Vicent Ferrer. Projecció europea d'un sant valencià - AAVV 7 стр.


16 València. Universitat de València. Biblioteca Històrica, ms 690, f. 242r, cfr. Proceso, 2007: 139.

17 València. Reial Col·legi i Seminari del Corpus Christi, f. ff. CXXIVv|99v-CXXVv|100v; cfr. Ferrer, 2002: 485 sermó 132.

18 Perugia. Convento dei domenicani, ms 477, f. 85v; cfr. Ferrer, 2006: 560 nº 430.

19 Aviñón. Bibliothèque municipale, ms 610, f. 201r; cfr. Ferrer, 2019: 1312, sermó 101.

20 Oxford. Ashmolean Museum.

21 «Hii sermones a dominica in Trinitate usque ad adventum sunt magistri Vincencii Ferrarii effective quos scripsit etcetera, et fuerunt completi 12ª decembris anni Domini 1432», cf. Sevilla. Biblioteca Capitular i Colombina, ms 56-5-31, f. 331v.

22 «Laus de terrenis debetur gloria celis. Fuerunt sermones suprascripti die septima mensis marcii anni nativitatis Domini millessimi CCCC tricesimi quarti per manum Mathei Xivelli, auctoritate apostolica notarii [publici], scripti et completi. Deo gracias. Amen», cf. Ayora. Archivo Parroquial, f. 271v.

23Uniwerytet Wroclawski (Biblioteca Universitaria de Bratislava), ms. I. F. 709.

24 Toulouse. Bibliothèque municipale, ms 345. f. 1r. i també Toulouse. Bibliothèque municipale ms. 346, f. 1r: «Almi sermones vincencii predicatoris magni qui legis ora christum mente fideli sit merces ei nutu cuius hos liber ofert».

25 Frankfurt an Main. Städel Museum. Werktagsseite des Frankfurter Dominikaneraltars| High altar of the Dominican church Frankf.

26 Valle, 1973: 120 (II, X, 9) [«Vicente Ferrer, su hermano, de la orden de los predicadores, cuya fama a la hora de predicar había llegado incluso hasta las otras naciones; sin lugar a dudas, el primer orador de su tiempo, por lo menos de los que hablaban sin leer y, si lo que se dice es cierto, célebre por los milagros antes y después de morir», cfr. Valla 2002: 161].

27 Tot comentat Mt 13, 57: «Un profeta només és menyspreat al seu poble i a sa casa», cfr. Kristely, 1782: 298.

El oficio del predicador en san Vicente Ferrer

The preachers work in St. Vincent Ferrer

Alfonso Esponera Cerdán, o.p.

Facultad de Teología San Vicente Ferrer

ORCID: 0000-0003-1370-7673

Resumen: Se responde fundamentalmente a dos interrogantes: por una parte, cómo entendió, cómo presentó el «oficio de predicar» San Vicente Ferrer op en sus sermones y escritos; y por otra, cómo ejerció el propio Maestro Ferrer a lo largo de su larga vida tal oficio.

Palabras clave: Metáforas sobre la predicación, imágenes sobre la predicación, modelo de predicador, contenidos fundamentales, utilización de recursos externos y literarios.

Abstract: The present article basically answers two questions: how did Saint Vincent Ferrer OP understand and present the «office of preaching» in his sermons and writings; and how conducted Master Vincent Ferrer himself this exercise throughout his long life. Keywords: Metaphors of preaching, Images of preaching, preacher models, main contents, resources and literature.

1.INTRODUCCIÓN

San Vicente Ferrer fue un valenciano bajomedieval y además dominico y como tal un predicador. Es decir, puso toda su vida al servicio de la predicación, tanto con su palabra como por sus escritos. Podría pensarme que se dedicó a esta tarea sólo a partir del envío por parte de Jesucristo, en presencia de Santo Domingo de Guzmán y San Francisco de Asís, siguiendo el ejemplo de ambos Santos, en la aparición en Avignon la noche del 3 de octubre de 1396. Incluso se le sugirió la temática sobre la que debía versar, como había sido la de esos dos Santos Patriarcas: la inminencia de la llega del Anticristo, como presagio del fin del mundo, y la necesidad de conversión ante la proximidad del Juicio Final 1. Esta misión evangelizadora itinerante la inició concretamente el 22 de noviembre de tres años después. Pero han llegado hasta nosotros constancias anteriores de sus predicaciones. Más aún, en la noche del 29 de julio de 1413 en Cervera según sus hagiógrafos primitivos estaba un poco alicaído y cansado por la mencionada predicación itinerante en un episodio muy poco conocido, se le apareció su padre Santo Domingo de Guzmán exhortándole y reconfortándole para que continuase en dicha tarea (Esponera Cerdán 2018a), como lo hizo hasta su muerte en la bretona Vannes el 5 de abril de 1419.

Gret Schib afirmaba en 1975 que los sermones en lengua vernácula del Maestro Vicente Ferrer merecen ser destacados en la historia cultural valenciana por «[la] importància, prou coneguda, daquest text que ultrapassa els límits de la literatura i ens ofereix un panorama de la vida de la primeria del segle XV. A més, és un testimoni viu de la llengua popular daquella època» (Schib 1975: 7).

En esta ocasión vamos a tener oportunidad de constatarlo al hablar del «oficio del predicador en San Vicente Ferrer», título que puede decirse tiene un doble sentido: por una parte, ¿cómo ejerció el propio Maestro Ferrer a lo largo de su larga vida tal oficio?; y por otra, ¿cómo entendió, cómo presentó dicho oficio en sus sermones y escritos?

Inicialmente me centraré en la segunda dimensión, para posteriormente hacer algunas anotaciones al respecto. Por ello presentaré dos grandes apartados: metáforas e imágenes de la predicación según el Maestro Ferrer y el predicador según el mismo Maestro.

2. METÁFORAS E IMÁGENES DE LA PREDICACIÓN SEGÚN EL MAESTRO VICENTE FERRER

El cisterciense Alain de Lille (o de Insulis) afirmó hacia 1199 que «praedicatio est manifesta et publica instructio morum et fidei, informationi hominum deserviens, ex rationum semita et auctoritatum fonte proveniens» (Summa de arte praedicatoria, PL, T. 210, col. 111).

Y así el dominico valenciano utilizó diversas metáforas, imágenes, para definir al predicador y por tanto a la predicación, que puede decirse además trazan su autobiografía y son una hermosa expresión de su creatividad a la hora de trasmitir su mensaje evangélico. Pero también debe señalarse que es original no tanto por las imágenes aducidas, pues también las utilizaron otros autores anteriores y coetáneos a él, sino más bien por su interpretación y uso.

Veamos algunas de ellas (Esponera Cerdán (2007b; Ysern i Lagarda 2015: 76-78):

+ un «perro», un «mastín»: rercuérdese la etimología popular de «dominicos»: «domini-canis»: «los perros del Señor» en vez «los hijos de Domingo [de Guzmán]». Predicando del Buen Pastor en Chinchilla el 26 de abril de 1412 dirá:

[Cristo] como mastines da a los predicadores, que ladran por la predicación para que los demonios no devoren a las ovejas cuando predican que os abstengáis de los pecados, como yo que voy por todo el mundo ladrando contra los demonios, advirtiendo a las gentes que hagan vida buena, porque el mundo es breve y es una gran dignidad ser perro, esto es, predicador del Nuevo Testamento porque predicamos que Cristo vino y los profetas predicaban que vendría (CC 2002: 198).

Así pues, señala que

predicatores predicando latrant contra demones ut non devorent gentes faciendo esas peccare de humilitate in superbiam, et de misericordia in avariciam, etc. Nam per predicacionem multum fugiunt demones, et habent magnum displicitum. Et ideo, ego modo latro vobis ut demones non vos faciant incidere in peccatis, et per universum mundum cotidie non cesso latrare. Item, alia racione predicatores dicuntur canes, nam, sicut canes lingam medicinalem lingendo curant vulnera, ita predicatores habent lingan medicinalem, et lingendo cui predicant curant vulnera extirpando vicia (CC 2002: 123, sermón 27; Esponera Cerdan 2007a).

Y en otro indica que

pro mastinis dat predicatores qui latrant per predicacionem ut demones non devorent oves, cum predicant us abstineatis a peccatis, ut ego qui vado per totum mundum latrando contra demones avisando gentes ut faciant bonam vitam, quia mundus est brevis et magna est ista dignitas esse canis id est predicator Novi Testamenti, nam predicamus Christum venise et profete venturum (CC 2002: 198, sermón 46).

Los «etc.» que aparecen en los textos eran para que el usuario añadiese lo que le pareciera conveniente y ajustado a la audiencia.

+ la «sal»: el predicador, como ella, tiene estas tres cualidades: limpia y purifica de infección; preserva y guarda de corrupción; deleita y da placer en la comida 2.

+ un «instrumento de música», una trompeta o un caramillo: el buen predicador no predica él, sino el Espíritu Santo o Jesucristo, y él no es sino el instrumento (Sermons 1932 II: 72, feria V post Dominican II post trinitatem). También habla de los en los añafiles en las batallas, o trompetas rectas y alargadas, parecidas a la tuba romana (Ysern i Lagarda 2015: 258-260).

+ una «invitación a un banquete»: «Deus nos appelle a la cena del Paraís per paraula viva. Aquesta paraula viva és la Sancta Scriptura, que ant hun preycador preyque la Sancta Scriptura» (Sermons 1932 II: 72).

+ un «gallo»: comentando el pasaje de las tres negaciones de San Pedro y del gallo (cf. Lc 22, 60-62) señala que

iste gallus est quilibet predicator qui, ut dici Beatus Gregorius, debet vigilare de nocte et cantare magnis vocibus, id est oracionibus ad Celum ut Deus det sibi quid cantet gentibus predicando, sicut gallus cantat de nocte et vigilat per magnam partem noctis. Item, sicut gallus antequam cantet percutit se et post cantet, ita debet facere bonus predicator, antequam cantet a predicando, debet se primo percutere ut, quod predicare vult [] Et ita, sicut Beatus Petrus donce cantavit gallus non habuit noticiam de peccato suo, ita et quilibet peccator donec cantat gallus, et predicator non habet cognicionem de peccato e mala vita in qua stat, sed cantante gallo, id est predicatore, extirpando et arguendo vicia et peccata, peccator habet noticiam de peccato et flet sicut Beatus Petrus habendo contriccionem (CC 2002: 67, sermón 12).

+ un «pescador»: que con la red de la palabra pesca las almas de los hombres convirtiéndolas de la mala vida a la buena (CC 2002: 148-149, sermón 34).

+ una «red» (filat):

Açò dehye Jesucrist per la preycació, que és comparada al filat, que hun fil és lligat ab altre, e quan ve que tiren a ssi lo filat, tot lo filat segueis; axí la preycació deu ésser lligada, .i. exemple ab altre, una auctorirar ab altra, depuis ab lo fil tire hom lo filat; axí ab lo tema, tire hom tos lo sermí si bé és ordenat. E en la mar ha molts pexos, grans e pochs; axí en lo sermó pren hom los grans pexos, ço és, quan un hom rich de vosaltres se converteix, que vol restituir los torts, «Oo, hun peix havem pres, hun delfí!»; e, quan en lo sermó se converteix una gran dona, que vol lexar les vanitats, «¡Oo, una anguila, o una tonyina havem presa!»; e quan en lo sermó se converteix un llaurador, «Oo, un esparrelló havem pres! ¡Oo, una sardineta havem presa! (Sermons 1932 II: 46-47).

+ las gentes del rey en la batalla: en el sermón del Tercer Domingo de Cuaresma predicado en Valencia en 1413 habla de todas ellas, vinculando a cada una con un miembro del pueblo cristiano3.

+ un «hortelano»:

Sicut oficium ortolani est arrancare malas herbas et plantare bonas, ita Christus, per legonem sue predicacionis, arrancabat malas herbas, scilicet peccata mortalia, et plantabat bonas, scilicet virtutes, [] ex parte nostra et maxime predicatorum, qui debemus plantare bonas doctrinaset arrancare vicia et peccata (CC 2002: 154, sermón 35).

En el primer sermón que predicó según el Sermonario cuya edición presentaremos mañana a la tarde en la mallorquina Petra el domingo 12 de noviembre de 1413 indicó que para este sermón había pensado seguir el modo del labrador u hortelano que quiere sembrar la buena semilla o plantar, el cual, primero, ara y prepara la tierra buena, etc. La tierra buena y fructuosa es la historia evangélica en el campo o huerto del Evangelio coltivada con arado o azadón (Aviñón 2019: 993, sermón 72). En uno posterior de este periplo mallorquín, pero se desconoce el lugar y el día, dice que quiere seguir el modo del hortelano, que, cuando quiere sembrar plantas buenas y útiles en su huerto, dispone y ordena primero la tierra en tablas, etc., y después siembra, porque la Santa Escritura y especialmente el santo Evangelio es denominado huerto cerrado y no campo (Aviñón 2019: 619-620, sermón 89).

+ un «vigilante» en la atalaya:

Sciatis noster Dominus Deus, volens mostrare illis que tenebantur predicare vel denunicare aliquid gentibus, dicebet quod habetur Ezechiel [33, 6-7]. Et ideo, quia predicatores dicuntur stare in talaya, scilicet in contemplacione alta celesti, et recte intencione, et bona vita et, si vident gladium yre Dei venientem, debent tangere bucinam predicacionis avisando gentes ut non danentur per ignoranciam Scripturarum et profeciarum 4.

+ un «sembrador»:

Praedicare est recte seminare. Notum iam videtis, quomodo vita humana conservatur ex semine laboratorum, quia alias non possemus vivere: sic etiam praedicare est seminare triticum de grano Novi Testamenti, vel hordeum asperum, de grano Veteris Testamenti in agris conscientiarum nostrarum 5.

+ un «cocinero» (CC 2002: 432, sermón 116). Así como el cocinero nos da a comer pan, de la misma forma lo hacen los predicadores, porque como se dice en el Evangelio de Mateo (4,4): «No sólo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios». Y, como el buen cocinero lava las carnes, las limpia, las cocina en la olla y después las prueba, así el buen predicador debe lavar y limpiar de todo error las palabras de la predicación, como se dice en el libro de los Salmos (11,7): «Las palabras del Señor son palabras limpias, son plata acrisolada en el crisol, siete veces purgada de tierra». Igualmente, como el buen cocinero guisa la carne, así el buen predicador debe dirigir y cocinar con el fuego de la devoción y del Espíritu Santo; de este fuego se dice en Lucas (12,49): «He venido a poner fuego en la tierra y ¿qué quiero, sino que se encienda?». Asimismo, como el buen cocinero, antes de dar a los demás, prueba y gusta, así el buen predicador debe saborear la predicación antes de decirla a los demás, esto es, de forma que él mismo observe lo que predica llevando una vida buena, como se dice en el libro de los Hechos (1,1): «Empezó Jesús a hacer y a enseñar»; o sea, hacer gustando y enseñar dando a los demás.

Pero sin olvidar nunca que el predicador y su predicación son un mero instrumento. La predicación es obra de Dios pues el único Maestro, el único agente de la predicación, es Dios, el Espíritu Santo. Están las sugerentes palabras del Maestro Ferrer que señala que

si yo tenia ací hun foguer e volia encendre foch, veus que pendria la pedra e.l esclavó, e axí ferint de la pedra en lesclavó, devallaria lo foch en la escha. Sus axí és: la pedra és Jesuchrist [1 Co 10,4]; lo ferret és la lengua del preycador; lo esquer on està la esqua, és la plaça de la preycació; la escha, que és freda e negra, açò són los peccats negres, e teniu-los vosaltres. Quants peccats hi ha ací ara! E quan lo preycador preyca, veus que cau una purna de foch, e encén-se en tu, e coneixs lo teu peccat, e prens ferm propòsit de humiliar-te e de restituir los torts, e la manceba, etc. Vet, lo sant Spirit és vengut en tu (Sermons 1932 I: 142).

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