Morgan Rice
deseada libro #5 de Diario del Vampiro
Acerca de Morgan Rice
Morgan Rice es la escritora del bestseller #1: DIARIO DE UN VAMPIRO (THE VAMPIRE JOURNALS), una saga que comprende once libros (y siguen llegando); la saga del bestseller #1: TRILOGÍA DE SUPERVIVENCIA (THE SURVIVAL TRILOGY), thriller pos apocalíptico que comprende dos libros (y siguen llegando); y la saga de fantasía épica, bestseller #1: EL ANILLO DEL HECHICERO, que comprende trece libros (y contando).
Los libros de Morgan están disponibles en audio y edición impresa, y la traducción de los libros está disponible en alemán, francés, italiano, español, portugués, japonés, chino, sueco, holandés, turco, húngaro, checo y eslovaco (próximamente en otros idiomas).
A Morgan le encantaría tener comunicación con usted, así que visite www.morganricebooks.com para unirse a la lista de correo electrónico, recibir un libro gratuito, recibir regalos gratuitos, descargar una aplicación gratuita, obtener las últimas noticias exclusivas, conectarse a Facebook y Twitter, y ¡mantenerse en contacto!
Algunas Opiniones Acerca de las Obras de Morgan Rice
"TRAICIONADA es una gran entrega de esta serie. Morgan Rice realmente ha logrado convertirse en una ganadora con esta serie. Tiene un ritmo rápido, está llena de acción, amor, suspenso e intriga. Si usted no ha leído sus dos primeras novelas, leálas y luego ponga sus manos en TRAICIONADA. He leído estos libros en orden, pero cada uno de estos libros también está diseñado para ser leído de forma individual. Si usted no ha leído los dos primeros, lea TRAICIONADA. Estoy seguro que va a terminar comprando los dos primeros – ¡vale la pena leerlos todos … una o dos veces!"–VampireBookSite
" CONVERTIDA es un libro que puede rivalizar con TWILIGHT y Vampire Diaries, ¡y querrá seguir leyendo hasta llegar a la última página! Si a usted le interesa la aventura, el amor y los vampiros, ¡este libro es para usted!"
–– Vampirebooksite com
"Rice hace un gran trabajo jalando al lector en la historia desde el principio, gracias a su gran calidad descriptiva que trasciende la mera pintura de los escenarios .... Al estar tan bien escrita y ser de lectura rápida, CONVERTIDA es un buen inicio para una nueva serie de vampiros que seguramente será un éxito entre los lectores que buscan una historia ligera pero entretenida " .
–-Black Lagoon Reviews
“Rice hace un gran trabajo para captar su atención desde el principio, al utilizar una gran calidad descriptiva que va más allá de la simple descripción de la ambientación… Bien escrito y sumamente rápido de leer”.
–-Black Lagoon Reviews (acerca de Turned)
“Es una historia ideal para lectores jóvenes. Morgan Rice hizo un buen trabajo dando un giro interesante… Innovador y singular. La saga se centra alrededor de una chica… ¡una chica extraordinaria! Es fácil de leer, pero con un ritmo sumamente rápido… Clasificación PG (Guía Paternal)”.
–-The Romance Reviews (acerca de Turned)
Libros de Morgan Rice
EL ANILLO DEL HECHICERO (THE SORCERER’S RING)
LA SENDA DE LOS HÉROES (A QUEST OF HEROES) – (Libro #1)
LA MARCHA DE LOS REYES (A MARCH OF KINGS) – (Libro #2)
EL DESTINO DE LOS DRAGONES (A FATE OF DRAGONS) (Libro #3)
EL GRITO DE HONOR (A CRY OF HONOR) (Libro #4)
UNA PROMESA DE GLORIA (A VOW OF GLORY) (Libro #5)
UN DEBER DE VALOR (A CHARGE OF VALOR) (Libro #6)
UN GRITO DE ESPADAS (A RITE OF SWORDS) (Libro #7)
UNA SUBVENCIÓN DE ARMAS (A GRANT OF ARMS) (Libro #8)
UN CIELO DE HECHIZOS (A SKY OF SPELLS) (Libro #9)
UN MAR DE ESCUDOS (A SEA OF SHIELDS) (Libro #10)
UN REINADO DE HIERRO (A REIGN OF STEEL) (Libro #11)
UNA TIERRA DE FUEGO (A LAND OF FIRE) – (Libro #12)
EL DECRETO DE LAS REINAS (A RULE OF QUEENS) – (Libro #13)
LA TRILOGÍA DE SUPERVIVENCIA (THE SURVIVAL TRILOGY)
ARENA UNO: TRATANTES DE ESCLAVOS (SLAVERSUNNERS) – (Libro #1)
ARENA DOS (ARENA TWO) – (Libro #2)
DIARIO DE UN VAMPIRO (THE VAMPIRE JOURNALS)
TRANSFORMACIÓN (TURNED) (Libro #1)
AMORES (LOVED) (Libro #2)
TRAICIÓN (BETRAYED) – (Libro #3)
DESTINADO (DESTINED) (Libro #4)
DESEO (DESIRED) (Libro #5)
PROMETIDO (BETROTHED) (Libro #6)
PROMESA (VOWED) (Libro #7)
ENCUENTRO (FOUND) (Libro #8)
RESURRECCIÓN (RESURRECTED) (Libro #9)
ANSIAS (CRAVED) (Libro #10)
DESTINO (FATED) (Libro #11)
Derechos Reservados © 2012 Morgan Rice
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Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes , empresas, organizaciones, lugares, eventos e incidentes son producto de la imaginación del autor o han sido usados como ficción. Cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, es total coincidencia.
Modelo en la portada: Jennifer Onvie. Fotografía de la portada: Adam Luke Studios, New York. Artista de maquillaje de la portada: Ruthie Weems. Si desea comunicarse con alguno de estos artistas, por favor, póngase en contacto con Morgan Rice.
HECHO:
Montmartre, París, es famoso por su gran iglesia, la basílica del Sagrado Corazón, construida en el siglo 19. Pero, junto a ella, en lo alto de la colina, se encuentra la pequeña y poco conocida iglesia de San Pedro. Esta pequeña y oscura iglesia es mucho más antigua que su vecina y data del siglo tercero, y tiene una importancia aún mayor: allí se tomaron los votos que llevó a la fundación de la Compañía de Jesús.
HECHO:
Ubicada en una pequeña isla en el centro de París (no muy lejos de la famosa Notre Dame), Sainte Chapelle fue construida en el siglo 13, y durante cientos de años albergó las reliquias más preciadas de la cristiandad, incluyendo la corona de espinas, la Santa lanza, y pedazos de la cruz en la que Jesús fue crucificado. Las reliquias fueron almacenadas en una gran baúl de plata adornada ....
--William Shakespeare, Romeo y Julieta"¿Por qué estás aún tan hermosa? ¿debe ser, creoQue la muerte es insustancial amorosa,Y que el monstruo aborrecido te mantieneaquí en la oscuridad para ser tu amante?Por temor a eso, todavía me quedaré contigo;Y nunca de este palacio con su noche oscuraSaldré de nuevo … "
CAPÍTULO PRIMERO
París, Francia
(Julio de 1789)
Caitlin Paine despertó en medio de la oscuridad.
El aire se sentía pesado, y ella luchaba por respirar mientras trataba de moverse. Estaba tumbada boca arriba sobre una superficie dura. Hacía frío y estaba húmedo, y cuando miró hacia arriba recibió un pequeño haz de la luz en la cara.
Sus hombros estaban muy apretados pero, con esfuerzo, logró extenderse. Levantó sus manos y palpó la superficie superior. Era piedra. Pasó las manos a lo largo de la piedra y sintió las dimensiones, se dio cuenta que estaba atrapada. En un ataúd.
El corazón de Caitlin empezó a latir con fuerza. Odiaba estar en espacios reducidos, y comenzó a respirar con más y más dificultad. Se preguntó si estaba soñando, si estaba atrapada en una especie de limbo terrible, o si realmente había despertado en otra época y en otro lugar.
Acercó de nuevo sus dos manos al borde y con todas sus fuerzas empujó. Logró mover la piedra una fracción de pulgada, lo suficiente para que pudiera introducir un dedo por la grieta. Empujó de nuevo con todas sus fuerzas, y la pesada tapa de piedra se movió un poco más, escuchó el sonido de la piedra raspando contra la piedra.
Introdujo los dedos en la grieta y con todas sus fuerzas empujó. Esta vez, la tapa se desprendió.
Respirando con dificultad, Caitlin se sentó y miró hacia todas partes. Sus pulmones se quedaron sin aire, rápidamente se protegió de la luz llevando las manos a los ojos. ¿Cuánto tiempo había estado en esa oscuridad?, se preguntó.
Mientras estaba allí sentada, protegiéndose los ojos, trató de escuchar, atenta a cualquier ruido, cualquier movimiento. Recordó cuán violento había sido su despertar en el cementerio en Italia y, esta vez, no quería dejar nada librado al azar. Estaba preparada para cualquier cosa, lista para defenderse de los aldeanos, o de los vampiros -o de cualquier otra cosa- que pudiera estar cerca.
Pero esta vez, no se escuchaba nada. Poco a poco, abrió los ojos y vio que estaba sola. Cuando sus ojos se adaptaron, se dio cuenta que la luz no era tan brillante aquí. Estaba en una habitación de piedra, como una caverna, con techos abovedados bajos. Parecía la bóveda de una iglesia. La habitación estaba iluminada sólo por una vela prendida. Se dio cuenta de que era de noche.
Una vez que sus ojos se adaptaron, miró a su alrededor con cuidado. Tenía razón: había estado yaciendo en un sarcófago de piedra que estaba en la esquina de una habitación de piedra, en lo que parecía la cripta de una iglesia. La habitación estaba vacía, a excepción de algunas estatuas de piedra y otros sarcófagos.
Caitlin salió del sarcófago. Se estiró, probando cada uno de sus músculos. Se sentía bien al estar de pie de nuevo. Estaba agradecida por no haber despertado esta vez en el medio de una batalla. Al menos tenía unos momentos de tranquilidad para recomponerse.
Pero seguía desorientada. Sentía su mente pesada, como si hubiera despertado de un sueño de mil años. Inmediatamente, sintió una punzada de hambre.
¿Dónde estaba? se preguntó de nuevo. ¿En qué año?
Y lo más importante, ¿dónde estaba Caleb?
Se sentía abatida porque él no estaba a su lado.
Caitlin examinó la habitación en busca de alguna señal de él. Pero no encontró nada. Los otros sarcófagos estaban todos abiertos y vacíos, y no había ningún otro lugar donde pudiera estar escondido.
"¿Hola?" gritó. "¿Caleb?"
Dio unos pasos vacilantes por la habitación y vio una puerta baja con forma de arco, la única vía de entrada o salida de la habitación. Se dirigió a la entrada y probó el picaporte. Estaba sin cerrojo, la puerta se abrió fácilmente.
Antes de salir de la habitación, se volvió y examinó el cuarto, asegurándose de que no había dejado nada que fuera a necesitar. Palpó su collar que seguía alrededor de su cuello; metió la mano en los bolsillos, y se tranquilizó al sentir su diario, y la llave grande. Era todo lo que tenía en el mundo, y era todo lo que necesitaba.
Después de salir, Caitlin caminó por un largo y arqueado pasillo de piedra. Sólo quería encontrar a Caleb. Seguramente, había regresado con ella esta vez. ¿O no era así?
Y si había regresado con ella, ¿la recordaría esta vez? No quería tener que pasar por todo aquello de nuevo, tener que buscarlo, y luego que no recordara. No. Oró para que esta vez fuera diferente. Estaba vivo, se aseguró a sí misma, y regresaron juntos en el tiempo. Tenía que ser así.
Pero mientras se apresuraba por el pasillo y por un pequeño tramo de escalones de piedra, sintió que es agitaba, era esa sensación de descorazonamiento que conocía al darse cuenta que él no había regresado con ella. Después de todo, no había despertado a su lado tomándole la mano, él no estaba allí para tranquilizarla. ¿Entonces, no había regresado? Su agujero en el estómago se hizo más grande.
Y ¿qué pasó con Sam? Él también había estado allí. ¿Por qué no había ninguna señal de él?
Caitlin finalmente llegó a la cima de la escalera, abrió otra puerta, y se quedó allí, sorprendida por lo que vio. Estaba de pie en la capilla mayor de una iglesia maravillosa. Nunca antes había visto, techos tan altos, tantos vitrales, y un altar tan enorme y tan elaborado. Las filas de bancos se extendían sin fin, y este lugar parecía poder albergar a miles de personas.
Por suerte, estaba vacía. Las velas ardían por todas partes, pero era evidente que era tarde. Se sentía agradecida: lo último que quería era caminar entre una multitud de miles de personas que la miraban directamente a los ojos.
Caitlin se acercó lentamente hasta el centro del pasillo hacia la salida. Buscaba a Caleb, Sam, o incluso un sacerdote. Alguien como el sacerdote en Asís, quien podría darle la bienvenida, y explicarle lo que estaba ocurriendo. ¿Quién podría decirle dónde estaba y cuándo y por qué?
Pero no había nadie. Caitlin parecía estar completamente sola.
Cuando Caitlin llegó a las enormes puertas dobles, se preparó para enfrentar lo que podría estar afuera.
Cuando las abrió, se quedó sin aliento. La noche estaba iluminada por antorchas a lo largo de la calle, y ante ella había una gran multitud de personas. No estaban esperando entrar a la iglesia, sino que estaban caminando alrededor de un gran plaza abierta. Era una noche concurrida y festiva, y cuando Caitlin sintió el calor, supo que era verano. Se sorprendió al ver a toda esa gente, su vestuario era anticuado y formal. Por suerte, nadie pareció darse cuenta de ella. Pero, ella no podía apartar los ojos de esa gente.
Había cientos de personas, la mayoría vestidas formalmente, era claro que se trataba de otro siglo. Entre ellos había caballos, carruajes, vendedores ambulantes, artistas, cantantes. Era una noche de verano llena de gente, y era abrumador. Se preguntó qué año podría ser, y en qué lugar había posiblemente aterrizado. Más importante aún, mientras examinaba todas las caras extrañas y extranjeras, se preguntó si Caleb podría estar esperando entre ellos.
Desesperada, esperanzada, examinó la multitud tratando de convencerse a sí misma de que Caleb, o tal vez Sam, podría estar entre ellos. Miró en todas direcciones, pero después de varios minutos, se dio cuenta de que no estaban allí.
Caitlin dio varios pasos hacia la plaza, y luego se volvió y miró la iglesia, con la esperanza de que, tal vez, podría reconocer su fachada que le daría una pista sobre dónde estaba.
Y así fue. No era experta en arquitectura o en historia, o en iglesias, pero sabía algunas cosas. Algunos lugares eran tan obvios, estaban tan grabados en la conciencia pública, que podía reconocerlos. Y ése era uno de esos.
Ella estaba de pie ante la catedral de Notre Dame.
Estaba en París.
Era un lugar que no podía confundirse con otro. Sus tres enormes puertas del frente, profusamente talladas; las docenas de pequeñas estatuas sobre ellas; su elaborada fachada que ascendía cientos de metros hacia el cielo. Era uno de los lugares sobre la tierra que podía reconocerse más fácilmente. La había visto en línea, muchas veces. No podía creerlo: realmente estaba en París.
Caitlin siempre había querido ir a París, siempre le había rogado a su madre que la llevara. Cuando había tenido un novio una vez en la escuela secundaria, siempre había esperado que él la llevara allí. Era un lugar que siempre había soñado en ir, y se le fue la respiración al darse cuenta de que estaba allí. Y en otro siglo.
Caitlin sintió que la multitud la empujaba; se miró e hizo una evaluación de su ropa. Se sintió mortificada porque todavía estaba vestida con el simple uniforme de prisionero que Kyle le había dado en el Coliseo de Roma. Llevaba una túnica de lienzo, áspera a la piel, toscamente cortada, demasiado grande para ella, atada con un trozo de cuerda sobre su torso y piernas. Su pelo estaba enmarañado, sin lavar, y caía sobre su cara. Parecía un prisionero fugado, o un vagabundo.