Tres Metros Sobre El Cielo - Федерико Моччиа 20 стр.


No voy. Tiene una voz fría y molesta.

Porque? Prepare todo. Hasta me puse el delantal que me regalaste. Miente Step.

Llamo la señora Mariani. Se le desapareció un collar de oro con brillantes. Me culpo a mí. No me llames mas.

Babi corta. Poco después, Step esta en casa de Pollo.

Quien coño pudo haber sido? Te das cuenta? Bellos amigos de mierda.

Dale Step no digas así! Cuantas veces ha pasado que vamos a casa de alguien y robamos cosas. Prácticamente en cada fiesta.

Si, pero nunca en casa de la novia de uno de nosotros!

No era la casa de Babi

No, pero ella estaba involucrada. Debes ayudarme a hacer una lista de quienes estaban Step agarra un pedazo de papel. Después comienza a buscar frenético un lápiz. Pero no hay nada para escribir aquí

No lo necesitas. Yo se quien agarro el collar.

Quien?

Entonces Pollo dice un nombre, el único que Step nunca hubiera querido escuchar. El Siciliano.

Step maneja su moto en la noche. No quiso ser acompañado por Pollo. Esa es una cuestión entre el y El Siciliano. Ningún otro. Esta vez no es tarea de simples flexiones. Esta vez es una historia mas complicada.

La sonrisa del Siciliano no promete nada bueno.

Hola Siciliano. Escucha, no quiero pelear.

Un puño golpea a Step en plena cara. Step tropieza hacia atrás. Esto no se lo esperaba. Adelanta la cabeza para recuperarse. El Siciliano va hacia el. Step lo para con una patada derecha. Después, mientras recupera el aliento, piensa en la cena que preparo, en el delantal de flores y en cuanto hubiera querido que esa velada hubiera sido diferente. Una noche tranquila, en casa, con su chica entre los brazos. Pero no. El Siciliano esta ahí, frente a el, en posición. Con las dos manos le da la señal de avanzar.

Ven anda, ven acá.

Step agita la cabeza y respira profundamente.

Coño, no se porque, pero mis sueños nunca se cumplen.

Justo en ese momento el Siciliano va hacia el. Step esta preparado esta vez. Esquiva de lado, lo golpea en la cara con un directo potente y exacto. Debajo de su puño siente la nariz moverse. Las cejas se unen adoloridas. Entonces ve su cara, esa mueca, el labio inferior que saborea su propia sangre. Lo ve sonreír y en ese momento entiende que todo iba a ser muy difícil.

Babi esta sentada en el sofá. Mira sin ganas la televisión saboreando un jugo cuando suenan a la puerta.

Quien es?

Yo.

Step esta frente a ella. Tiene los cabellos alborotados, la camisa arrugada y la ceja derecha todavía sangrando.

Que te paso?

Nada. Solo recupere esta alza la mano derecha. El collar de oro de la señora Mariana esta ahí brillando en la penumbra de las escaleras. Ahora puedes venir a la cena?

Babi, después de haber restituido el collar a la señora e inevitablemente haber perdido el puesto de niñera, se deja llevar por Step a su casa. Pero cuando abren la puerta tienen una terrible sorpresa. En la mesa en el centro de la sala iluminada por una romántica vela, esta Manuela. Paolo llega poco después de la cocina. Lleva la macedonia preparada por Step y, como si no bastara, usa el delantal de flores que le regalo Babi.

Hola Step. Disculpa pero llame, nadie respondió. Entonces vinimos a la casa, esperamos un poco, pero eran las diez entonces pensamos: quizás no vendrán. Y comenzamos a comer, verdad?

Busca el consentimiento de Manuela, que asienta y da una sonrisa. Step mira su plato. Todavía hay pedazos de su ensalada con aguacate.

Y ya la terminaron, por lo que veo. Bueno, como estaba la cena? Al menos estaba buena?

Buenisima. Manuela parece sincera. Después se calla rápido. Entendió que es una de esas preguntas que no quieren respuesta.

Buen, Paolo préstame el carro anda, que vamos a ver que comemos afuera.

Paolo pone la macedonia en la mesa.

Pero

Que cosa? Ni lo intentes, eh? Te comiste todas mis cosas, te terminaste la ensalada que prepare con mis manos toda la tarde, y me vas a venir con cuentos?

Paolo saca afuera las llaves del bolsillo y las abandona en las manos del hermano con un tímido Ve lento, ok?

Step va saliendo.

Por cierto, te compre tus biscochos de mantequilla. Si quieres también un postre, están en el armario de la cocina.

Paolo le da una sonrisa, pero sus pensamientos ahora son todos para su carro Golf gris metalizado y lo que le pasaría.

Step y Babi van a comer crepes calientes cerca de la Pirámide. Después, tomando felices tragos de cerveza, descartan la idea de regresar a su casa. A Babi le incomoda porque esta su hermano. Entonces Step, maldiciendo a Paolo y la estupida de su novia, gira hacia la derecha para un lugar llamado Gianicolo. Se estacionan cerca de los jardines, entre otros carros con vidrios ya empañados de amor, llenos de pasiones desenfrenadas, de ese incomodo placer realizado con apuros. Frente a ellos, lejos, la ciudad se esta durmiendo.

Mas cerca, a los pies de un muro, algunos muchachos se pasan una ilegal probada de alegría momentánea. Step cambia la estación de la radio. 92.70. La radio romántica. Se alarga hacia ella y comienza a besarla. Después lentamente esta encima. Maldice el dolor de su espalda, del esternon golpeado, de las caderas que probaron los golpes del Siciliano. Ese fresco deseo borra los dolores. Besos apasionados superan dificultades mecánicas. El freno de mano se vuelve indispensable, la rueda del espaldar orgullosa. Step siente su piel suave y perfumada. Su respiración se vuelve irregular de pasión. Intenta de nuevo a bajar más el asiento. Nada que hacer, esta bloqueado. Entonces, mientras que con la mano derecha gira la rueda hacia abajo, pone un pie debajo del asiento y empuja con toda su fuerza. Se escucha un crac, un sonido seco. El espaldar baja de golpe, Babi con el y el con ella, riendo sin pensar en nada mas, mucho menos a Paolo, en su cara molesta, en su carro metalizado. Cada uno se adueña de los pantalones del otro, casi como una competencia, un duelo sensual. Después Babi se adelanta, inexperta y apenada, cierra los ojos y al final abrazándolo se emociona por su lograr su tierna victoria personal. Cuando se da cuenta que Step quiere ir aun mas adelante, lo detiene.

No, que haces?

Nada. Estaba intentando.

Babi lo aleja un poco molesta.

Pero aquí, en el carro? Mi primera vez debe ser una cosa bellísima, un lugar romántico con el perfume de las flores, la luna.

Aquí esta la luna. Step abre un poco el techo. Ves, un poco cubierta pero esta. Y siente Aspira hondo. Esta lleno de flores acá alrededor. Que falta? Es romántico, anda. Hasta tenemos Tele Radio Stereo. Es perfecto!

Babi se echa a reír.

Yo quería decir otra cosa. Mira el reloj. Es tardísimo. Si regresan mis padres y no me consiguen termino de nuevo castigada! Anda apurémonos.

Se arreglan sus jeans y después tratan juntos de arreglar el asiento de Babi. Nada que hacer. Regresan riendo con el espaldar roto. Cada vez que acelera, Babi termina siempre abajo. Pensando en todo eso que podría decir su hermano. Que noche con este final quizás, se volvió una comedia dramática. Acompaña a Babi hasta la puerta y se despide. Maneja veloz en la noche recordando esa romantica abstinencia y ese perfume de los suspiros de ella que le queda entre sus manos.

Pero donde estabas? Te espero desde hace una hora, debo llevar a Manuela a su casa.

Paolo esta ya nervioso. Imagina como se pondría si le hubiera dicho lo del asiento.

Podias agarrar la moto, como ahora agarras todas mis cosas.

Paolo no ríe para nada y se encierra en la sala con Manuela.

Step va al cuarto, se quita la ropa y se mete en la cama. Apaga la luz. Esta destruido. De la sala llegan voces. Trata de escuchar mejor. Son Paolo y Manuela. Están discutiendo algo. La voz de su hermano es repetitiva y fastidiosa.

Dime la verdad. Quiero saber la verdad.

Ya te la dije.

Te dije que me dijeras la verdad.

Esa es, te lo juro.

Te lo pido por la ultima vez. Dime la verdad, quiero saber la verdad.

Te juro que te he dicho todo. Manuela también parece bastante segura. En la oscuridad del cuarto Step mueve la cabeza. No se si son peores los golpes del Siciliano o las discusiones de mi hermano. Quien sabe que querrá saber Paolo, igual Manuela no se lo dirá nunca. Una cosa es segura. La única gran verdad es que Manuela regresara a casa sentada en el asiento malo. Y con ese pensamiento, Step se duerme divertido.

Babi esta en Fregene con toda su clase. Están festejando el día libre que les dieron. Terminaron de comer hace un rato y se pusieron a pasear en la playa. Algunas de sus amigas juegan a roba-bandera. Ella esta sentada sobre un banco hablando con Pallina. Después lo ve. Va hacia ella con esa sonrisa, esos lentes oscuros y esa chaqueta. A Babi le salta el corazón. Pallina se da cuenta rápido.

Hey, no mueras, eh?

Babi le sonríe después corre a encontrar con Step. Se va con el, sin preguntarle como hizo para conseguirla, donde la está llevando. Se despidió de sus compañeras con un adios distraído. Algunas de ellas dejan de jugar y la siguen con la mirada. Envidiosas y soñadoras, deseosas de estar en su puesto, abrazadas a Step, a 10 con honores. Después la chica del centro llama fuerte. Numero siete! dos de ellas arrancan en la arena, corriendo hacia ella. Se para una frente a la otra, con los brazos alargados, mirándose a los ojos, retándose sonrientes. De repente ese pequeño pañuelo blanco suspendido en el aire se vuelve su único pensamiento.

Cuando llegan frente a la moto, Babi lo mira curiosa.

Adonde vamos?

Es una sorpresa. Step va detrás de ella y saca fuera del bolsillo la bandana azul que le robo y le cubre los ojos.

No hagas trampa no debes ver.

Ella se lo arregla mejor, divertida.

Hey, este pañuelo me parece conocido después le pasa un audífono de su Sony y parten juntos abrazados escuchando las notas de Tiziano Ferro.

Mas tarde Babi se mantiene abrazada detrás de el, con la cabeza apoyada sobre su espalda y los ojos cubiertos por la bandana. Siente como si volara, un viento fresco acaricia sus cabellos y un olor de humedad perfuma el aire. Hace cuanto salieron? Trata de calcular el tiempo del CD que esta escuchando. Entonces lleva casi una hora que están viajando. Pero hacia donde vamos?

Falta mucho?

Ya casi llegamos. Estas viendo?

No.

Babi sonríe y se apoya de nuevo a su espalda, apretándolo fuerte. Enamorada. Acelera dulcemente y va hacia la derecha, arriba por la subida preguntándose si ella ha entendido.

Aquí, ya llegamos. No, te quites la bandana. Esperame aquí.

Babi trata de entender donde esta. Sigue siendo de tarde. Siente un sonido lejano, repetitivo y ahogado, pero no entiende de qué se trata. Por un momento, escucha un ruido más fuerte, como si algo hubiera sido golpeado.

Aquí esta. Step la agarra por la mano.

Que paso?

Nada. Sígueme. Babi temerosa se deja llevar. Ahora el viento paro, el aire se volvió mas fría, pareciera casi húmeda. Su pierna se tropieza con algo.

Ay.

No es nada.

Como que no es nada. Es mi pierna!

Step se echa a reír.

Y siempre te la golpeas. Quédate quieta aquí. Step la abandona por un momento. La mano de Babi se queda sola, suspendida en el vacío.

No me sueltes

Estoy aquí cerca de ti.

Después un fuerte sonido continuo, mecánico, como madera. Una ventana que se alza. Step le quita dulcemente la bandana. Babi abre los ojos y de repente todo aparece.

El mar en el horizonte brilla frente a ella. Un sol caliente y rojo parece sonreírle. Esta en una casa. Sale afuera, debajo de la ventana alzada, hacia la terraza. Abajo a la derecha reposa romántica la playa del primer beso de ellos. A lo lejos sus colinas preferidas, su mar, los lugares conocidos: PortErcole. Un pelicano le pasa cerca. Babi mira alrededor emocionada. Ese mar plateado, la arena amarilla, los arbustos verdes oscuros, esa casa solitaria sobre las rocas. Su casa, la casa de sus sueños. Y ella esta ahí, con el, y no esta soñando. Step la abraza.

Estas feliz? ella le indica que si con la cabeza. Después abre los ojos. Mojados y soñadores de pequeñas lágrimas transparentes, lucidas de amor, bellísimas. El la mira.

Que pasa?

Tengo miedo.

De que?

Que nunca volveré a ser tan feliz como ahora

Después, loca de amor, lo besa de nuevo en medio de ese hermoso horizonte.

Vente, entremos.

Se ponen a dar vueltas por esa casa desconocida, abriendo cuartos, inventando historias de cada habitación, imaginándose como si fueran los propietarios.

Levantan todas las ventanas, consiguen un gran Stereo y lo prende. Aquí también se escucha Tele Radio Stereo. Ríen. Giran por esa casa abriendo las gavetas, revelando los secretos, divirtiéndose juntos. Separados, se llaman cada tanto para mostrarse hasta el descubrimiento más pequeño y todo parece mágico, importante, increíble.

Step saca el baúl de la moto y entra de nuevo en la casa. Poco después la llama. Babi entra en el cuarto. La gran ventana da hacia el mar. El sol ahora parece que estuviera guiñando un ojo. Esta desapareciendo en silencio detrás del horizonte lejano. Ese ultimo rayo educado pinta de rosado las nubes suaves esparcidas mas en lo alto. Su reflejo casi dormido corre por una línea dorada. Atravesando el mar para apagarse sobre las paredes de ese cuarto, entre sus cabellos, sobre sabanas nuevas, apenas puestas.

Las compre yo, te gustan? Babi no responde. Mira alrededor. Un pequeño mazo de rosas rojas reposa en un vaso cerca de la cama. Step trata de echar broma. Juro que no las compre en el semáforo

Step abre el baúl.

Y voila!

Adentro esta hielo derretido y algunos cubos todavía flotando. Step saca fuera una botella de champaña con dos copas envueltas con un periódico.

Para no romperlas. Explica. Después del bolsillo de la chaqueta saca una pequeña radio.

No sabia si había.

La prende, la sintoniza en la misma frecuencia del stereo de la casa y la pone sobre la mesa de noche.

Un pequeño eco de la canción Ciertas noches se esparce por el cuarto.

Pareciera casi hecho a propósito sobretodo si estamos por anochecer

Step se le acerca, la agarra entre los brazos y la besa. Ese momento le parece tan bello que Babi olvida todo, sus propósitos, sus miedos, sus escrúpulos. Lentamente se deja quitar la ropa, desnudándolo ella también. Se encuentra completamente desnuda por primera vez entre sus brazos, mientras una luz mágica, esparciéndose sobre el mar, ilumina tímidamente sus cuerpos.

Una joven estrella curiosa brilla alta en el cielo. Después, entre un mar de caricias, el sonido de ondas lejanas, el rumor de un alegre pelicano, el perfume de las flores, sucede.

Step se desliza delicadamente sobre ella. Babi abre los ojos tiernamente feliz. Step la mira. No parece asustada. Le sonríe, le pasa una mano entre sus cabellos dándole confianza. En ese momento, de la pequeña radio cercana y en toda la casa comienza a sonar inocentemente Beautiful, pero ninguno de los dos se da cuenta. No saben que esa se volvería su canción. Ella cierra los ojos conteniendo la respiración, repentinamente llevada por esa emoción increíble, de ese dolor de amor, de la magia de volverse suya por siempre. Alza la cara hacia el cielo, suspirando, agarrandose a sus hombros, abrazándolo fuerte. Después se deja llevar, delicadamente mas tranquila. Suya. Abre los ojos. El esta ahí, dentro de ella. Esa suave sonrisa ondea de amor sobre su cara besándola cada tanto. Pero ella no esta mas. Esa muchacha de los ojos azules asustados, de tantas dudas, de los miles miedos, desapareció. Babi piensa cuanto desde pequeña le fascina la historia de las mariposas. Aquella oruga y aquel pequeño capullo que se tiñe de miles esplendidos colores y de repente, aprende a volar. Entonces se ve de nuevo. Fresca, delicada mariposa apenas nacida, entre los brazos de Step. Le sonríe y lo abraza mirándolo a los ojos. Después le da un beso, suave, nuevo, apasionado. Su primer beso de joven mujer.

Mas tarde, echados entre las sabanas, el le acaricia los cabellos, mientras ella lo aprieta con la cabeza apoyada en su pecho.

No soy buena, verdad?

Eres buenísima.

No, me siento tonta. Me debes enseñar.

Eres perfecta. Ven.

Step la agarra por la mano y se la lleva hacia el. Entre las flores de la sabana, una pequeña flor roja, apenas creada, se distingue del resto, mas pura e inocente que todas.

De nuevo abrazados en la bañera. Beben champaña hablando alegres, ligeramente brillantes de amor. Rápidamente ebrios de pasión se aman de nuevo. Esta vez sin miedo, con mas seguridad, mas deseo. Ahora le parece más bello, más fácil de mover las alas, ahora no tiene miedo a volar, entiende la belleza de ser una joven mariposa. Después agarran las batas de baño y bajan hacia la cabaña privada. Se divierten inventando nombres que podrían significar esas dos letras desconocidas cocidas en el pecho. Después de haber competido por encontrar los más raros, las abandonan en las rocas.

Babi pierde. Se lanza de segunda. Nadan así, en el agua fresca y salada, bajo el reflejo de la luna, empujado por pequeñas ondas, abrazándose cada tanto, bromeando, alejándose para después juntarse de nuevo, para saborear esos labios de sabor champaña marino. Mas tarde, sentados sobre una roca, envueltos en las batas de baño de Amarildo y Sigfrida, miran soñadores las miles estrellas encima de ellos, la luna, la noche, el mar oscuro y tranquilo.

Es bellísimo aquí.

Es tu casa, no?

Estas loco!

Lo se!

Soy feliz. Nunca he sido así de feliz en toda mi vida. Y tu?

Yo? Step la abraza fuerte. Estoy demasiado feliz.

Como para lograr tocar el cielo con un dedo?

No, no así.

Como no así?

Mucho mas. Al menos tres metros sobre el cielo.

El día después Babi se despierta y, mientras debajo de la ducha los últimos rastros salados abandonan su cabello, piensa emocionada en la noche anterior.

Desayuna, saluda a su mama y se monta en el carro con Daniela, lista para ir a la escuela como cada mañana. Su padre se para en el semáforo debajo del puente de la vía Francia. Babi esta todavía somnolienta y distraída cuando de repente la ve. No cree a sus ojos. En lo alto, más alto que el resto, sobre la blanca columna del puente, una escritura domina las otras, imborrable. Esta ahí, sobre el mármol frío, azul como sus ojos, bella como siempre la quiso. Su corazón comienza a latir veloz. Por un momento le parece que todos pueden sentirla, todos pueden leer esa frase, justo como ella lo esta haciendo en ese momento. Y ahí, en lo alto, inalcanzable. Ahí solo donde los enamorados logra llegar:

Tu y yo Tres metros sobre el cielo.

24 de diciembre.

Esta despierto. En realidad no ha dormido nada. La radio esta encendida. Ram Power: uno lo vive, uno lo recuerdo. Que cosa hay para recordar? Tiene dolor de cabeza y los ojos le duelen. Se gira en la cama. De la cocina vienen sonidos. Su hermano esta haciendo el desayuno. Mira el reloj. Son las nueve. Quien sabe a donde va Paolo a esa hora, el día antes de navidad. Hay personas que siempre tienen algo que hacer, piensa, hasta en los días festivos. Siente la puerta cerrándose. Salio. Tiene un sentimiento de alivio. Tiene ganas de estar solo. Después un extraño sufrimiento lo toma. No tiene ganas. Esta solo. Con esa idea se siente aun peor. No tiene hambre, no tiene sueño, no tiene nada. Se queda así boca abajo. No sabe por cuanto tiempo. Poco a poco comienza a ver ese cuarto en días más felices. Cuantas veces por la mañana ha encontrado los zarcillos de Babi sobre la mesita de noche, cuantas veces su reloj, cuantas veces estuvieron juntos en esa cama, abrazados, enamorados, deseosos el uno del otro. Sonríe. Se acuerda de sus fríos pies, esos pequeños dedos helados que ella riendo apoyaba en sus piernas mas calientes. Después que habían hecho el amor, cuando se echaban ahí, a hablar, mirando la luna por la ventana, la lluvia o las estrellas, igualmente felices, si hiciera calor o lloviera. Acariciándole los cabellos sin importar que sucediera afuera, olvidando las guerras, los problemas del mundo, las nuevas calles, la gente. Después imagina de nuevo a ella yendo a su baño, admira de nuevo enamorado esas marcas más claras sobre su piel, la sombra de un traje de baño apenas quitado, un sostén desabrochado. La escucha reír con esa puerta cerrada, la ve caminar con su forma graciosa, con esos cabellos mojados, correr penosa hacia la cama, lanzarse encima de el, aun fresca de agua, aun perfumada de amor y de pasión. Step se voltea de nuevo en la cama, mira el suelo. Cuantas veces, con mala gana, ha llegado la hora de vestirse, de acompañarla a casa. Entonces silencioso y vecinos, sentados sobre esa cama comenzaban a vestirse, lentamente, pasándose cada tanto alguna cosa que pertenecía al otro. Intercambiando una sonrisa, un beso, poniéndose una falda, hablando inclinados, amarrándose los zapatos, dejando la radio prendida, por poco, antes de regresar. Donde estará en este momento. Y porque. Siente una puntada en el corazón.

En los días festivos siempre arregla el cuarto, si se siente más alegre o más triste. No sabe donde meter algunos pensamientos.

Dani, quieres esta? Sino la boto. Daniela mira a la hermana. Babi esta en la puerta de su cuarto con la chaqueta azul en la mano.

No, déjala me la pongo yo.

Pero esta toda descosida.

Yo la arreglo.

Como quieras. Babi la deja en la cama. Daniela la mira salir del cuarto. Cuantas veces Babi y ella han peleado por esa chaqueta. No pensaría que la botaría. Su hermana si ha cambiado. Después deja ir ese pensamiento y se pone a envolver los últimos regalos. Babi esta terminando de limpiar el armario cuando entra su madre.

Bien. Has sacado bastante ropa.

Si, toma, toda esta es para botar. Dani tampoco la quiere.

Raffaella agarra algunas ropas puestas sobre la mesa.

Haré un paquete para los pobres. Deberían pasar hoy a buscarlos. Mas tarde salimos juntas?

No lo se, mama. Babi se sonroja ligeramente.

Como quieras, no te preocupes.

Raffaella sonríe y sale del cuarto. Babi abre algunas gavetas. Esta feliz. De un tiempo acá esta bien con su madre. Que extraño. Solo hace seis meses atrás peleaban siempre. Se acuerda del final del proceso penal, cuando salio del tribunal y su madre la alcanzo afuera corriendo.

Pero estas loca, porque no dijiste como fueron de verdad las cosas? Porque no dijiste que ese delincuente golpeo a Accado sin razón?

Para mi las cosas fueron como yo dije. Step es inocente. No tiene que ver. Que saben ustedes que paso? Que sintió ese momento. Ustedes no saben justificar, no saben perdonar. La única cosa que están en grado de hacer es juzgar. Deciden la vida de sus hijos sobre sus deseos, sobre lo que ustedes piensan. Sin saber siquiera que pensamos. Para ustedes la vida es como jugar cartas, todo eso que no conocen es una carta incomoda que no quisieran haber pescado. No saben que hacer, les molesta tenerla entre las manos. Pero no se preguntan porque uno es violento, porque uno es drogadicto, que les importa, si no es su hijo, no les preocupa. Pero esta vez te interesa mama, esta vez tu hija esta con uno que tiene problemas, que no piensa solo en tener el GTI 16 válvulas, el Daytona o ir a Sardegna. Es violento, es cierto, pero quizás lo es porque no sabe explicar tantas cosas, porque le han dicho tantas mentiras, porque ese es su único modo de reaccionar.

Pero que dices? Son todas idioteces y que no piensas? Como quedaste? Eres una mentirosa. Mentiste frente a todos.

A mi no me importa nada tus amigos, lo que piensan, como me juzgan. Dices siempre que es gente que lo lograron. Pero que lograron? Que han hecho? Solo dinero. No hablan con los hijos. No les importa en realidad lo que hacen, de cuanto sufren. Nosotros, no les importamos un coño.

Raffaella le da una cachetada en plena cara. Babi se pasa la mano por la mejilla, después sonríe.

Lo hice a propósito, que crees? Ahora que me diste una cachetada tú conciencia esta limpia. Ahora puedes regresar a hablar con tus amigas y sentarte en la mesa de juego. Tu hija fue educada bien. Entendió que es bueno y que no entendió que tiene que decir palabrotas y que se debe comportar bien. Pero no ves que eres ridícula, que das risa? Me mandas a la misa los domingos pero si escucho mucho el evangelio entonces no, no esta bien. Si amo mucho a mis prójimos, si traigo a casa a uno que no se alza cuando entras o que no sabe estar en la mesa, entonces no te gusta. Deberían inventar iglesias para ustedes, un evangelio, donde no todos resucitan, solo esos que no comen en cualquier lado, que no firman poniendo primero el apellido, esos que sabes de quien son hijos, esos que son bronceados y bellos, que visten como ustedes dicen. Son bufones.

Babi se va. Raffaella se queda mirándola hasta que la ve montarse en la moto de Step y alejarse con el.

Cuanto tiempo ha pasado. Cuantas cosas han cambiado. Suspira, abriendo el segundo gabinete.

Pobre mama, cuantas cosas la hice pasar. En el fondo ella tenía razón. Lo entendí solamente ahora. Pero hay cosas más importantes en la vida. Continúa a acomodar su ropa. Pero de esas cosas tan importantes no le viene a la mente ni una, quizás porque no quiere pensar más, porque es más cómodo así. Quizás porque en realidad no hay tantas. Es un arrepentimiento o un sostén con el cual el se rió.

Que sexy estas esta noche. Uno tras otro llegan, implacables, malintencionados y tristes, lejanos. Los recuerdos. La fiesta de sus dieciocho años en Ansedonia. A las diez de la noche, repentinamente un sonido de moto. Todos los invitados se asomaron a la terraza. Finalmente algo de que hablar. Llegaron Step, Pollo y sus amigos. Bajan de las motos y entran en la fiesta riendo, seguros y arrogantes, mirando alrededor, los amigos buscando alguna chica bella, el buscándola a ella.

Babi corre a su encuentro, perdiéndose entre sus brazos, con un dulce felicidadades tesoro y un beso en la boca apasionado.

Dale, están mis padres aquí

Lo se, por eso lo hice! Ven, vente conmigo

Después de la torta con las velas y el Rolex que sus padres le regalaron, se escapan. Se deja secuestrar por sus ojos alegres, de sus propuestas divertidas, de su moto veloz. Fuera, van por la bajada, hace el mar nocturno, con el perfume de las olas, lejos de inútiles invitados, de la mirada molesta de Raffaella, del desagrado de Claudio que quisiera bailar el vals con su hija como lo hacen todos los padres.

Pero ella no esta mas, ella esta lejos. Pequeña mayor de edad, se pierde bailando entre sus besos, sobre notas de suaves ondas saladas, por una romántica luna, por su joven amor.

Toma, esto es para ti. Sobre el cuello resplandece un collar de oro de piedras turquesas como sus ojos felices. Babi le sonríe y el besándola logra convencerla. Te juro que no la he robado.

Y la noche de la prueba de aptitud. Que risa esa vez, en casa hasta tarde para repasar. Hipótesis continuas, sopladas clandestinas. Todos creen saber el titulo del tema. Se llaman seguros, todos creen haber descubierto el justo.

Es el numero cincuenta de la televisión, fue descubierta una escritura del Manzoni, es acerca de la revolución francesa, de seguro.

Algunos dicen que lo saben de Australia donde salio el día antes, otros de un amigo profesor, de uno en la comisión, alguno dice que lo saco por un médium. Cuando al día siguiente el futuro se volvió presente, se descubre que ese profesor no era tan amigo, que el médium era una estafa y que Australia es una tierra muy lejana para confiarse.

Después cuando salieron las notas, esa gran sorpresa.

Babi saco cien. Corre hacia Step feliz, entusiasmada por el resultado. El se ha reído, bromeando con ella.

Que aptitud tienes!!

La ha desnudado riendo, echándole broma, pareciera que lo hubiera sabido, como si esperara que ella sacara esa nota. Han hecho el amor. Después ella se venga riendo.

Te habrías imaginado? Tu aquí, un simple setenta que tiene el honor de besar un honorífico cien pero te das cuenta de la suerte que tienes?

El le ha sonreído. Si, me doy cuenta. Y la ha abrazado en silencio.

Cualquier tiempo después, Babi fue a buscar a la Giacci. En el fondo, después de sus discusiones, la profesora pareciera haberle tenido simpatía. La comenzó a tratar bien, con delicadeza, con demasiado respeto. Ese día, cuando fue a su casa, descubrió porque.

Ese respeto era solo miedo. Miedo de estar sola, de no tener más su amigo y compañero. Miedo de no volver a ver a su perro, miedo de la soledad. Babi se quedo sin palabras. Escucho la furia de la profesora, su rabia, sus palabras malas. La Giacci estaba ahí frente a ella, de nuevo con su Pepito entre los brazos. Esa mujer anciana parecía aun más cansada, más ácida, mas desilusionada de ese mundo, de los jóvenes. Babi huyo disculpándose, sin saber que decir, sin sabe mas quien es, a quien tiene cerca, cual seria su nota, la verdadera, la que merecía.

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