Perdona Pero Quiero Casarme Contigo - Федерико Моччиа 4 стр.


Alex sacude la cabeza.

 Pero ¿se puede saber quién eres tú? ¿La Wikiquote con patas? Nos estás acribillando con tus citas

Pietro compone una expresión solemne.

 Claro, me he trabajado mucho el tema para dejar asombradas a mis dulces presas: adoran las citas, ¿qué te crees? Ésta, por ejemplo, la uso cuando alguien me ataca, escucha: «Inmediatamente después del creador de una buena frase viene, por orden de importancia, el primero que la cita», Ralph Waldo Emerson.

Alex vuelve a sacudir la cabeza.

 Eres un caso perdido. De todos modos, no estoy ni estaré nunca de acuerdo contigo. Mis padres están casados y siempre han sido felices.

 Son la excepción que confirma la regla.

 También los de Niki.

 Demasiado pronto para estar seguros: son de nuestra edad Y nosotros, como ves -señala con los ojos a Enrico, procurando que éste no lo vea-, estamos empezando a caer

En ese preciso momento suena el móvil de Alex.

 Es Niki -Abre el teléfono-. ¡Cariño! ¿No tenías el móvil descargado?

Alex mira ufano a Pietro y le hace un gesto obsceno.

 Sí, pero he visto que el cargador de Olly me servía ¡Estamos en su casa! ¿Habéis acabado de jugar?

 Esto -Alex se levanta del sofá y se dirige al dormitorio.

Pietro lo mira y suspira.

 Creo que él también tiene algún problema que otro -dice dirigiéndose a los demás.

Apenas queda fuera del alcance de sus amigos, Alex prosigue la conversación con Niki.

 Sí, lo hemos dejado porque uno de nosotros se ha hecho daño

 ¿En serio? ¿Quién?

 No, no lo conoces, uno del equipo Ah, y después hemos venido a casa de Enrico porque él no ha jugado

 Ah, ¿no está bien?

 Peor

 ¿Qué quieres decir?

 Su mujer lo ha dejado.

 Ah. -Niki enmudece.

 ¿Niki?

 ¿Sí?

 Por desgracia, puede suceder.

 Oh, claro, sí, uno hace una promesa ante Dios y le gustaría que todo fuese sobre ruedas En cambio

Alex está a la expectativa, siente curiosidad.

 ¿En cambio?

 Nada Que no somos capaces de hacer realidad un sueño.

 Sí, Niki, pero no te lo tomes a mal.

 No, lo que ocurre es que lo siento. Veo la incapacidad de las personas para llegar hasta el fondo de las cosas.

 Quizá ambos lo desean, pero después algo cambia

 Espero que no.

 Yo también -Su voz se anima a continuación-. De todas formas, nosotros no hemos hecho ninguna promesa, ¿no? No. Bueno, vuelvo con mis amigas.

 Vale, hablamos más tarde.

Alex mira el teléfono cerrado y se queda estupefacto por un instante. Esa frase «No hemos hecho ninguna promesa.» ¿A qué ha venido? ¿Por qué lo habrá dicho? Además, lo ha dicho con voz alegre. ¿Qué habrá querido decir? ¿Menos mal que no hemos prometido nada? Siente que el estómago se le encoge ligeramente. Bah. A continuación se mete de nuevo el móvil en el bolsillo y vuelve al salón.

 ¿Todo bien? -pregunta Pietro risueño y particularmente curioso.

 Sí, genial.

Enrico lo mira boquiabierto.

 Os agradezco el interés y el afecto que me habéis demostrado. Siempre he sabido que podía contar con vosotros.

Pietro gesticula con las manos de manera exagerada.

 Sí, vale, ahora intentarás hacernos creer que esto te ha sucedido de la noche a la mañana, cuando todo estaba bien Ella no estaba contenta, se lamentaba, no estaba satisfecha.

Enrico lo mira perplejo. Alex y Flavio también.

 Perdona, pero ¿tú que sabes?

 Bueno -Pietro mira a su alrededor sintiendo que lo han pillado ligeramente desprevenido-, algunas cosas se deducen Se leía en su cara, claro que para darse cuenta se requiere cierta sensibilidad y eso es algo de lo que no carezco, desde luego. Y ahora me perdonaréis, pero tengo que ir a follarme a esa mujer que está sola en casa. -Mira el reloj-. Sí Sus hijos estarán durmiendo y él le habrá hecho ya la consabida llamadita tranquilizadora. Adiós, chicos, hablamos mañana.

Y sale dando un portazo a sus espaldas.

 No le falta sensibilidad, ¿eh? ¡Un pedazo de animal, eso es lo que es!

 Bueno -Flavio se encoge de hombros-, sea como sea, tiene razón: vive de maravilla, todo le importa un comino y se divierte como si tuviese dieciocho años.

Alex parece sorprendido.

 Me resulta extraño que pienses así ¡Olvidas que tiene una esposa y dos hijos! Si decides tenerlos, debes optar automáticamente por otro tipo de vida, no puedes ser tan irresponsable

En ese mismo momento Enrico coge una fotografía de la mesita. En ella aparece Camilla con Ingrid recién nacida en brazos.

 ¿Y qué me dices de esta foto? ¿Qué es? ¿Un fotomontaje? ¡Una madre con una hija! -Arroja con rabia la fotografía contra la pared y ésta se rompe en mil pedazos.

 Calma, Enrico. -Alex intenta tranquilizarlo-. Conozco a una que tuvo un hijo y después lo dejó aquí, en Roma, con su padre, porque deseaba probar una nueva vida y cogió un avión con rumbo a América Otra abandonó también al marido y se marchó a vivir a Londres, otra hizo lo mismo y ahora trabaja en París

 Entiendo En ese caso, el hecho de que Camilla nos haya dejado a Ingrid y a mí para irse sólo una semana de vacaciones con otro a las Maldivas es casi normal, ¿no?

 Quizá cambie de idea.

 Quizá vuelva.

 Sí, quizá, quizá Lo único que sé es que tengo que buscar a una nueva canguro.

 ¿Y Dora?

 No sé por qué, pero nos la había recomendado el abogado Beretti

 ¿Y eso qué tiene que ver?

 Pues que, por solidaridad, ella también se ha marchado

Flavio está desconcertado.

 Pero ¿solidaridad con quién? Da la impresión de que aquí están todos locos

 El caso es que he puesto un anuncio, ¡tengo que entrevistar también a varias canguros!

 ¿Qué es esto?, ¿«Factor X»?

 Sí, ¡ojalá!

 ¡Bueno, siempre puedes comprobar quién le canta mejor las canciones de cuna!

 Afortunados vosotros, que siempre tenéis ganas de bromear

Enrico se arroja de nuevo sobre el sofá con las piernas abiertas y echa la cabeza hacia atrás. Flavio y Alex lo observan. A continuación, sus miradas se cruzan. Flavio se encoge de hombros. La verdad es que es muy difícil saber qué decirle a un amigo que sufre por amor. Está inmerso en su dolor, se siente acribillado por mil preguntas inútiles, y lo único que puedes hacer es brindarle tus respuestas personales, relativas, que en el fondo nada tienen que ver con su vida. Alex se sienta junto a él.

 Sólo quería que vieras el lado bueno.

 Es que no hay un lado bueno

 ¿Sabes lo que decía Friedrich Christoph Oetinger? «Que Dios me conceda serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las que puedo cambiar, y sabiduría para distinguir unas de otras.»

 Pareces Pietro con todas esas citas para justificar sus ansias de sexo

 Con una única diferencia: ésta es útil y sólo sirve para hacerte reflexionar sobre la situación en que te encuentras.

 Pero ¿quién era ese Friedrich Cris Tinger? Nunca he oído ese nombre

 Friedrich Christoph Oetinger, un padre espiritual.

 Entiendo. Gracias por el consejo, Alex, ¡pero en pocas palabras, me estás diciendo que debo meterme a cura!

 Bueno, esa frase se cita también en la película El jardín de la alegría, en la que personas de todas las edades fuman porros sin parar En resumen, que en este mundo hay innumerables cosas; el único problema es el uso que hacemos de ellas.

Enrico sonríe.

 ¿Sabes? A veces las palabras me encantan Pero después me detengo y pienso: caramba, cuánto echo de menos a Camilla. Y entonces todos los pensamientos pierden su valor, incluso todas esas bonitas frases de ese padre espiritual tuyo A mí sólo me viene a la mente una de Vasco: «El dolor de tripa lo tengo yo, no tú.»

Alex esboza una sonrisa. Es cierto, el dolor pertenece a quien lo experimenta y no hay palabra que baste para explicarlo o para hacer que el que sufre se sienta mejor. No puedo por menos que darle la razón.

Doce

Olly nota que Niki está rara.

 Eh, ¿qué pasa?

 ¿Por qué lo dices?

 Tienes una cara

 No, nada. Enrico se ha separado de su esposa.

Erica está preparando un batido para todas: fresas, plátanos, melocotones y leche. Apaga la batidora. Se queda pensativa por un instante.

 ¿Cuál es Enrico? Ah, sí No me gusta

 ¡Erica!

 Escuchad, chicas, estoy pasando un momento un poco así

 ¡Hace años que estás pasando un momento un poco así!

 Pero ¿qué dices? Empecé a salir con el tal Stefano, creía que era escritor y, en cambio, trabajaba tan sólo como lector para una editorial

 Entiendo, pero ¿qué era más importante? ¿Su trabajo o cómo te hacía sentir y lo que representaba para ti?

 No lo sé, ¡en cierta manera me sentí estafada!

 ¡Pero si te montaste una película tú sola con ese ordenador que habías encontrado, y pretendías que el que estaba al otro lado era tu príncipe azul!

 Pero ¿qué dices? ¡Si ni siquiera era un lector de novelas rosas!

 En cualquier caso, después del lector saliste con Sergio, el pintor, con Giancarlo, el médico, y con Francesco, el jugador ¿Cómo es posible que con ninguno de ellos te haya ido bien y que no te hayan durado más de un mes?

Erica resopla. Enciende de nuevo la batidora. Acto seguido, alza la voz para que sus amigas puedan oírla por encima del estruendo que causa el aparato.

 Vale. Estaba experimentando. ¿Qué tiene de malo eso? Debéis reconocer que una sola historia no basta para entender lo que es el amor. Además, si es Olly quien lo hace, no hay problema, pero si, en cambio, soy yo

 ¿Y yo qué tengo que ver con eso? -Olly salta sobre el sofá, agarra un cojín y se lo lanza a Erica gritando-: ¡Además, a mí me duran más de unas cuantas horas! ¡Venga, dinos de quién se trata! ¡¿Es Osvaldo el domador?! ¡¿O Saverio el conductor?!

Niki sonríe.

 ¡No, es Saverio el batidor! ¿Quieres apagar de una vez esa cosa?

 Muy bien, tomadme el pelo si queréis. Se llama Giovanni y es dentista.

 Bueno, al menos puede sernos útil

 A mí me parece que, en el fondo, sigues enamorada de Giò.

 Pero ¿qué dices?

 Siempre dices: «Pero ¿qué dices?» -Olly imita a Erica con voz de falsete-. Pero, en mi opinión -le guiña un ojo-, ¡en el fondo sabes que estoy diciendo la verdad!

 Estoy de acuerdo. Nunca has conseguido superar el hecho de que el chico de «A tres metros sobre el cielo», tu primera historia importante, no resistiese el paso del tiempo Resígnate, es natural: una crece, cambia

 De hecho, querida Olly, tengo la impresión de que tú creces demasiado de prisa. Tu Mauro, el fontanero, apenas te duró tres semanas.

 Incompatibilidad cultural.

 Ya. Y ahora estás con Giampi, te mueres de celos y os pasáis la vida riñendo.

 Incompatibilidad de caracteres.

 Me parece que lo que ocurre es que tú eres incompatible y punto.

 Pero ¿qué dices? ¡Esta vez te digo que funciona! He cambiado: antes tenía un novio cada semana, ahora llevo seis meses saliendo con Giampi. Erica siempre había estado con Giò y ahora cambia una vez cada semana.

 Cada dos

 ¡Pues vaya! -Diletta sonríe-. Antes de que me traigáis mala suerte, ¿puedo contaros cuál es mi situación? Mi relación es serena y tranquila, va viento en popa, por buen camino

 ¡Siempre que no resbales!

 ¡Ay, ya habló la gafe!

 Perdona, pero todas nos hemos acostado al menos con otro hombre, además del que tenemos ahora. Puede que incluso con más

Erica se encoge de hombros.

 Vamos, no nos andemos ahora con sutilezas

 El primero con el que salino la tenía precisamente sutil

 ¡Olly! ¡No seas ordinaria! -Las cosas como son.

Niki sacude la cabeza.

 Bueno, yo hablaba en serio. Veamos, explícame una cosa, Diletta: tú ahora estás con Filippo, pero ¿piensas seguir toda la vida con él? Sólo con él Quiero decir, ¿no piensas probar cómo es el sexo con otros hombres?

Diletta se encoge de hombros.

 Mi madre hizo eso mismo con mi padre

Olly asiente.

 Ahora lo entiendo: ¡se trata de una enfermedad hereditaria!

Diletta no está de acuerdo.

 ¡O una cualidad transmisible! ¿Por qué lo consideras algo negativo?

 Porque no se puede amar de una manera absoluta sin comparar. Erica lo ha dicho antes. ¡Es pura filosofía!

 Sí, filosofía del mercado. -Diletta se sienta en el sofá-. Sea como sea, es demasiado pronto para saberlo; quizá todas cambiaremos en los próximos años.

Erica llega con una bandeja y cuatro vasos grandes de batido.

 Aquí está, para que os dulcifiquéis un poco, víboras. ¡En cualquier caso, no estáis teniendo en justa consideración a Niki mientras habláis! Ella es todo un fenómeno, un milagro italiano Bueno, exceptuando la fuga a la isla de la que ha regresado, Alex no ha vuelto con Elena, y no sólo eso ¡Él y Niki siguen juntos!

 Ése es uno de los casos en los que una mujer debería tener huevos

 ¿Por qué? -¡Para tocárselos y ahuyentar la mala suerte!

Las tres se echan a reír mientras Erica bebe su batido.

 Yo, que los observo desde fuera, los veo como una pareja feliz, mejor dicho, archifeliz, igual que todas ésas en las que existe cierta diferencia de edad como Melanie Griffith y Antonio Banderas, Joan Collins y Percy Gibson, Demi Moore y Ashton Kutcher, Gwyneth Paltrow y Chris Martin Tengo que reconocer que duran mucho ¡Incluso se han casado!

 ¡A propósito! -Olly, Diletta y Erica miran en ese momento a Niki, muertas de curiosidad.

 A propósito, ¿qué?

 No, digo A propósito, ¿ha salido el tema?

Niki la mira por un instante.

 ¡¿Qué queréis saber?!

 ¡Si es pronto para que riñamos entre nosotras para ver quién hará de testigo!

Niki arquea una ceja.

 Hemos hablado de tener hijos, pero no de boda.

 ¿Por qué?

 ¿Y yo qué sé? Ha surgido así. Ya sabes, dices algo mientras conversas ¡Nos gustaría tener cuatro, dos chicos y dos chicas!

 ¡Caray! Estáis locos

Erica rompe a reír.

 Cuatro Me parece una locura. Yo me olvidaría hasta de los nombres. ¡La cena se enfriaría mientras los llamo para que se sienten a la mesa!

 Perdonad, pero si uno sueña, vale más hacerlo a lo grande, ¿no?

Siempre hay tiempo para hacer reajustes. En cualquier caso, en cuanto tenga noticias al respecto os lo comunicaré. Ah, a propósito: hoy, en la universidad, he conocido a uno que no está nada mal

 ¡Niki!

 Bueno, en realidad no lo he conocido porque le he dicho que este año me habían presentado ya a demasiada gente.

 ¡Ja, ja! ¡Ésa sí que es buena! ¡Eres un genio, Niki!

 De eso nada, la frase la he robado de Charada, esa bonita película de Audrey Hepburn y Cary Grant.

 ¡Lástima, creía que era tuya!

 Es cierto; ahora que lo pienso, podría hacerla pasar por mía.

 ¡Nada te lo impide!

 Te equivocas -Diletta sonríe-. Quizá todo el mundo conozca esa película o se acuerde de esa frase.

 Él, sin embargo, no la recordaba.

Olly se pone seria.

 Pero bueno, Niki, ¿estás poniendo en peligro tu relación con Alex y el feliz proyecto de tener cuatro hijos por un tipo a quien ni siquiera has querido conocer?

 ¿Estáis locas? Mi intención era proponerlo para vosotras. Si a ti, Olly, te molesta sentir celos de Giampi; si tú, Diletta, quieres, justamente, experimentar algo fuera de tu «amor absoluto», y si, sobre todo tú, Erica, como de costumbre, después de una semana

 ¡Dos!

 Está bien, si después de dos semanas, rompes con el dentista recién llegado ¡Bueno, pues ahora tenéis a un hombre de recambio!

 Ya Algunos tienen una rueda, ¡y nosotras tenemos un hombre de repuesto!

 Os advierto que no está nada mal.

 ¡Ves cómo te gusta!

 ¡Lo digo por vosotras!

 Sí, sí, claro -y siguen riéndose y bromeando, bebiendo el delicioso batido que acaba de prepararles Erica, mirándose a los ojos, sin sombras o dudas.

 No obstante, ¿sabéis lo que os digo? Que lo he pensado mejor.

No habéis sabido apreciar mi gesto, ¡así que no os prestaré a mi hombrecito de repuesto! ¡Me gusta demasiado!

Y las Olas se tiran a la vez sobre el sofá.

 Socorro Estáis locas Bromeaba

 ¡No, no, tú estás hablando en serio!

Hay frases que se dicen a la ligera, pese a que son más ciertas de lo que parece. Las Olas siguen jugando, se empujan, se arrojan cojines, se placan como en el rugby, se beben el batido antes de que se desparrame por todas partes, sobre la ropa y el sofá. Amigas. Desde siempre. Como siempre. La amistad es un hilo sutil e indestructible que atraviesa la vida y todos sus cambios.

Trece

Alex y Flavio salen de casa de Enrico. Flavio se ha cambiado, viste de nuevo un par de vaqueros y se está poniendo bien el suéter.

 Pobre Enrico Lo siento mucho por él. Todavía recuerdo su boda; era el hombre más feliz del mundo. ¿Cuánto tiempo hace que se casó?

 Seis años. Ni siquiera ha llegado a la crisis del séptimo, pero aun así ha durado demasiado. Hay algunos que resisten un año, seis meses Por no hablar de la gente del mundo del espectáculo. ¿Recuerdas esa historia de hace algunos años? Esa actriz, ¿cómo se llamaba? Ah, sí, Claudia Pandolfi. Pues bien, los superó a todos: se casó y se separó a los setenta y cinco días

 Sí, pero te olvidas del mito de Paul Newman, que siempre estuvo casado con la misma mujer, y ambos vivieron felices y enamorados. Es suya la famosa frase que dice: «¿Por qué debería comer una hamburguesa en cualquier sitio cuando en casa me espera un sano y delicioso filete?».

 Explícaselo a Pietro ¡Ése se contenta incluso con un perrito caliente frío con tal de comer fuera de casa!

Flavio se detiene en el patio y abre la bolsa de deporte.

 ¿Qué haces?

 Nada -Coge la camiseta y el albornoz, abre la bomba del agua y moja las prendas.

 Pero si están limpios

 Precisamente, a ver quién le explica a Cristina por qué no hemos jugado

 Chicos, sois unos paranoicos

 La prudencia nunca está de más Y ya sabes que incluso el más limpio

 ¿Qué quieres decir?

 Que nuestras respectivas esposas jamás se creerán que no hemos ido a jugar para consolar a Enrico ¡De manera que es mejor que hayamos jugado!

Alex se encamina hacia el coche. -Me he quedado de piedra.

Flavio se acerca a él sin perder un segundo.

 En ese caso, ¿puedo decirte algo, Alex? Te lo digo por experiencia: ellas no deben tener jamás la menor sombra de duda; de lo contrario, será el fin. Tienes que demostrar seguridad.

 ¿Incluso cuando ya estás casado?

 ¡Por supuesto! ¡Sobre todo entonces! ¿Te das cuenta de cómo lo has dicho? Incluso cuando ya estás casado ¡Pero es que todo empieza ahí!

 No, escucha, lo que quería decir es que si has llegado a tomar la decisión de casarte con ella es porque has encontrado a la mujer adecuada, ella era la que buscabas. Ya no puede haber tensión entre vosotros, sino sólo armonía, complicidad, confianza En fin, como un equipo ganador. ¡Y debería ser siempre así!

 ¡Eso es, has dicho la frase justa! -Flavio entra en su coche-. Debería ser así Pero ¿lo es? Antes te ha llamado Niki y su móvil funcionaba. Pero ¿ahora? ¿Funcionará o lo tendrá apagado? ¿Tienes confianza en ella? ¿Estará de verdad en casa de sus amigas? ¿Y con ellas? O haces como yo, que jamás he tenido la menor duda sobre Cristina, vivo sin sentir celos y hasta creo que ella aprecia mi confianza ilimitada, o dentro de diez minutos haces una prueba y llamas a Niki. Y no sólo para oír su voz. Eso sólo puedes saberlo tú. -Flavio sonríe ampliamente y cierra la puerta. Pone en marcha el coche y baja la ventanilla-. Sólo tú. Tú y nadie más. Confianza o celos, ¡ése es el dilema! -y se aleja dejándolo así, solo, en medio de la calle.

Alex no ve la hora de que Flavio doble la esquina. Saca de inmediato el móvil de su bolsillo y teclea el número. Permanece por un instante en silencio, conteniendo el aliento y también los latidos de su corazón, porque teme que el teléfono de Niki esté apagado.

por fin oye la señal. «Tuuu Tuuu» Alex sonríe. Está libre. Encendido. ¿Y ahora? Ahora contestará, ¿verdad?

Catorce

Niki sigue en casa de Olly, riéndose y bromeando con sus amigas.

 ¡Parad, antes me habéis tirado el batido por encima! ¡Ay, vamos!

 ¡Pero si no es nada, está frío, así que te hará bien en las piernas!

 ¡De eso nada, me las mancha!

 ¿Y quién te va a ver? Sólo Alex, ¿me equivoco?

 No lo sé

 ¿Ah, no? -y se abalanzan de nuevo sobre ella y empiezan a hacerle cosquillas.

 No, os lo ruego, cosquillas no, no me encuentro bien. He comido. Socorro, ¡basta o vomitaré encima de vosotras! Os juro que lo haré

 ¡En ese caso, dinos de inmediato el nombre de ese tío tan bueno que has conocido!

Niki se ríe y forcejea bajo sus manos, que siguen haciéndole cosquillas.

 Socorro, ay, basta, os juro que no me acuerdo

Luego consigue escabullirse por debajo, resbala del sofá y escapa hasta que se detiene junto a su bolso.

Justo en ese momento oye el móvil, que había puesto en modo de vibración. Es Alex, que prueba a llamarla. Una, dos, tres llamadas. Niki busca el teléfono en el bolso, lo encuentra y responde en el último momento.

 ¡Por fin! Pero ¿qué sucede? ¿Por qué no contestabas? -Es obvio que Alex está agitado.

Niki mira a sus amigas por un instante y se le ocurre una idea.

 Ah, hola ¿Cómo estás? ¡Qué sorpresa! -Acto seguido tapa el micrófono con la mano y se dirige a sus amigas-: Es él, es él. ¡No me lo puedo creer! -salta en el sitio con una alegría incontenible.

 Nosotras tampoco -susurra Olly acercándose a ella.

Todas la rodean de inmediato, se pegan a ella aproximando la oreja al móvil para escuchar la voz y, sobre todo, lo que dirá el nuevo.

Alex mira boquiabierto el teléfono.

 ¡Qué sorpresa ni que ocho cuartos! ¡Pero si acabamos de hablar!

Niki entiende que sus amigas están a punto de reconocerlo y se aparta de repente del grupo.

 Bueno, pero para mí es una sorpresa oírte de nuevo ¿Sabes que hoy estás encantador?

 ¿Hoy? ¿Y cuándo nos hemos visto? Pero si cuando me despedí de ti todavía iba en pijama

 Por eso mismo, estabas perfecto así, con ese pijama

Alex cada vez entiende menos lo que está ocurriendo.

 ¿Qué te pasa, Niki? ¿Has bebido? -Un instante después, Niki ya no puede mantenerse alejada de las Olas, que al final logran inmovilizarla. Trata de no soltar el móvil, lo cubre con la mano-. No, vamos, quietas, es mío, es mío

Alex oye todo el revuelo.

 ¿Qué es tuyo? ¿Niki?

Olly le arrebata el Nokia mientras Alex intenta entender algo.

 ¿Hola? ¿Hola? ¿Niki? Pero ¿qué pasa?

Olly escucha por el móvil.

 No, quieta, devuélvemelo ¡Devuélvemelo! -Niki forcejea mientras Erica y Diletta la sujetan, tratando de recuperar el móvil.

Pero Olly lo ha reconocido ya.

 ¡Hola, Alex!

 ¿Quién es? ¿Olly?

 ¡Claro! Soy yo ¿Cómo estás?

 De maravilla, pero ¿se puede saber qué le pasa a Niki?

Olly mira a la prisionera de las Olas.

 Ha tenido que ir corriendo al baño. Hacía ya una hora que se

estaba haciendo pipí Hemos bebido unos batidos, tisanas, ya sabes cómo son esas cosas Ah, aquí está, ya ha vuelto, te la paso.

Las Olas la liberan.

 ¿Hola?

Alex sigue patidifuso en medio de la calle.

 Niki, pero ¿qué pasa? ¿Qué sucede?

 Te lo acaba de decir Olly, ¿no? Tenía que hacer pipí, ¡no podía aguantarme más!

 Perdona, pero ¿no podías llevarme al cuarto de baño contigo?

 ¿A hacer pipí? ¿Mientras hablamos por el móvil? ¡Guarro! Con el mío también pueden hacerse videollamadas, ya lo sabes Querías espiarme, ¿eh?

 ¿Yo? Estáis locas. Bueno, me voy a casa. ¿Hablamos luego?

 De acuerdo, cuando llegue a casa te llamo. -Niki cuelga.

Erica la mira sorprendida.

 Eh, pero ¿cuántas veces habláis por teléfono al día?

 Muchas Muchísimas, cada vez que nos apetece.

 Peor que Giò y yo.

 ¡Sólo espero que a nosotros nos vaya mejor! ¡Sin ánimo de ofender, ¿eh?!

 Estaba segura de que no era ese tipo.

Olly se encoge de hombros, divertida.

 Y yo también.

 Pero ¿qué estáis diciendo? El hecho de que quisieseis oír su voz demuestra que no lo teníais tan claro. Sois unas mentirosas

Diletta se sienta en el sofá.

 Yo estaba convencida de que era Alex.

 ¿Por qué?

 No sé, era una sensación Tú no serías capaz de dejarlo de buenas a primeras y empezar a salir con otro.

Niki se hace de rogar.

 ¿Cómo puedes estar tan segura? La gente cambia, vosotras mismas lo habéis dicho. Además, nunca se sabe. ¡Claro que tú también, Olly, podrías haberte inventado algo mejor, no hay quien se trague la historia de las ganas irreprimibles de orinar!

 Pero él se lo ha creído

 Digamos que ha preferido creérselo

 ¡Erica!

 Tengo la impresión de que a veces los hombres saben de sobra lo que pasa y disimulan, no quieren aceptar la realidad. Mirad si no lo de Giò: piensa que cuando rompimos yo tuve una historia, pero lo cierto es que jamás he salido con nadie.

 Imagínate si supiese la verdad.

 ¡No se lo creería!

 Sí Estoy de acuerdo

 Creo que lo dejarías tan destrozado que optaría por pasarse a la acera de enfrente.

 ¡Olly!

 ¡Claro que sí! Si un hombre descubre que su mujer ha cambiado hasta ese punto, a buen seguro empezará a rechazar de plano al sexo femenino en general. Además, yo no tengo nada contra los homosexuales, al contrario

 ¿Qué quieres decir?

 ¡Esta noche os he invitado para celebrar algo! ¡Me han aceptado para hacer unas prácticas con un diseñador! ¡Y ésos son todos homosexuales!

 ¡Genial!

 ¿Que sean homosexuales?

 No, ¡las prácticas!

 Sí, estoy muy feliz.

 ¡Fantástico! Felicidades

Olly se precipita a la cocina, coge una tarta blanca y rosa llena de copos de azúcar, con las siguientes palabras escritas encima con signos de exclamación: «En prácticas ¡Sin riesgos!», y la coloca en el centro de la mesa de la sala.

Todas se acercan.

 ¿Qué significa?

 Que no correré la suerte de la Lewinsky ¡Ya te lo he dicho! ¡Mi jefe es marica!

 ¡Eres demasiado, Olly!

 ¡Soy demasiado feliz! Al menos ganaré un poco de dinero y no dependeré exclusivamente de mi madre

 ¡Pero si esta casa se la debes sobre todo a ella!

 ¡Claro! A ver quién podría permitírsela, si no

 Míranos a nosotras, vivimos en casa de nuestros padres, seremos unas niñatas el resto de nuestras vidas

 No, hay una forma de evitarlo -Olly pasa el primer trozo de tarta. Erica lo coge.

 Sí, claro, que nos adopte tu madre y que nos financie.

 Siempre podéis casaros.

 ¡Qué triste!

 ¿Casarse?

Niki se apodera del segundo pedazo.

 No, quiero decir hacerlo con la única intención de salir de casa

 No sabes cuánta gente lo hace sólo por eso -A Diletta le corresponde el último.

 De acuerdo, pero debe seguir siendo un sueño Si se convierte en un mero trámite, ¿qué gracia tiene?

 Sí, tienes razón.

Y esta vez todas están de acuerdo, al menos en eso. Y se comen la tarta hecha con nata y cubierta de unos ligeros copos rosas de azúcar risueñas, pensativas y en silencio, exclamando de vez en cuando «Mmm ¡Qué rica!»

 Sí Otro kilo más Todo aquí

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