, que iba desde su cuello hasta los pies. Era apropiado para un evento formal, como para un funeral pero ciertamente no para una carrera de velocidad. Restringía el movimiento de sus piernas. Se agachó y lo rompió hasta arriba de su rodilla. Eso la ayudó, y pudo correr más rápido.
Pero todavía no lo suficientemente rápido. Pronto, se sintió cansada, la multitud detrás de ella parecía tener una energía inagotable. Se estaba acercando rápidamente.
De repente, sintió algo afilado en la parte posterior de la cabeza y se tambaleó por el dolor. Tropezó y extendió la mano para tocar el lugar con la mano. Su mano estaba cubierta de sangre. Una piedra la había alcanzado.
Vio varias piedras volar junto a ella, se volvió: le estaban arrojando piedras. Otra la golpeó en la parte baja de su espalda con dureza. La multitud estaba ahora a sólo 20 metros de distancia.
A lo lejos vio una colina empinada, y en su cima, una gran iglesia medieval y un claustro. Corrió hacia allí. Si podía llegar hasta allí, tal vez podría encontrar refugio con esas personas.